Capítulo 12

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Michael y sus padres estaban sentados en una sala del Ministerio hablando con el abogado. Se llamaba Gabe Barclay y parecía saber lo que hacía.

Había explicado a los Corners que Michael se enfrentaba a 3 años o más en Azkaban por el ataque a Neville Longbottom si salía del coma. Si moría como resultado de las heridas causadas por el ataque, entonces se enfrentaba a la vida o al beso del dementor. En cualquier caso, iba a ir a la cárcel.

Su madre rompió a llorar, su padre se quedó mirando al espacio y Michael permaneció indiferente. Gabe dio un pequeño carraspeo antes de volver a hablar, Michael pareció ponerse ligeramente rígido y miró fijamente al hombre.

"Michael, lo que quiero es que me expliques una vez más lo que pasó la noche que atacaste al profesor Longbottom".

El joven repitió textualmente lo que había contado a Minerva y a Kingsley. Gabe pensó que sonaba demasiado ensayado e intentó un ángulo diferente. La mirada de Michael también era de preocupación, durante la mayor parte de la reunión había estado sentado cómodamente.

Hasta el momento en que Gabe se dirigió directamente a él, en el que su mirada se fijó en él y desde entonces no se había movido. Hablaría con Kingsley después de la reunión. Tal vez el muchacho había sufrido algún tipo de colapso o estaba al borde.

Gabe había sido abogado durante mucho tiempo y conocía bien el arte del lenguaje corporal. Michael Corner le decía que algo no iba bien.

"Podría valer la pena que un sanador le echara un vistazo al joven Corner", dijo sentado en el despacho de Kingsley.

"¿Pasa algo?" Preguntó Kingsley.

"Sólo un presentimiento, me sentiría mejor si un médico le diera un vistazo para estar seguro" respondió Gabe.

"Me pondré en contacto con San Mungo", le aseguró Kingsley.

"Gracias, Kingsley", sonrió Gabe y se despidió del ministro.

El ministro pidió que un sanador que se ocupara de posibles heridas y visitara el Ministerio lo antes posible. Recibió una respuesta esa misma tarde para decir que un sanador llegaría al día siguiente.

⚜⚜⚜

El hechizo para ayudar a Neville a respirar fue retirado al día siguiente; Draco aguantó la respiración durante lo que parecieron horas esperando que el pecho de su marido se levantara por sí mismo.

Apretando la mano de Augusta esperó. Finalmente Neville comenzó a respirar por sí mismo, su pecho subía y bajaba suavemente.

Draco soltó un enorme suspiro de alivio ante el simple movimiento. Estaban un paso más cerca de que Neville despertara.

La curandera O'Neil les dijo a los dos que la sedación a la que estaba sometido se reduciría lentamente y que, si tenía éxito, Neville se despertaría en las próximas 24 a 48 horas si todo iba bien.

"Vuelve a mí, amor", susurró Draco mientras acariciaba suavemente la cara de Neville.

Augusta salió silenciosamente de la habitación para darle a Draco un tiempo a solas con su nieto.

Draco se quitó los zapatos y se subió a la cama acostándose al lado de su marido y pasando su brazo por encima de su cintura acariciando el pecho de Neville.

"Te necesito Nev, no soy bueno sin ti aquí", Draco cerró los ojos y se quedó dormido en los brazos de su marido, deleitándose con la cálida sensación que le producía el simple hecho de estar cerca de él.

Una Medibruja llegó poco después y sonrió al ver al rubio acurrucado contra Neville durmiendo plácidamente.

'Ya era hora', pensó mientras comprobaba que todo iba bien y que los signos vitales de Neville se mantenían estables. 'El pobre hombre no había descansado nada en los últimos días'.

The Puppet Master ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora