Ya no puedo seguir

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Esa noche Jaemin estaba soñando una vez más con ese estúpido momento que tanto anhelaba desde que Renjun se fue.

Era un sueño recurrente, un sueño basado en un recuerdo que su mente había guardado con demasiado amor en lo profundo de su subconsciente. Un sueño que se repetía una y otra vez cuando estaba dormido, porque cuando estaba despierto seguía pensando en el y en lo mucho que le gustaría que fuese verdad otra vez.

El sueño era sobre un día ordinario, un día como cualquier otro, para ser, más específicos un fin de semana. Estaban los tres tirados en la cama viendo una película, Jaemin y Jeno uno al lado del otro y Renjun ocupando un espacio sobre Jaemin, con la espalda del mayor en su pecho y con los brazos de Jaemin a su alrededor, la mano de Jeno jugando con el pelo de Renjun.

Recordaba muy bien el aroma a coco del cabello de Renjun, lo dulce que se sentía tenerlo en sus brazos y como su respiración era tranquila mientras estaba con ellos así. No como todas las veces en las que peleaban.

Aunque era un sueño hermoso, Jaemin siempre despertaba llorando, porque sabía que seguiría siendo solo eso, un sueño.

Jeno siempre había tenido el sueño pesado, así que nunca se enteraba de todas las veces que Jaemin despertaba en la madrugada llorando y con el corazón oprimido.

Sin embargo, hoy fue diferente. Tal vez porque el propio Jeno llevaba los últimos tiempos con dificultades para conciliar el sueño de manera apropiada.

-¿Jaemin, estás bien?- preguntó aún estando medio dormido. Jaemin no respondió. Simplemente lloró en silencio -¿Jaemin?

- Estoy bien, solo vuelve a dormir- dijo un poco seco, tratando de que no se note en sus palabras su llanto.

- Amor, ¿qué te pasa?- Jeno se incorporó ahora un poco más despierto y se sentó al lado de Jaemin para indagar sobre lo que le estaba pasando.

- Yo simplemente tuve una pesadilla. No tienes que preocuparte por mi.

- ¿Quieres hablar sobre ella?

- Quiero hablar sobre ella, pero no sé si tu querrás hacerlo.

- ¿Por qué?- preguntó el contrario un poco confundido.

- Porque soñé con él- el nombre de Renjun se pronunciaba póstumamente entre ellos, como si estuviera prohibido mencionarlo y fuera un secreto que guardar a voces.

- ¿Y por qué crees que yo no querré hablar de eso?

-Porque siempre evitas hablar de todo lo que este relacionado con él. Nunca quieres mencionarlo, nunca quieres que diga nada de él.

- Evito hablar de él porque es difícil recordarlo sin que me sienta un completo idiota. No quiero mencionarlo porque así mi mente cree que lo ha olvidado y es un vago intento para que tu también lo hagas- admitió.

- Bueno pero, sea lo que sea por lo que lo hagas, claramente no está funcionado. Lo extraño demasiado y cada vez sueño más con él. No puedo dejar de sentirme así por más que lo he intentado a lo largo de estos dos años.

- ¿Pero qué más podemos hacer? Me he cuestionado una y otra vez qué hacer al respecto y ninguna respuesta es lo suficientemente buena como dejarme seguir adelante. En todo lo que puedo pensar es en que lo necesitamos y que no podemos hacer nada para cambiar eso.

- También lo sé. Por eso creo que deberíamos terminar esto.

-¿Qué quieres decir?- pregunto Jeno un poco atónito.

- Jeno, ambos sabemos que esto no da para más. Si ya no hemos logrado pasar de página en estos dos años, ¿qué nos hace pensar que todavía podremos? Ninguno de los dos puede estar tranquilo y ninguno de los puede estar enfocado en el otro porque está claro que algo nos hace falta y que no importa cuanto lo intentemos, nada puede rellenar su espacio más que él mismo. Sé muy bien que tu también te has dado cuenta, pero solo estamos tratando de evadir la realidad.

- ¿Estas terminando conmigo?- se podía sentir el dolor en su voz.

- Si, y ahora que estoy en el lugar de él, me doy cuenta lo duro que habrá sido tener que tomar una decisión que sabía que era la correcta pero que le dolía demasiado tomar. Aún recuerdo sus ojitos cuando nos lo dijo- Jaemin no quiso seguir un segundo mas en esa habitación, sofocándose por los propios pensamientos de su mente- Me iré al sillón, puedes quedarte y dormir aquí.

Sin más, se levantó y se fue de la habitación dejando a un Jeno confundido y atontado.

¿Esto era todo? ¿Lo perdería a él también así sin más? ¿Cómo es que había llegado a este punto? Jeno no sabía cómo responder a ninguna de esas preguntas. Se acostó de nuevo en la cama y se dedicó a intentar dormir otra vez, sin demasiado éxito.

En la mañana se levantó con las enormes ojeras en sus ojos y la cabeza hecha un lío. Decidió que tomaría un baño para tratar de despejarse y calmarse así mismo. Cuando salió, se encontró con Jaemin en la cocina preparando un café para ambos.

- Buenos días- dijo Jeno ya un poco mas refrescado.

- Buenos días, allí esta tu café- respondió Jaemin de manera apacible.

- Muchas gracias.

- Tal vez sea el último que te prepare- hizo una pausa y decidió continuar- Yo... he estado mirando departamentos últimamente. Conseguí uno muy bueno que no queda tan lejos del trabajo, puedo mudarme allí esta misma tarde si es que me dan permiso de irme del trabajo más temprano.

- Lo has hecho todo igual que él.

- Mucho tiempo me pregunte porqué lo había hecho de esa manera. Ahora que estoy en su posición, me doy cuenta de que es la mejor manera de dejar todo atrás de una vez sin darme tiempo a retractarme.

Jeno solo se quedó en silencio tomando su último café servido por Jaemin.

-¿No me dirás nada? ¿No rogarás porque me quede?

-¿Que podría decirte yo que te hiciera cambiar de opinión? Está claro que si ya rentaste un departamento y planeas irte esta tarde es porque no hay vuelta atrás. Se que voy a sufrir como un condenado estúpido, pero no tengo derecho a detenerte si tu crees que no estando a mi lado las cosas serán mejores para ti. Solo me queda ver como sales por esa puerta y como yo simplemente me quedo solo como el miserable que siempre fui. Además, realmente quiero que sigas adelante y sé que estando a mi lado eso no será posible.

Sin más, Jeno se levantó de la silla, se acercó a Jaemin y le dio un beso en la frente. Ésta despedida se estaba sintiendo como una puñalada al pecho, pero no había mucho por hacer cuando el corazón ya estaba previamente lastimado por una puñalada vieja que no había logrado sanar todavía. Solo quedaba esperar dos cosas. Que sane con el tiempo o que se termine por desangrar. 

Ojos Marrones | NoRenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora