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FINAL

Jungwon miró en dirección a la gran casa. Caminaron en silencio y se adentraron por la puerta abierta, que sorprendentemente, conducía a un túnel iluminado por la luz tenue de alguna simulación de estrellas. Habían telaraña con insectos pegados y arañas de juguete por todas partes, parecía la escenografía de una película de terror barata pero cara para ser un espectáculo de 31 de noviembre.

—Wow, te dije que estos ricachones tendrían buen pasar hasta en Halloween— comentó Soobin, caminando de la mano con Jungwon para no caerse.

—Lo creo— afirmó el más bajo, mirando con curiosidad a su alrededor.

Cuando llegaron al final del túnel, se toparon con la entrada de la casa (aún más adornada) y a oscuras. La música retumbaba en sus oídos atravesando sus pechos. Intentaron entrar con disimulo pero una figura pequeña y espeluznante los tomó desprevenidos logrando que peguen un susto.

Era una muchacha disfrazada de alguna especie de muerto viviente. El latir de sus corazones se reguló pero Jungwon comenzó a sudar cuando ojeó la tableta que poseía la chica en sus brazos. Cuando le sonrió, sintió aún más miedo. Seguramente tenía que pagar para entrar. O quizá era algo realmente privado.

—¡Feliz Halloween! Mi nombre es Chaewon y estoy encargada de la puerta~ —exclamó la chica con una voz divertida. Tecleó algo en la tablet y volvió su mirada a los chicos —¿Ustedes están en la lista o pagan entrada? Quizá se colaron ¿Es así?

No pensaron mucho la respuesta y hablaron en sintonía, en total desacuerdo.

—Estamos en la lista.

—Nos colamos.

Los muchachos se miraron molestos por la respuesta del contrario. Chaewon rió encontrándole gracia a la situación (o quizá estaba muy elevada) e intentó hablar, pero un movimiento en su hombro la interrumpió.

—¿Qué sucede, Chaewon? ¿Alguien más no ha caído en tu espanto de bienvenida?

Un pitido resuena en los oídos de Jungwon y el corazón le sube por la garganta. Inmediatamente siente un cambio brusco en su sistema y se queda parado en la entrada con Soobin transitando una serie de coqueteo forzado a la muchacha para que les permita entrar.

—Jungwon ¿No piensas saludar? ¡Es el profesor Park!— chilló Soobin, dándole un empujoncito.

Jungwon apretó los ojos para salir de su nube densa de shock y negó antes de inclinarse y saludar rápidamente al profesor con una reverencia.

—Como le decía a Chae, estamos en la lista ¿O no profesor?— preguntó Soobin con un movimiento de cejas, arriesgándose a todo al hablarle con tanta confianza.

El profesor Park dirigió su mirada hacia Jungwon por primera vez en la noche y el chico pudo sentirse fallecer. ¿Era miedo? claramente no. Comenzaba a ponerse nervioso. Y cuando su profesor sonrió siniestramente de lado, no ayudó en absolutamente. Una traviesa y sexy sonrisa ladina.

—Claro.

Chaewon frunció las cejas y negó con la cabeza. —Ellos no están en el listado, Jay. Recuerda que tenemos que ser muy...meticulosos con la gente que entra.

Jay...

Quiso pronunciarlo en voz alta para sentirlo en su lengua, pero se sentía muy pesada.

—Ellos pueden entrar si lo desean— interrumpe el profesor a la muchacha—De todas formas, no soy el único encargado del evento, pero sí el dueño de la casa. Mi burbuja universitaria está recaudando fondos con el evento, pero ustedes tienen pase libre a entrar. Yo me iré en un rato.

10/10 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora