Come with me

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Jimin corría emocionado por la entrada de la mansión donde ahora vivía su hermano, estaba feliz de que ahora podrían verse como antes, desde luego sin follar pues ya no eran follaamigos. Parecía un niño saltando de un lado a otro y desde el balcón Taehyung lo divisó y sonrió de lado. Le parecía demasiado infantil la actitud de Jimin pese a tener más de treinta.

—¡Alíen! ¡Qué placer verte!— gritó agitando la mano con una hermosa sonrisa. Entró a la mansión siendo recibido por el mayordomo de Taehyung, se llamaba WooSung, este le sonrió al pequeño Jimin y este solo le sonrió coqueto pues amaba la atención de los demás.

— Bienvenido, Amo Jimin.

— ¡Hola! ¡WooSung, hoy te ves muy sexy!

─ No más que usted, Amo.

Jimin sonrió y entró hasta el comedor, Hoseok comía con sus hijos y con YeonJun quien estaba tomando café. Jimin vio al joven y recordó que Taehyung se lo había mencionado, Hoseok había adoptado a un cipote que se había encontrado en la calle, con esas palabras se lo habían dicho Taehyung así que al verlo le parecía que el chico era como de la familia.

─ Jimin... ¡Siéntate! Le pediré a WooSung que te sirva algo.

─ ¡Gracias! ─ Dijo sentándose y tomando un trozo de manzana. ─ ¿De dónde sacaste esta belleza?

─ Me ha sacado de tus mejores sueños húmedos. ¡Auch!─ gritó YeonJun sobándose la cabeza pues Hoseok le había golpeado. ─ ¡Hyung!

─ Es el esposo de mi hermano, respétalo. 

─ Ok. ─ dijo mostrando un adorable puchero.

─ Además él es doncel como tú. ─ dijo haciendo que YeonJun sonriera.

─ Eso nunca fue un impedimento, pero ni modo. Soy Kim YeonJun, además de ser el hijo mayor de ellos, soy el guardián de Salomé y de Judas. 

─ ¡Cierra tu boca Moisés! ─ dijo Sangmin quien le llamaba así por el hecho de haber sido adoptado por sus padres. ─ Solo eres el adoptado.

─ Kim Sangmin, cuida esa lengua. Jimin disculpa tanta locura, es lo mismo cada mañana. 

─ ¡Hasta que al fin te dignas a aparecer, Jimin!

─ No me has querido invitar a Hawaii, así que no quise visitarte. Por otro lado estuve de luna de miel.

─ ¿Siete años? ─ preguntó Taehyung arqueando una ceja, se acercó a Hoseok y lo besó sintiendo el sabor de la jalea en sus labios, pues estaba comiendo un poco de esta con pan. 

─ Es una luna de miel eterna. 

─ Y por lo visto no conocen el preservativo o las operaciones de esterilización. ¿Piensan poblar un nuevo mundo? ─ dijo sarcásticamente. Jungkook y Jimin tenían un par de mellizos y  dos hijos más, estos de tres y dos años. Así que para una pareja que había decidido quedarse solo con dos y uno adoptado, era una exageración de niños. 

─ ¡Qué puedo decir! Xiumi y Byul-Yi fueron una hermosa sorpresa doble, además de Minho y la pequeña Minji. 

─ Jungkook está feliz, siempre quiso una gran familia. Yeon, por favor date prisa, debes llegar  a la universidad y además dejar a los pequeños en la escuela.

─ Todo listo, pero diles a estos mocosos que dejen de joder en la escuela, pues siempre que llego los maestros empiezan a soltar mierda y pierdo el tiempo en romperles el hocico.

─ ¿A tus hermanastros?─ preguntó Jimin, pero YeonJun negó.

─ No, a los maestros. 

Después de que los tres chicos se fueran, Taehyung se fue con Jimin a supervisar sus hoteles. Hoseok preparó los documentos que necesitaba para estar en la junta de las empresas que eran de su padre y que habían sido devueltas a su familia. Ya no bailaba, sentía que ya no le daba la tranquilidad. Bailar le recordaba lo estúpido que había sido en el pasado cuando se bloqueaba a si mismo para no recordar lo que lo lastimaba. 

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