Corazón manipulador

Capitulo uno. Entonces nos conocimos

No fue amor a primera vista, ni a segunda, fue un amor ciego que creció incontrolablemente.

Estaba pasando por una serie de cambios en mi vida, quería salir de mi pequeña, segura y reforzada "burbuja de soledad" para socializar con personas que tuvieran gustos similares, entonces decidí hacerme "cosplayer", para no llamar tanto la atención, mi primer traje fue de un personaje un tanto secundario pero con un gran impacto en su mundo, fue entonces que empecé a conocer personas con gustos similares, todos distintos, cada quien en su mundo de fantasías, aquel día la pasé como nunca, me sentía tan bien que mi ánimo se reflejaba en lo que hacía, en el trabajo y en mi familia, veían entonces con buenos ojos aquello que me apasionaba y la felicidad que esto me generaba.
Estando en el evento hice mi presentación, nada vistosa, cómo bien principiante apenas si hice uso de material auditivo con un fondo del reproductor multimedia del computador, pase sin miedo, no pretendía competir, solo entrar en mi personaje y pasar un rato de liberación, mis movimientos representaban el auge y caída de aquella figura que rondó los últimos meses por mi cabeza y que ese día se volvía real, yo, me convertiría en aquella, había un chico que estaba grabando con una cámara, le pedí que me pasará el vídeo por medio de una red social, me dijo que no era suya la cámara, que era de otro compañero, entonces me dió su link, y así, empezó esta gran odisea.

"Cómo la luna busca a la noche, cómo la luna huye del día" Así lo describía a "el" un chico joven que vivía con sus padres, amante de la cultura gótica, las sabias frases y muy fácil de sonrojar, una persona que a simple vista no parecía nada fuera de lo normal pero que por dentro era realmente un mundo de paz, caos, orden, confusión, con una apariencia sencilla y una manera de pensar singular, empezamos una charla común, que se convirtió en una "oda al amor" entonces el se convirtió en "mi querido señor oscuro" y yo en su "amada doncella" me gustaba esa forma de ser, tan gótica, tan romántica, hacía años no sentía nada por nadie y ese sentimiento crecía con cada palabra que nos enviabamos, como una represa rota mis sentimientos que mantenía ocultos crecieron incontrolablemente, no lo había visto, nunca me fijé en el, nunca le había visto en persona, ¿era acaso todo aquello un sueño? sin embargo algo oculto acechaba bajo su inocente perfil, jamás sospeche de el, y jamás puse en duda sus sentimientos, aquellos que en entonces no me correspondían pues estaba con alguien más, aquello no me importaba, quería verle, quería conocerle, quería saber quién era, cómo era, tocarle, sentirle, saber que era real y no algún cuento falso inventado por la internet.
Hablábamos a diario, según aprendí de él, en el tiempo que pasó estaba pasando por oscuras situaciones, una noticia indeseada le llegó, al cabo de que su pareja terminó, y fui yo, aquella en quien pudo consolar su corazón decidida me propuse a conocerle y le pedí que nos viéramos, le dije que tenía videojuegos y le dije cuáles tenía, algo que le alegro pues compartíamos gustos similares, ya había pasado un mes desde que nos habíamos hablado por primera vez, mi corazón había sanado desde hace ya varios años y estaba lista para emprender de nuevo una odisea hacia lo desconocido, un camino que andaría a su lado sin importar nada. Amistad, amorío, aceptaría cualquier cosa que me mantuviera cerca de aquello que yo más quería, aquello era el.

Apenas nos vimos, sentí un aire un tanto extraño, la persona madura y gótica que hablaba conmigo se presentó en forma de pequeño ratoncito de biblioteca, con un gorrito que cubría parte de su mirada y ropas oscuras se alejo de la vista de su casa, no me di cuenta por dónde salió, me sentía muy nerviosa le hice un cumplido y partimos hacia mi casa, estaba muy nerviosa, no quería arruinar nada entonces mantuvimos el silencio todo el trayecto, unos 40 kilómetros alejaba nuestras vistas, pero la internet acercaba nuestros corazones. Al momento de llegar fuimos directamente a mi habitación, en casa mi familia se sorprendió, habían pasado años desde que me habían visto salir con alguien, y la verdad por dentro sentía que lo nuestro debía ser solo una amistad y nada más, no quería más daños, no quería más engaños, y sobretodo, odiaba los rechazos, mi corazón se deshace en miles de pedazos cada que sucede eso. Pasamos una tarde agradable, le dejé ganar un par de veces en los juegos de pelea, entonces nos recostamos un rato a hablar un poco, a estirar nuestros labios para poder sentir la voz de aquel que nos brinda paz y alegría a nuestras vidas, entonces se hizo la noche, y llegó la hora de marchar, en ese momento me sentía insegura, mi corazón latía a mil pero mi mente decía que me calmara y pensará mejor todo, así que le exprese lo que sentía, me arriesgue a un todo o lo que se pudiera, y mi emoción se multiplicó cuando ví ese "vale entonces ahora somos novios".
Estuvimos toda la semana entera hablando de lo mucho que queríamos vernos de nuevo, expresar esos sentimientos que teniamos para nosotros, seguíamos nuestro jueguito de señores de la oscuridad, el siendo mi señor oscura, y yo su leal y amada doncella, le seguiría dónde fuera, estaba total y perdidamente enamorada de su ser, no era su rostro, no era su figura, no era su carisma, ni sus habilidades elocuentes, era su forma de ser conmigo, era el como me miraba, cómo me sentía a su lado, suspiraba por aquel chico quien en las noches me sonrojaba con sutiles y mortales frases romanticas que me mataban noche tras noche. Nos vimos entonces el siguiente sábado, preparada para lo mejor y entusiasmada en la vida más que nunca, la noche era fría y me dió un saquito para el frío, fuimos y comimos unas pizzas deliciosas, le gustaba el picante, a mi no, pero esto no me detuvo para tomarle y apropiarme de esos labios carnosos por los que moría por saborear, sentía como mi frío cuerpo se iba calentando entre más pasaba el tiempo con el, fuimos a visitar lugares bonitos y finalmente terminé mi casa de nuevo, está ves era todo mío y nadie me impediría quedarme con mi amado aunque fuera tan solo una noche.