Capítulo once. Todos merecen solo una y solo una oportunidad

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Así como el título de este capítulo lo dice, intenté darle una segunda oportunidad, un amigo se enojo mucho por eso, ambos llegaron a tratarse y tan solo un par de palabras se habían enemistado de por vida, aquel había sido un compañero muy íntimo mío, y del otro lado una persona a quien quise, y amé durante años, me pareció muy cómico el suceso, ambos peleando por quien era mejor, quien me quería más y quién merecía mi atención, mi nuevo amigo por un lado habíamos tenido y pasado ya varias cosas, aún así, había seguido conmigo, a mi lado, y le apreciaba, sentía simpatía por el, me agradaba, por otro lado mi ex, quien hacía unos meses había dejado en un ataque de furia y celos, esa situación ya le había resuelto como un caso de "mea culpa" sentí que lo que el pasaba era el resultado de mi mala decisión y sus problemas emocionales, después de todo le dije, todos merecemos una segunda oportunidad, entonces le ayudaba con sus emociones, me agradaba estar a su lado y convertirme en quien veía una sonrisa, hablaba de todo lo malo que le sucedía, y yo solo le podía dar ánimos, también le volví a ayudar económicamente, sus planes con su deprimente pareja se volvieron salidas de aventuras conmigo, quería mantener las cosas así, me gustaba esa amistad de ex que teníamos, quería ser una amiga más, pero, mi corazón, mi estúpido corazón quería más entonces en un momento de debilidad se lo dije, me deje llevar de mis emociones y consigo todo mi plan, entonces sucedió, accidentalmente le llamé para chismosear acerca de lo que sucedía con su pareja, pero está le respondió, me dije a mi misma "la embarré, lo arruiné, me va a odiar, me va a echar, tal vez sea lo mejor, tal vez nunca nos volvamos a hablar y lo mejor es que sea así, me decía a mi misma cientos de palabras que no cabían en mi mente, pero el me dijo, "tranquila, me hiciste un favor, me quitaste un gran peso de encima", aún así sentía que lo que hice estuvo mal y mi corazón no estaba preparado para seguir una amistad con el, mi ser conciente sabía lo que pasaría, pero deje que mi corazón guiará mis acciones, pasaron entonces muchas cosas divertidas, salíamos a montones, entonces me decidí, tenía una joyas entregadas por un pariente que hoy en día no está entre nosotros, y con esa joya pedí que se hiciera un anillo, sería mi segunda oportunidad, un motivo para redimirme, pero no me había dado cuenta, que estaba de nuevo bajo los hilos que entretejían mi destino, en sus manos, es cierto, cuando das tu corazón no lo esperes de vuelta, pues nadie es tan estúpido o loco como para dejar su destino en manos de otro.
Disfrutábamos el tiempo, sus ánimos volvieron a ser la luz que brillaban cada día, cada semana, yo era feliz y de nuevo me estaba encegueciendo por todo lo que sentía hasta que ocurrió, después de un evento conocimos a alguien, no le di importancia, luego después de ayudarle con muchas cosas me pidió que nos dieramos un tiempo, yo se lo había pedido antes, mucho antes, para que el pudiera reflexionar, alejarse de mi pues sentía mucha culpa por cosas que le sucedía, sin embargo de nuevo esa sensación, en un sueño de nuevo todo se me esclareció, el me iba a engañar de nuevo, sabía cuando, cómo y dónde iba a pasar, era la primera vez que con fina exactitud pude ver los sucesos futuros, sabía que al llegar el momento tendría que tener las fuerzas para volver a enfrentar eso, pero cuando tú corazón está con esa persona, no esperes que la razón pueda oírte, llegó el día del suceso, todo iba marchando tal como pensaba, llame para verificar, me dijo "no estoy en casa, estoy haciendo tratos y muy ocupado" pero ví sobre su ventana su sombra, mi sueño y la realidad se sincronizaron hasta ese momento, fue entonces que realmente y por primera vez en mi vida lo sentí, una puñalada fantasmal recorría mi espalda, no pude seguir mi cordura, mi razón, nada, mi corazón solo quería la respuesta directamente de su boca, de esos labios que hasta hacía poco se revolcaban con otra recién conocida, alguien de quién apenas sabía su nombre, aquella persona, que me salvó la vida, me salvó de todo el futuro que conlleva el vivir junto a el, el ser parte de su vida, salió entonces después que le llamé a su habitación, su querida amante salió primero, no me volteo y simplemente se fue rápida y mirando agachada, sí, hiciste algo malo y me hablaré con ella después, por ahora quiero las respuestas de aquella a quien había entregado mi corazón por segunda vez y me traicionaba de nuevo, quien dijo, que un chico por no ser guapo, por no ser atlético, un sexy boy, no era un perro, un maldito desgraciado, una basura de la humanidad, no lo dije yo, se lo dijo él mismo, por qué al entrar quería darle otro chance pero me hizo reaccionar, supe entonces, no soy tan buena persona, no soy una excelente pareja, soy muy permisiva, dejada, soy una persona que ama con el corazón y no con los ojos, pero eso no me sirve de nada por qué ni el corazón, ni mis ojos aceptaban el error, le dije, será la última vez que me verás, será la última vez que me escuches, y para mí será igual, me alejo de ti, del mundo que me enseñaste, de todo lo que me brindaste, y de todo lo que te dí. "Sabes, eres afortunado, obtuviste lo mejor de mi, es increíble, es fabuloso, por qué después de ti, no volveré a ser la misma persona, algo dentro de mi se ha roto, no soy capaz de soltar tan siquiera una lágrima por ti, no siento ya amor, no siento odio, no siento felicidad, ni tristeza, es cierto, este estado decadente y sin sentido, melancolía, tengo mi trabajo, tengo mi familia, no tengo amigos y no creo necesitarlos, no necesito llenar mi mundo con falsedad, entonces que mejor que ser sincera conmigo misma.

EPÍLOGO

Desde ese momento, mi vida tomo un rumbo más alegre, empecé a viajar más, conseguí un trabajo que me permite visitar lugares, conocer gente, hacer de todo y me pagan por ello, la vida me sonríe cada día que pasa, y hasta la fecha de hoy, a la fecha en que terminó de escribir está corta y absurda historia, hasta esta fecha no había vuelto a pensar en esa persona que me causo tanto daño, nose dónde está, que hace, nose si vive o muere, no me interesa, no quiero saber nada, por ello he dejado de hacer algunas cosas, pero es mejor así, que todo se convierta tan solo en un recuerdo amargo del pasado, un recuerdo que jamás se borre por qué hasta la fecha, pensar en ello no me ha tocado el corazón, me da lastima todo el dinero que invertí en esa relación, eso es todo lo que me arrepiento, por qué eso es lo que la sociedad quiere saber, no es así, a la final solo teniendo los pies sobre la tierra y sin fantasear puedes darte cuenta que los cuentos de final felices son aquellos dónde sobreviven los protagonistas con traumas, con heridas, cómo todos los guerreros, y descansan en la felicidad que les ofrece el vivir, en cada pequeño detalle de la vida se encuentra, la felicidad es fácil de hallar está aquí, está allá, a veces es gratis y otras pagas por ella, todo en la vida vale la pena, incluso los malos momentos, estos te enseñan y te hacen mejor persona, o a veces peor, terminas en un círculo sin sentido y no te das cuenta pero la realidad es única y cierta, a ti, solo te debe importar a ti mismo, aquí termina mi historia, los empáticos deben dejar de existir, para que los demás puedan vivir el sufrimiento de la vida y aprender a vivir con ello, y no robarnos esa esperanza de conocer a alguien de bien, todos son malos, todos mienten y eso es la misma verdad.

Corazón manipulador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora