One shots; Charlie y Nick

𒑟 ⠀ ㅤܹㅤ ⠀ Ocean ...

El viento, el sonido de las olas y el canto de las aves, era el ambiente perfecto para pasar un buen rato luego de una rabieta y un mal rato, el aire fresco era todo lo que necesitaba Charlie para poder sentirse bien, acompañado de lo que más amaba y anhelaba, el mar, su mayor deseo era descubrir lo que hay en él, le daba curiosidad lo que pueda haber allí dentro, aunque las profundidades le daban miedo, su sueño era explorar el océano y conocer nuevas especies y criaturas míticas marinas, esas que tanto veía de pequeño en las caricaturas y las películas.

Su cabello de movía al par de la cálida brisa, junto con la camisa azul que su madrastra le había regalado la noche anterior después de la cena, no le gustaba, más debía aparentar que sí, todo por no hacer que se sienta mal, la pobre mujer sólo quería ganarse el cariño y la confianza de aquel chico rebelde y muchas veces malcriado.

Sumergió sus pies en el agua, rogando porque esta no estuviera fría, entró un pie y después el otro, esperando a acostumbrarse al agua casi helada. El muelle estaba vacío, ha de ser porque las vacaciones de diciembre habían caducado, dándole inicio a un semestre lleno de quejas por parte de los estudiantes, pero para Charlie eso no era un problema, él ya había terminado el bachillerato hace unos meses atrás. Había terminado con su ex-novio Ben, le había dado fin a su relación tóxica, fue muy difícil para él salir de ahí y superarlo, pero no fue imposible, contaba con la ayuda y compañía de su hermana y amigos.

Escuchó una voz casi inaudible y poco reconocible balbucear y quejarse, miró a todos lados, pero no había nadie alrededor, él estaba solo, o al menos eso pensaba.

Se acercó a unas grandes rocas de donde prevenía aquel sonido, quedó atónito, su piel se puso pálida, sintiendo como su corazón casi dejó de latir al instante, llegando a él el miedo y la euforia, al ver una criatura irreconocible, intentar sacar su cola atascada dentro de una red de pesca abandonada. Su piel era pálida, su cabellera rubia casi dorada, dándole un toque de fantasía junto con su gran cola verde, Charlie estaba asustado y a la vez encantado, su asombro era muy notorio.

- Hey. - Aquella criatura lo miró con terror, como si la persona frente a él fuera el mismo demonio, intentó zafarse de la red lo más rápido posible, pero todo fue en vano, dándose por vencido y escondiéndose detrás de una pequeña roca.

Charlie caminó hacia él, sonreía, pero a la vez sentía que caminaba hacia su muerte, más su curiosidad le ganaba.

- Eh, tranquilo no voy a hacerte daño. - Alzó sus manos al aire para ganarse su confianza, o al menos eso estaba intentando. - Yo voy a ayudarte, ¿Bien?

Se deslizó por las rocas y se acercó lentamente hacia aquel tritón, este se mantenía tras la roca, observando cada movimiento de aquel chico totalmente desconocido ante sus ojos, nunca había visto a alguien de su especie tan cerca de él.

- Voy a cortar la red, tranquilo.

Sacó una navaja de su bolsillo, estaba tan afilada que su filo relucía bajo la luz del sol. Cortó las gruesas sogas con mucho cuidado, procurando no lastimar su cola, la pobre criatura se veía muy inquieta, movía su torso de aquí para allá, su desesperación era válida puesto que estaba expuesto a lo desconocido.

- Ya está casi listo, no te mue-

Terminó de cortar las sogas restantes, dejando su cola libre. El tritón movió su aleta tan rápido como pudo, sumergiéndose en el agua, desapareció de la vista de Charlie.

El chico se quedó paralizado, procesando lo que acababa de pasar recientemente, pasó una mano por su cabello, frustrado, una parte de él no reaccionaba, no asimilaba.

Tomó una piedra y la lanzó al agua, furioso, pensó que se estaba volviendo loco, las lágrimas rodaban por sus mejillas y su nariz rojiza, tal vez eso sería el principio de mucho sufrimiento y angustia, descubrir algo nuevo y sobrenatural conlleva a una gran posibilidad, nadie le creería tal cosa o tal vez sólo estaba acercándose a su propia perdición y demencia.