Amor Clandestino | Camren

Capítulo 28

Esa mañana había despertado más temprano de lo normal, Dinah me levanto en esta ocasión y eso me resulto extraño pues siempre era yo quien solía levantarla.

— ¡Vamos Mila! Hoy es el gran día. —Dijo mi amiga con entusiasmo.

Me voltee para darle la espalda y seguir durmiendo.

—Cinco minutos más. — Le pedí, pero ella jalo de mis pies y antes de caer me agarre de la cama. — ¡Ya entendí!

Normani no tardó en llegar, ambas me ayudarían a arreglarme. Me encontraba muy nerviosa pero no era esa clase de nervios que sienten las novias porque las dejen plantadas, yo sabía que eso no me sucedería a mí. Sabía que Lauren me quería tanto como yo a ella. Esa clase de nervios era diferente, era como cuando sientes un presentimiento.

— ¿Qué sucede? ¿Por qué tienes esa cara? ¿No te emociona la idea de ser la señora Jauregui?

—Sí, solo que ¿nunca te ha pasado que sientes que algo malo sucederá? — Dinah arqueo una ceja.

—No y deja de pensar en eso, hoy es tu gran día. Por cierto... ¿Cuándo fue que te lo propuso? Nunca lo supe. — Normani comenzó a hacerme el peinado, se trataba de un peinado simple, solo harían que unas ondas resaltaran en mi cabello.

— ¿Recuerdas cuando estábamos en el bote del padre de Normani? —Ella asintió. ­— ¿Y cuándo me apartarte de ella para que te diera un consejo sobre como proponerle a Normani ver tu novia? —Normani, quien se encontraba presente comenzó a poner más atención a mi conversación con Dinah al escuchar su nombre.

— ¡Ay por Dios! —Exclamo Dinah. — ¡No bromees! ¿En serio las interrumpí?

—Aja... lo hiciste.

—Pudiste decirme algo.

—Ni siquiera me diste el tiempo de hablar.

— ¿No sabias como pedírmelo? — Pregunto Normani a su novia.

—Si... bueno...yo... —Dinah comenzó a ponerse nerviosa así que decidí hablar por ella.

—Ella sabía, solo necesitaba un pequeño empujón. Literalmente lo único que le dije fue que te lo pidiera.

Cuando terminaron de arreglarme fui a mi habitación para ponerme el vestido de novia. Me lo coloque y me quede frente al espejo viéndome a mí misma. Mi vida estaba por cambiar, estaba por comenzar algo nuevo con el amor de mi vida. Que Brad apareciera solo había provocado que Lauren y yo nos adelantemos en comenzar nuestra vida juntas, para mi realmente ese no era un problema, en cierta manera debía agradecerla eso a Brad.

—Hoy es el día. —Me dije a mi misma dándome ánimos.

Mi celular comenzó a vibrar, lo tome y sonreí al ver un mensaje de mi novia.

"No me dejaras plantada ¿cierto?"

No podía creer que Lauren fuera tan insegura en nuestra relación a estas alturas.

"Lo siento, yo no he podido hacerlo, estoy en el aeropuerto a punto de tomar un vuelo."

Inmediatamente envié el mensaje mi celular comenzó a sonar, por supuesto que se trataba de mi novia.

— ¡No puedes irte yo te amo si no quieres casarte lo comprenderé pero no me dejes! — Hablo mi novia un poco exaltada, solté una gran carcajada y ella pareció confundida. — Es una jodida broma ¿cierto?

— ¿En serio crees que me iría? Creí que ya te había dejado en claro que no me iría.

—No Camila, fui yo quien prometió que no me iría.