Ojos Marrones | NoRenMin

Empecemos de nuevo

Jeno se levantó esa mañana con un dolor de cabeza que sentía que lo estaba matando. Tomó su teléfono de la mesa de luz y se fijó en la hora.

Eran las 9:30 de la mañana. Estaba muy claro que ya había perdido su hora de trabajo y probablemente lo sancionarían o se lo descontarían de su sueldo. No estaba demasiado preocupado por esto, después de todo ya no vivía con nadie y últimamente en lo único que se dedicaba a gastar mas era en alcohol los fines de semana. Estaba consciente de que había metido la pata por emborracharse un jueves por la tarde, pero había estado todo el día con una angustia enorme en el pecho y la única salida que encontró fue beber.

No recordaba como llegó ayer a casa y realmente no se lo estaba cuestionando mucho, después de todo, que más daba ya si llegó a casa siquiera en un unicornio verde.

Muy en contra de su voluntad, se levantó y se dirigió al baño. Se sentía un poco congestionado y deducía que era por haber estado tomando ayer en medio del frio con solo una camisa.

Genial, ahora no solo estaba hecho mierda emocionalmente sino que tendría que lidiar con un resfriado por lo que restaba de la semana, el generalmente no se recuperaba rápido de cosas así.

Empezó a tener hambre, así fue a la cocina para buscar algo para la resaca y pedir que le trajeran comida a domicilio.

Cuando entró en la cocina, pensó que la borrachera no se le había ido del todo o que ya había llegado a la cúspide de su locura y soledad que ahora estaba viendo visiones. Se quedó parado allí en la puerta de la cocina un poco atontado intentando asimilar si lo que estaba viendo era real o no.

- Buenos días- le dijo Jaemin y esto lo desconcertó aún más.

Maravilloso, ahora no solo estaba imaginando a Jaemin y Renjun en su cocina sino que también le hablaban y precia ser muy real. Renjun solo lo miraba de manera seria esperando alguna respuesta de su parte, pero esta nunca llegó.

Simplemente fue hasta una de las banquetas de la cocina y se sentó intentando despertarse del todo de este raro y extraño sueño. Tal vez el dolor de cabeza y la gripe lo estaban haciendo ver cosas. Se cuestiono si debería medirse la fiebre para saber si era por eso que veía cosas.

- ¿Jeno, estás bien?- preguntó Renjun.

- Estaría necesitando un pellizco para asegurarme de que no estoy teniendo alucinaciones- dijo con la voz aún ronca de recién levantado.

Jaemin no dudo y le dio un fuerte pellizco en el brazo que lo hizo saltar y quejarse de dolor.

- Tampoco nos pongamos tan literales- miro con el ceño fruncido hacia Jaemin y este solo le sonrió. Una sonrisa que no veía hace ya algunas semanas y que extrañaba demasiado.

- Ten, esto te despertara un poco más y te aliviara la resaca- Jaemin le entregó un café y una pastilla para el dolor de cabeza.

- No es que me queje exactamente, pero como que no estaría comprendiendo que está pasando- dijo Jeno dándole un sorbo al café que Jaemin le dio.

- Renjun te encontró anoche tirado en medio del frío borracho y me llamó para que pudiéramos traerte a casa.

Jeno solo asintió- Bueno pues, muchas gracias. Aunque, si están aquí todavía, supongo que no es eso todo lo que quieren decirme.

- Primero que nada, ¿por qué no tienes nada de comida en la nevera?- pregunto Jaemin, parecía un poco molesto- Solo esta ahí la maldita mermelada que compré antes de irme y encima está descompuesta porque ambos sabemos que no te gusta. Jeno, ¿acaso no has estado comiendo?

- Yo he estado pidiendo comida a veces, otras solo he comido lo que dan en la cafetería de la oficina. Así que no he hecho las compras desde que te fuiste, porque después de todo, eras al único al que le gustaba cocinar. Si yo cocinara estaría tratando de matarme a mi mismo.