Corazón manipulador

Capitulo tres. Separación

Nuestras charlas y momentos se volvieron algo que parecíamos no superar, los días pasaban como una eternidad, queríamos más el uno del otro pero las distancias lo impedían, entonces un par de meses después decidí que está aventura veraniega abría de terminar pronto, los deseos, sueños y esperanzas son vanas esperanzas de un futuro que nunca abra de concretarse y como era costumbre nos encontramos aquel fin de semana, nos abríamos propuesto visitar juntos cada parque de la ciudad y como tal lo hicimos, mi deseo por la carne tan solo es algo que me gusta aparentar tan solo para motivar los ánimos y mi deseo por estar con el, despertar cada día a su lado viendo como el amanecer acaricia nuestros rostros, despertar con el, apreciar su lindo rostro cada mañana, decirle cuánto lo amo e irme a trabajar, para llegar al mediodía, verle de nuevo y pasar un rato que se convierte en eternidad a su lado.
El llegó, estaba inquieto pues le dije de manera sería que teníamos que hablar,  nos encontramos y nos dimos un cálido beso, sus labios, su aroma, eran algo singular, eran algo que me atraía sumamente, pero me estaba dando cuenta de ello, cada vez cada momento sentía más la necesidad de el, quería tenerle quería vivir con el, de lo contrario, sería mejor apaciguar las aguas y esperar a que el tiempo nos diera la fortuna de volvernos a juntar después.
Su rostro pálido y preocupado me lleno de incertidumbre, así que para no tensionar más el ambiente se lo dije claramente
"Quiero que terminemos, te amo mucho, tanto que me estás volviendo un enredijo la mente, quisiera tenerlo todo para poder entregártelo pero no tengo nada, trabajo fuertemente cada día pero nada se acerca a mi sueño, mi sueño de estar a tu lado toda la vida, entonces quiero que por ahora seamos solo un recuerdo lindo y precioso de la juventud que tenemos, que si el destino nos vuelve a juntar estemos preparados plenamente para proseguir con el camino que nos lleve a un mejor futuro, nos falta madurez y nuestra situación no es la mejor, así que podemos pasar esta página y proseguir con nuestras vidas"
Vaya discurso tan dramático, intente hacerlo lo más suave posible pero su respuesta fue más grave de lo que pensaba
"Te aburriste de mi"
Me decía entre lagrimas
"Ya no me quieres"
Sus palabras eran un poco inentendibles pero comprendía el sentimiento, le dije que no era lo que pensaba, que lo quería más que nada en el mundo y que daría todo por el, pero por dentro sentía que quería más del el y que no podíamos permitirnos hacernos eso, cada quien tenía nuestra propia vida, bueno el pasaba por una situación algo difícil, su familia no lo quiere mucho que digamos, recién termina sus estudios y aún no tiene su primer empleo, se siente un inutil, siente que no tiene nada, nisiquiera a su mismo. Sus ojos se cristalizaron y se echó la culpa, entre sollozos me decía que le dejará estar cerca, le dije que no, que solo seríamos amigos casuales y ya, me preguntaba ¿Y si llegase alguien más a tu vida, me dejaras de lado? Le respondí, nadie vendrá a reemplazarte, nadie ocupará tu lugar por qué siempre estarás en mi corazón, me miró, extendió sus brazos pero yo cerré los míos, no supe cuánto le dolía, pero a mí me dolía mil veces más pues él era lo que más quería y amaba en este mundo, no podía perderle, no quería perderle, estuvimos en silencio un rato y entonces nos dimos unos minutos en silencio, nos miramos y no pudimos soportar las ganas de besarnos y decirnos cuánto nos queríamos el uno al otro, nos abrazamos y no nos queríamos soltar, mi ser estaba extremadamente conectado con el suyo, nos secamos las lágrimas y concretamos en una cosa, si nos queríamos lo suficiente como para superar las adversidades de la vida, estaríamos juntos hasta el fin de los tiempos, le obsequie una rosa negra, y se puso un tanto expresivo, no entendí el porque, luego me explico que las rosas negras se dan como símbolo de un amor más allá de la vida, uno que perdurará por la eternidad de nuestras almas.