Corazón manipulador

Capítulo cinco. Matrimonio

Lo recuerdo como si hubiera sido ayer, hay una primera vez para todo, y está era nuestra primera vez.
El fin de semana inicio temprano un sábado cuando él, decidido en sus planes invento una fórmula para mantenerme a su lado para siempre, entonces después de pasar un día casual juntos fuimos a dar una vuelta por la ciudad, quería buscar un lugar bonito así que fuimos a algunos, al final nos tomo la lluvia y tuvimos que escampar en un parque, fue entonces que note una leve frustración así que si que me diera cuenta, y en un curioso estuche con un juguetito se arrodilló y me pidió matrimonio, lo ví, lo sentí, mi corazón dejo de latir, mi mente dejo de pensar, era perfecto, era bellísimo, era lo más lindo que alguien me había dicho, estaba sin habla, totalmente ahogada en mis fantasias amorosas y fue entonces cuando algo sucedió, un frío recorrió mi espalda y de una manera extraña reaccione, tome el anillo, el estuche y entre lagrimas le dije
-Lo siento, te amo más que a nada en la vida, pero siento que estamos apresurando las cosas, te quiero mucho y aprecio esto que hiciste, se que te costó por qué todo esto es perfecto, pero la verdad es que mi plan era hacerlo tiempo después, mírame, no soy una profesional, apenas una becaria que subsiste con lo poco que gana, y realmente quiero llegar más allá para poder darte la vida que jamás has tenido quiero ser la persona perfecta para que puedas estar orgulloso de mi y de lo que tendremos, una familia sin problemas hijos amorosos con los cuales compartir nuestros pasatiempos, no quiero ser la madre que está todo el día en el trabajo y ve dos horas de sus hijos, no quiero ser la persona a la que tengas que dedicarle una hora de tu vida, quiero tener tiempo suficiente para que disfrutemos de la vida, de cada minuto, de cada segundo, que a tu lado es tan rápido, tan fugaz, llegas y al rato te vas, no quiero que sea así.
El no vaciló en entristecer sintió mi rechazo como lo ha sentido antes con sus otras parejas, eso pensé, fui muy lejos al decirle eso pero tenía que comprender, si queremos, podríamos durar toda la vida así, un matrimonio no es motivo para que dos personas que se quieren convivan en felicidad, el matrimonio para mi, solo es un lujo que se dan aquellos que ostentan de poder adquisitivo y social, para nosotros los de bajo estrato vivir en unión libre era lo más común, le dije
-Estaré contigo en esta vida, en la próxima, y en todas las demás que vengan por delante, por qué lo que siento por ti, ha llegado a un punto máximo dónde no puede crecer más, no puede ser más por qué ya lo es todo, eres todo para mí, eres todo lo que quiero, eres todo por quien doy lo poco o mucho que tenga, eres mi todo, y siempre lo serás, veamos la manera de poder realizar nuestros sueños, si quieres casarte conmigo, si quiero ser una profesional, si queremos una familia perfecta, el tiempo nos dará la razón pues el destino nos ha juntado.

Aquella noche por primera vez, dormímos de manera pacífica, aquella noche estuvimos más unidos que nunca, y no hubo necesidad de tener sexo para ello, solo hubo que estar en silencio, llenarnos de besos y muchas sueños que narramos y que cumpliríamos con el tiempo.

Los días pasaron
Los meses también
Tiempos oscuros se acercaban
También tiempos alegres
El amor es una fuerza incomprensible
El amor es caos y confusión
El amor es tan solo una pequeñísima parte de nosotros
Por qué todo lo que somos debería ser mayor a lo que sentimos por los demás, cuando no es así, cuando sentimos más por los demás que por nosotros mismos, entonces tenemos un grave, muy grave problema.