Capítulo 10

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Draco cogió la mano de Neville y le besó los dedos, estaba agotado y preocupado. No había habido ningún cambio desde que Neville había sido llevado al hospital.

El sanador les dijo a él y a Augusta que un neuroespecialista vendría de Escocia más tarde ese día para evaluarlo y trabajar en un curso de acción. En algún momento de la noche, Augusta Longbottom había subido a la sala de daños mentales donde su hijo y su nuera eran residentes permanentes.

Habían sufrido a manos de Bellatrix Lestrange durante la primera guerra. Ella había usado repetidamente la maldición Cruciatus hasta que sus mentes dejaron de ser suyas.

Augusta sabía en su corazón que Alice y Frank no entenderían lo que estaba diciendo. Pero la anciana esperaba que en algún lugar profundo de la fortaleza de sus mentes se registrara y ofrecieran una oración por su amado hijo.

Frank y Alice se sentaron y sonrieron a Augusta mientras ella hacía todo lo posible por explicar lo de Neville. Por las miradas vacías en sus rostros, ella sabía que nada se había asimilado y que lo más probable era que no supieran quién era Neville. Era un desperdicio tan desgarrador ver a gente tan brillante reducida a un charco de confusión.

Se despidió de ambos con un beso y volvió a bajar a la sala donde su nieto luchaba por su vida. Las lágrimas cayeron de los ojos de la matriarca Longbottom, que las apartó y se recompuso.

No serviría de nada que Draco la viera desmoronarse.

Augusta besó la frente de Neville y se sentó al otro lado de la cama y cogió la mano de Neville y empezó a cantar. Las lágrimas cayeron de los ojos de Draco mientras escuchaba la melodía, parecía que le llegaba directamente al alma.

En algún lugar lejano Neville Longbottom luchaba con todas sus fuerzas por despertar. Podía oír a Draco llorando y a su abuela cantando. Quería volver para decirles que estaba bien, pero la oscuridad no aflojaba su agarre lo suficiente para que lo intentara. En su lugar, lo arrastró hacia abajo, alejándolo de la gente y de la vida que amaba.

⚜⚜⚜

Hermione se acomodó a la rutina de la enseñanza. Todos los alumnos habían estado preocupados por Draco y Neville, pero aceptaron el cambio de profesor y no dieron problemas a la bruja. Le sorprendió el cambio de comportamiento y actitud de Ginny.

Por lo que había oído, la pelirroja se había propuesto molestar al mayor número posible de profesores. Ahora, sin embargo, estaba tranquila y extrañamente eufórica, lo que dejó a Hermione con una sensación de hundimiento.

Había hablado con Ron y los demás sobre el tema y ellos habían notado lo mismo. Dean le dijo que había tenido Runas Antiguas con ella y que era la primera vez que no la habían castigado. La profesora Sprout se había ofrecido a volver a dar clases de Herbología hasta que Neville se hubiera recuperado. Los alumnos se alegraron de volver a ver a Pomona pero se entristecieron de que Neville estuviera tan mal.

Ginny en cambio no se entristeció en absoluto, de hecho nunca se había sentido mejor. Había algo en observar desde la barrera mientras todos los demás se perseguían la cola tratando de atrapar al culpable. Oh que dicha era tener las respuestas, eran sus Marionetas y ella era su Maestra. Ginny había llegado a la conclusión de que ya no se trataba de Harry.

La idea de perseguirlo sin cesar y convencerlo de que se casara no tenía el mismo atractivo que antes. El murciélago de las mazmorras podría tenerlo, pensó, y de todos modos siempre existía la posibilidad de que algún día lo necesitara para algo.

La idea de poder utilizarlo cuando le apeteciera era más atractiva ahora que tenía el poder de controlar a quién y cuándo estaba dispuesta a esperar.

The Puppet Master ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora