𒑟 ⠀ ㅤܹㅤ ⠀ Alas ...

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— Vale, Nick, cállate ya, todo mal contigo, pero, ¿Ya puedes callarte? llevo toda la mañana queriendo escuchar la clase y tú me desconcentras con tus putos susurros, sabes que si no te interesa puedes irte

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— Vale, Nick, cállate ya, todo mal contigo, pero, ¿Ya puedes callarte? llevo toda la mañana queriendo escuchar la clase y tú me desconcentras con tus putos susurros, sabes que si no te interesa puedes irte. — Le tiré un papel en la cara pero él fue más rápido y logró atraparlo, vaya idiota.

— Y tú quién te crees para sacarme de la clase, no eres la profesora, y no me tires cosas, Charlie. — Alzó las cejas y se acomodó en su pupitre, parecía sapo atropellado.

— Ignorante, al menos siéntate bien. — Le saqué la lengua y volteé mi vista al frente, para seguir haciendo apuntes.

— A ti que te-

— Nick, Charlie, ¿Podrían hacer silencio ahí atrás? estoy explicando la clase.
— Interrumpió la profesora mientras nos apuntaba con el lápiz, a lo que yo asentí, me giré sobre mi hombro y le saqué el dedo.

- 🍂 -

— Oye, Charlie, yo creo que le gustas a Nick, mira nada más como te mira. — Comentó Elle mientras comía de sus papas, mirando hacia donde se encontraba Nick.

— No lo creo, él sólo quiere molestarme, además es tremendo dolor de cabeza. — Bufé bebiendo de mi jugo.

— Creo que estás bien ciego, ¿Necesitas lentes? — Esta vez habló Tao, catalogado  como el amante del chiste, entrando en la conversación.

— No, no estoy ciego, pero la verdad es que no creo que le guste, somos personas totalmente diferentes, vivimos en mundos distintos.

— ¿Y él te gusta? — Me preguntó Tao, me miraba atento y con los ojos bien abiertos, daba miedo.

— No lo sé.

Nick era lindo y todo, pero no creo que le guste de esa manera, me caía bien y a la vez me caía mal, evitaba cualquier tipo de contacto con él cuando se me acercaba.

Cuando está con sus amigos es una persona totalmente diferente al Nick que conocí una vez, supongo que sólo lo hace para complacerlos, que cosa más absurda, era más bobo de lo que creí.

Lo miré de reojo y lo caché observándome, me guiñó un ojo y mordió sus labios, qué le pasaba a este tipo. No pude evitar sonreír, era lindo, pero la personalidad que fingía no lo ayudaba mucho.

Terminamos de almorzar y cada quien se fue al área que le tocaba, yo tenía que ir a clases de Artes, Eran muy entretenidas y era algo que me gustaba, la pintura me apasionaba mucho, además que el profesor es un Ángel.

— Hola, algodón de azúcar. — Se sentó a mi lado y se acomodó recargando su barbilla en sus manos.

— ¿Por qué me llamas así?

— ¿No puedo?

— La respuesta es no, Nick, ni siquiera nos conocemos. — Se alzó de hombros y rió, dios, su risa, era hermosa. — Deberías reír más seguido, pero dudo que esos matones te dejen respirar siquiera, sus auras son terribles. — Le dije con media sonrisa, iba a decirme algo pero el profesor habló.

— Bien, chicos, el día de hoy haremos algo muy divertido, van a dibujar un boceto del rostro de su compañero de al lado.

Todos estaban emocionados, incluyéndome, pero Nick no parecía muy contento, siempre todo le daba igual, digamos que no es normal, sus "amigos" le han robado todo su brillo, tomé mi libreta y escribí en las últimas hojas lo siguiente.

"Dime, pequeña paloma, ¿cuándo fue la última vez que estando libre álzaste tu vuelo? ¿quién robó tus alas? ¿quién arrebató tu libertad?"

Guardé en mi pequeña libreta en mi mochila y me dispuse a escuchar al  profesor, nos daba unas cuantas recomendaciones del arte.

— Que aburrido~. — Dijo en un pequeño susurro.

— No es aburrido, además, deberías prestar atención, no eres muy bueno en artes. — Solté una pequeña risa, él sonrió.

No exagero cuando digo que tiene una de las sonrisas más hermosas que he visto, sin duda alguna, Nick era un Ángel perdido en la oscuridad.

— ¿Por qué te me quedas viendo? — Nick sacudió su mano por mi, dios, seguro parecía un idiota ahora mismo.

— Ah, yo... Tienes una sonrisa muy bonita. — Solté sin más, y pude ver como su rostro
se empezó a poner rojo como un tomate, tapé mi cara ocultando mi risa, se veía realmente tierno. — Estás totalmente rojo.

— ¿Qué cosas dices, Charlie? el jugo que te tomaste te hizo efecto.

El resto de la tarde transcurrió neutral, ya había llegado la hora de ir a casa, todos habían salido, sólo quedábamos Nick y yo, me pareció totalmente sospechoso, él tenía sus cosas dentro de su mochila, pero aún así se quedó sentado en su lugar, ¿Debería asustarme y llamar a la policía? creo que sí.

— ¿Qué tanto me miras, Nick? ¿Y por qué no te has ido? — No me respondió, yo tomé mi mochila con intenciones de salir corriendo de ahí.

— Te estaba esperando, para irnos juntos.

— ¿Me estás tomando el pelo? ¿Dónde están las cámaras? — Dije con sarcasmo.

— No, estoy hablando en serio.

Se paró y caminó lentamente hacia mí, di unos pasos atrás chocando con la pared, por más que me guste Nick, no voy a negar que tenía los nervios hasta la médula.

Me acorraló poniendo sus manos a mis costados, y puso su dedo índice sobre mis labios.

— No tengas miedo, no te haré daño.

Estaba demasiado cerca de mí, podía sentir su respiración, su perfume inundaba mis sentidos, era una escena extrañamente hermosa.

Besó mis labios con lentitud, yo me quedé tieso, me costaba creer que esto realmente estaba pasando y que no era producto de mi imaginación. Después de unos segundos le seguí el beso, sus labios se sentían demasiado bien, eran suaves, me besaba con tanta delicadeza, mientras yo quería devorarlo ahora mismo, pero hay que dejar que todo fluya.

One shots; Charlie y Nick Donde viven las historias. Descúbrelo ahora