Bones

Masacre Final

Hoseok sintió el frío viento de la madrugada, sus manos estaban cubiertas de sangre y sus ojos veían con horror aquella escena, a sus pies los hombres que más despreciaba yacían en un charco de sangre y frente a él sus hermanos veían su rostro, no podía describir lo que veía y Hoseok no sabía que iba a ser de su vida después de esa noche. Tan solo esa mañana había llegado a las cabañas en compañía de su hermano y el hombre que había robado su corazón. Una sonrisa sádica se veía en la luz tenue aplaudiendo ante la bellísima escena que había montado, todo había caído según su plan.  

Sucedió que el rescate de Jisoo estaba dispuesto para esa misma noche, Taehyung los había llevado hasta las cabañas en la madrugada, se sentía bien recibiendo los halagos y mimos de su amante, además de las caricias candentes de Taehyung sin importarle las miradas asesinas de Jungkook. Cuando llegó a la cabaña, las parejas fueron a sus habitaciones donde pasarían el fin de semana, Hoseok sintió los brazos de Taehyung rodearlo por la cintura, sus labios acariciaron su cuello hasta llegar a sus labios y fue en ese momento ambos se entregaron al placer.

Taehyung se deleitaba con el cuerpo de Hoseok gimiendo bajo el suyo, su miembro penetraba con fuerza el trasero de Hoseok quien enredaba sus piernas en su cintura y sus brazos en el cuello de Taehyung. — ¡Eres hermoso! ¡Aghh tu cuerpo es mi perdición, Hoseok!

— ¡Dame más, dame todo!

— Tan inocente y ambicioso, mi hermoso Bebé.

Los dos continuaron con sus caricias y besos, sus cuerpos se entregaban como uno solo, como si dependieran del espacio del otro, del aliento del otro. Cuando se liberaron, Jimin llamó a la puerta dando la señal de la llegada de los Min a la cabaña, pero Taehyung había invitado a alguien más, se levantó y abrió el maletín de los cuchillos que había usado con tanta devoción para que en ese momento estuviesen con un buen filo. 

— ¿Los matarás?— Preguntó Hoseok mientras abrazaba a Taehyung por la espalda.— Ten cuidado.

— No pasará nada que no esté planeado, Hoseok esto es lo que he esperado por años y esta vez no habrá nadie que esté de más. 

Taehyung se dio un baño y luego salió de la habitación, mientras Hoseok se dedicó a disfrutar del aire fresco del campo junto a su hermano quien practicaba boxeo. Jimin estaba observando la casa de Min y al ver a la chica entrar junto a un jovencito que Jimin pensó que se parecía un poco a él. — Al viejo Min  le gustan los pollitos bebés.

— Es un cerdo... ¿Kim llegó? 

— Si, con su esposa e hijo, ella se ve extrañamente nerviosa.   

— Ella debe sufrir los hermosos tratos del viejo, sabes Jimin será bellísimo hacerlo caer.— Sonrió y luego se retiró a su habitación para terminar los preparativos para su plan maestro. 

Min Yoongi veía a Jisoo mientras jugaba ajedrez con  Taemin, ambos no sabían todo lo que les esperaba esa noche  pues Yoongi deseaba llevarlos al límite del dolor y el placer. De pronto la puerta se abrió y vio entrar a Kim NamJoon y a Kim Taecyeon, ambos estaban muy enfadados.

Ambos le hicieron una señal para que se alejaran de los dos chicos, Yoongi se levantó y los siguió hasta su despacho. NamJoon golpeó el escritorio con fuerza y Yoongi no hizo ninguna reacción pues si deseara podía desaparecer a los Kim en un dos por tres. — ¿Qué mierda tienes Nam?

— ¿Por qué mi hija está en esta cabaña?

— Te lo dije ese chico y ella me ayudarán con algunas cosas que debo ordenar. 

— ¿Qué? ¿Tu polla?— Dijo NamJoon mientras se acercaba a Min, este sacó un cuchillo y le apuntó a la garganta. 

— ¿Crees que puedes venir a amenazarme a mi casa?