Aunque sepamos que darlo todo no significa que sea recíproco, siempre vamos a esperar una respuesta para satisfacer nuestro corazón.
Es entonces cuando tratamos de justificar lo imposible.
Y esa justificación puede luego convertirse en una obsesión y así del amor solo quedan vanos recuerdos de los momentos felices.
La persona ideal, tú persona ideal, no es aquella que está dispuesta a hacer por ti lo mismo que tu haces por ella. Sino aquella que sabiendo lo que a ti te hace daño, teniendo ese poder, prefiere no usarlo y protegerte .