La ultima broma I

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Capítulo VII


El estado del local era bastante deplorable. Era increíble verlo así ya que la noche anterior estaba impecable. Bueno, lo poco que alcanzaron a ver. Aunque era lógico que estuviera en ese estado, debido al "evento" que se montaron. Quizás todas las noches eran igual pero, ¿quien sería la pobre alma que debía arreglar esos destrozos? De todas formas no era momento de preocuparse por eso.... Les tomaría demasiado tiempo, si no comenzaban ya.

Rukawa suspiro ante tal desastre, era agotador de tan solo verlo. Camino en dirección contraria a la que estaba Hanamichi, tan solo para mantenerse alejado y evitar la "conversación" pero era obvio que el pelirrojo no se quedaría tranquilo e insistiría hasta sacarle algo.

- Ey, Rukawa...

- Toma una escoba y comienza por aquel rincón...- le ordeno antes de enfrentarse a alguna de sus preguntas.

- ¿Quien te crees para ordenarme, kitsune?- puso mala cara- quiero saber si tu....

- Yo limpiare aquí... quiero terminar pronto- lo ignoro.

- Arrrgg.... No sacas nada con evitarme...- susurro. Decidió dejarlo tranquilo por ahora.

POV Rukawa

"Fue una extraña sensación que oprimió mi pecho al enterarme que estabas lesionado. Desde ese momento algo cambio... no sabría cómo explicarlo. Debo admitir que desde que te conocí me pareciste alguien interesante pero aunque en un comienzo no conociera la razón de tu odio hacia mí, aun así siempre te tenía presente por sobre todas las cosas.

No estoy seguro pero creo haber sentido culpa después del partido con Sannoh. Si no hubiera sido tan orgulloso y hubiese confiado en ti desde un principio, las cosas habrían sido distintas. Si tan solo nos lleváramos mejor "todo" sería distinto...

Cuando supe que estarías internado no podía aceptarlo, eso me quitaría la posibilidad de verte todos los días y me deprimí bastante, y aunque fui llamado para jugar con la selección japonesa, estaba seguro que eso no llenaría mi alma. Solo quería verte y estar al tanto de todo.

Todas las tardes pasaba por el hospital sin que te dieras cuenta. Preguntaba por tu estado y les pedía a las enfermeras que cuidaran bien de ti y mantuvieran discreción para que no te contaran de mis visitas, de hecho jamás les dije mi nombre... no hacía falta.

Cuando por fin te dieron el alta, me sentí bastante aliviado ya que significaba que estarías bien y podrías volver a jugar junto a mí, pero también significaba que seguiríamos con nuestra absurda rivalidad. Aunque no me importaba seguirte el juego con esas idioteces, si esa la única forma de llamar tu atención lo haría mil veces.

No estaba al tanto de que mis sentimientos por ti, fueran tan fuertes hasta el punto de desearte dia tras dia... el solo hecho de haber sentido el contacto de tus manos sobre mis hombros delato lo que mi cuerpo deseaba con locura. Si no te hubieras montado en mi bicicleta esa vez en nuestro primer encuentro después de meses, aun seguiría sintiendo inocentes sentimientos hacia tu persona pero ya no. Ahora es algo más fuerte y a la vez doloroso.

Ahora actúo extraño por tu culpa...No, tú no eres el culpable, sino, más bien ella... la chica que te vuelve loco...la chica de la que siento celos... me siento realmente idiota por enfadarme con tan solo ver o escuchar el nombre de esa chiquilla. Es desesperante...

¿Como fuimos a caer en el juego de otros? ¿Como terminamos siendo el blanco de esa broma que inicio el cambio de nuestra relación? Por esa broma, estuve a punto de expresarte lo que guarda mi corazón... ¿pero como decirle a mi "rival" que mi corazón solo pertenece a el? Y si mi corazón es rechazado...podrá resistir aquel impacto que me provoquen sus palabras... es cierto, jamás he sido optimista. Estoy seguro que el solo se burlara y jamás me aceptara ya que tiene claro su amor por ella, es imposible que la cambie por alguien como yo... ya que soy un hombre.

Traicion, bromas y malentendidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora