El reinado de Viserys se pensaba que no iba a prosperar debido a que el rey no había engendrado ningún hijo varón y al momento de hacer heredera del trono de hierro a su única hija para los demás lords pensaron que aquella decisión haría que todo el reino se colapsaría. Con aquella presión el rey había buscado casarse nuevamente siendo Alicent Hightower la elegida para ser su compañera, la amiga de Rhaenyra de su infancia se había convertido en su madrastra pero aquello no había afectado su amistad del todo.
La desfortuna vino cuando el primer hijo de Alicent llegó a quien llamaron Aegon como Aegon el Conquistador, la atención del padre de Rhaenyra pronto se había dividido en sus dos hijos y después lo siguió haciendo para los subsecuentes hijos que llegaron, siendo Helaena, Aemond estos últimos, Rhaenyra no tenía afinidad con ninguno de sus dos hermanos menores, salvo Helaena a quien desde que nació quiso involucrarse más con ella. Rhaenyra pasaba mucho tiempo con su hermana menor de niña, jugaban juntos e incluso la llegó a llevar en su dragón.
Helaena era querida por todos, era una niña tan dulce y conforme fue creciendo se fue convirtiendo en más hermosa todavía, pero a la vez que la pequeña Helaena crecía también había crecido una discordia entre su media hermana y su madre que menguaba su relación. Rhaenyra pronto había adquirido matrimonio al ser la mayor con Laenor Velaryon, de quien se decía que prefería pasar más tiempo con sus escuderos que con su mujer, pero aquello no impidió que Rhaenyra le haya dado uno de sus primeros hijos a quien llamaron Jacaerys, sin embargo el niño había nacido con otros rasgos que no eran de los Velaryon comenzando a que se murmurara chismes inmundos sobre la paternidad de ese niño.
Alicent era alguien que no veía bien el nacimiento de aquel bebé tan distinto a su padre, pero se contuvo permitiendo que Jacaerys y Helaena jugaran juntos y crecieran tal como lo quiso la princesa. Pero conforme nacieron los siguientes hijos de Rhaenyra las cosas entre la que era su mejor amiga fueron cada vez más sombrías y distantes, al punto de separar a Helaena de Jacaerys quienes se habían vuelto muy cercanos.
Los dos niños habían congeniado muy bien, sobretodo Helaena quien sentía un inocente amor por Jace que también era correspondido por el menor, aunque la diferencia de edad era de 6 años, se decía que la princesa Helaena era todavía una niña dentro de su mente, pero Jace sabía que no, era la persona más joven y sabía que pudo conocer y aunque parecía siempre estar perdida jugando con sus insectos, era más perspicaz que cualquier otra persona.
Muy a pesar de que la separación de Jacaerys y Helaena dolió bastante, como seguían viviendo bajo el mismo techo, ambos niños se llegaron a escapar en más de una ocasión para poder verse. Jacaerys había descubierto los pasadizos de Maegor el Cruel y Helaena fascinada por la curiosidad de saber más se había dejado influenciar para ir a investigar más de estos pasadizos, Jacaerys se aseguraba de que ella no corriera ningún riesgo y esto la princesa lo tomaba como algo sumamente lindo.
— Jace, nunca te separes de mi, aunque mi madre no los quiera, me gusta pasar tiempo contigo—. Decía Helaena que había subido a un borde de la muralla al lado de su sobrino quien miraba las estrellas una noche tan tranquila.
— No lo haré y aunque no nos quieran juntos, volveré a por ti—. Jace se había aventurado a tomar la mano de la princesa pero al ser un niño aquello le daba tanta vergüenza que le soltó casi de inmediato a lo cual la niña sólo se rió y lo abrazó. Aquella noche sería la última que pasarían juntos, al otro día había pasado un incidente con Lucerys el hermano menor de Jace y Aemond el hermano menor de Helaena, siendo Aemond que perdiera el ojo a causa de ese accidente, Alicent no toleró más a Rhaenyra y la princesa de Dragonstone tuvo que retirarse a la isla por la seguridad de sus hijos, alejando así por completo a Jacaerys y Helaena.
Los años habían pasado, los hijos de Alicent y Rhaenyra habían crecido en sus respectivos hogares, solo que los de la reina se habían infundido odio y rencor hacia la princesa, mientras que Jacaerys era educado para ser el próximo rey de Westeros, siendo que su madre les había infundido mucho amor y respeto como se debía de criar a un Targaryen, ahora la disputa sería por qué los hijos de ambos ya deberían de estar comprometidos, por lo que el rey había organizado una cena para volver a unir a su familia y así hacer las paces entre ambos bandos que se habían formado.
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La segunda delicia del reino
FanfictionHelaena era una niña encantadora y feliz que era amada por todos, más por su sobrino Jacaerys quien desde niños se habían llevado tan bien que el amor inocente había surgido en ellos, pero las constantes situaciones los llevaron a separarse y ahora...