Capítulo 8

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Patricia estaba ansiosa, mirando la libreta donde anoto todas las evidencias que podía ver donde Marcela y Betty se llevaban mejor que antes, tal vez no una relación amorosa confirmada, pero una relación mejor si, estaba claro, ambas estaban en buenos términos, pero su duda era ¿Cómo y por qué?.

Las preguntas no dejaban de rondar por su cabeza, había resuelto una que otra parte, pero el rompecabezas seguía incompleto.

No podía simplemente ir a preguntar, Marcela es alguien muy reservada con temas personales aunque ambas fueran amigas. Necesitaba un plan, pero ya.

Por otra parte Doña Margarita -Madre de Armando- había llegado de imprevisto a la empresa, para sorpresa de todos, aunque era de esperarse, siempre se aparece un par de días antes de las juntas directivas, y por supuesto eso no era la excepción.

Pero también venía por otro tema, que Marcela se probará el vestido de novia que Hugo le había confeccionado, claro que como no había cancelado nada de la boda, estaba obligada a hacerlo.

Se la llevaron a rastras a dónde Hugo para que se probará el vestido, ella al principio se negaba, poniendo mil excusas, pero nada terminado sirviendo, cediendo al final.

Mientras Betty trabajaba en el balance para la junta directiva, recibió una llamada, de parte de Don Roberto buscando a Armando.

-Permitame, Don Roberto, es que Don Armando no se encuentra aquí por el momento, déjeme voy a buscarlo y se lo paso- dejo a un lado el teléfono para salir a buscar a su Jefe.

Por supuesto, lo encontró hablando muy alegremente con las modelos de Hugo, cosa que no le sorprendió a Betty, era algo de esperarse de alguien como Armando.

-Don Armando...-llamo en un tono bajo para no llamar tanto la atención, pero al ver qué esté no le hacía caso- ¡Don Armando!

El grito no fue tan fuerte, pero si suficiente para poner nervioso a Armando viéndose atrapado en una situación así, despidiéndose de las modelos para ir con Betty tratando de explicarle el por qué estaba ahí, parloteo y parloteo, a Betty le sacaba de sus casillas, así que solo interrumpio el tonto intento de explicación de parte de Armando.

-No debe explicarme nada Don Armando, Su padre lo está buscando, está en el teléfono- explico con brevedad.

-¿Mi papá? Bueno, en seguida voy, ¿me haría el favor de ir a mandar a llamar a mi madre? Dígale que la espero en la oficina- sin más que una afirmación de parte de Betty basto para que Armando se fuera a la oficina.

-Perdonen, ¿saben dónde está Doña Margarita?- pregunto Betty a una de las modelos que descansaba en la pasarela.

-Si, está adentro con Hugo- señaló sin más a la puerta atrás de ellas, Betty agradeció, para abrir la puerta y entrar sin más, sin esperarse la visión que tendría ahí dentro.

Un hermoso vestido blanco, pegado al cuerpo, atrevido y elegante a la vez, cualquiera que lo viera se quedaría hipnotizado, adornado con pequeñas piedras y bordados que lo hacían resaltar más, no solo eso, al ver quién lo llevaba puesto, su corazón se paró, al quitar el velo del rostro de la modelo se veía perfectamente que era Marcela.

Betty no podía apartar la vista de lo que sus ojos veían, pareciese como si Dios dejase a su más hermoso ángel en la tierra, por qué para Betty, eso era Marcela, un ser hermoso, no solo por apariencia física, si no también por su interior, de los pocos días que llevaba conociéndola, sabía que ese vestido blanco no le hacia justicia a lo hermosa que realmente es Mercela.

¿Cuántas veces pensaría en la palabra hermosa? No lo sabe con certeza, tal vez hasta que encuentre otra palabra que pueda definir a Marcela por completo.

Marcetty "Un contraataque"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora