Wattpad me borro esta historia 🙃🙃 aquí vamos otra vez y todas las veces que la borre
Tsukishima creía conocer a Yamaguchi, y podría presumir frente a quien sea ser quien mejor lo conocía, Tsukishima enserio pensaba que no había nada que no pudiera saber de su pecoso amigo, amigo, esa palabra ya no parecía correcta, no cuando en ese momento tenía al bonito pecoso de rodillas frente a su cama, con las mejillas teñidas de rojo, entre sus piernas; era tarde y la habitación estaba en penumbras iluminados escasamente por la luz que se colaba desde el exterior; no parecía momento para cuestionarse como habían llegado a esa situación pero lo hacía, sobre todo cuando hace menos de una semana Tadashi aseguraba estar muy enamorado de su ahora ex novia
–Tadashi– musitó pasando la mano por la cabeza del castaño, enredando sus dedos largos en las hebras oscuras jalándolo sin fuerza, los ojos brillantes del pecoso se encontraron con los suyos, entre las sombras percibió la lujuria pintada en ellos, sus manos sobre el interior de sus muslos seguían subiendo y bajando, su pantalón estaba desabrochado pero el más bajo aun no hacía ningún otro movimiento
–No me pidas que pare– prácticamente exigió –No lo voy a hacer– se mordió el labio, adorando el cambio en la confianza del chico que había experimentado desde su primer año
–Solo iba decirte que no te ahogaras– sonrió con malicia viendo como los ojos de Yamaguchi se abrían con sorpresa antes de darle un manotazo en la pierna, se rio y el chico entre sus piernas también, abrazo las caderas del rubio escondiendo el rostro en su estomago antes de levantarle la camiseta, sus manos recorrieron la piel pálida de su espalda y cintura mientras sus labios hacían un recorrido por su estómago, bajando, lentamente, con besos húmedos, su lengua paseándose lentamente por la orilla del bóxer que aun cubría la semi erección de su amigo, tomó el borde bajándolo hasta conseguir sacar el miembro ajeno, mordiéndose el labio, sonrojado y con la respiración agitada por la expectativa, suspiró cuando la mano ajena acarició su nuca empujándolo despacio hacia la punta de su miembro, sintió la boca volverse agua, trago removiéndose, sintiendo su propia erección apretada por la ropa.
Besó la punta ganándose un suspiro por parte de Kei, sonrió apenas, deslizando la lengua con lentitud por toda la extensión, sintiendo su cuerpo calentarse más al tiempo que el de lentes jadeaba, paseo su lengua con paciencia rodeándolo, volviendo a la punta donde presionó contra la hendidura
–Tadashi– jadeo, acariciando de nueva cuenta su cabello, mientras él, entre sus piernas respiraba agitado con su lengua pegada a él Tsukishima se convencía que aún había más por conocer, sus labios tibios estaban alrededor de su miembro duro y él queriendo conocer aún más de esta faceta, quería conocer cada recoveco, cada curva y doblez del pecoso, lo quería todo y todo solo para él, su boca subía y bajaba con lentitud, sus dientes sin rozar el miembro caliente, casi sin esfuerzo, no sabía como o quien le había enseñado pero mierda se lo agradecía, esa preciosa boca lo estaba llevando a lo más alto del paraíso, tan jodidamente hábil
–¿Lo disfrutas Tsukki? – su mano estaba ahora sobre su miembro moviéndose con lentitud mientras su lengua estaba pegada a la hendidura en la punta de su miembro–No tienes idea– jadeo con la cabeza hacia atrás, una media sonrisa se asomo en sus labios cuando se apartó, recibió una mirada de reproche
–Lo siento Tsukki– beso bajo su ombligo –Ya sigo– se quito la camiseta, acalorado, paso la mano por su cabello echándolo hacia atrás, se relamió los labios y volvió a meterse la verga de Kei en la boca, acaricio el interior de sus muslos incitándolo a separarlos más, cosa que obedeció sin chistar y mientras su mano acariciaba el cabello suave de Tadashi su erección desapareció por completo en aquella cavidad húmeda y caliente, gimió, por la imagen del castaño tragándolo todo, hasta la base, como todo un jodido profesional, sus ojos castaños miraron los de él con lujuria, caliente, se encorvo un poco sobre si mismo, amando cada sonido húmedo de la boca ajena sobre él, deleitándose con la vista de su pene completamente erecto desaparecer sin dificultad en esa boca, los labios de Yamaguchi estaban rojos e hinchados, brillando por la saliva que se le escapaba entre las comisuras, se apartó apenas para respirar
–No dije que pararas– y antes de poder decir algo aquel trozo de carne palpitante estaba otra vez golpeando su garganta, sintió los ojos llorosos pero lo peor fue sin duda lo mucho que eso lo calentó, se sostuvo de las caderas ajenas mientras Kei con sus dedos sosteniendo firmemente su cabello embestía su boca, su pene duro dentro de sus pantalones palpitó con dolor, Tsukishima empujaba hasta el fondo de la garganta del castaño lento y constante, jadeando y gimiendo por la imagen que le entregaba su amigo, Tadashi gimió cuando el agarre en su cabello se apretó, la saliva resbalaba por su mentón y algunas lágrimas corrían por sus mejillas, las embestidas más bruscas golpeando su garganta, bajo su mano buscando masturbarse para aliviar el dolor en su entrepierna, jalo más fuerte el cabello de Tadashi –No te toques– y gimió entrecerrando sus preciosos ojos cargados de deseo –Lo harás cuando yo lo diga– el pecoso asintió apenas
Kei apartó su miembro permitiendo que respirara agitado, deslizó la mano por el mentón del menor quien cerro los ojos aceptando gustoso –Abre la boca– obedeció sin rechistar, abriéndola tanto como podía, gimiendo cuando de una certera embestida esta fue llenada de nueva cuenta por la verga dura y goteante de Tsukishima, entrecerró los ojos moviendo la cabeza sobre ella al ritmo que el más alto marcaba, su verga dura dolía en sus pantalones, movió las caderas al aire desesperado por tocarse, el ritmo en su boca se volvió desordenado, el de lentes sin molestarse en callar sus gemidos seguía golpeando su garganta con su duro miembro, estaba tan cerca de acabar, gimió entrecerrando los ojos cuando la mano de Tadashi jugo con sus testículos cargados –Tadashi– lo llamó desesperado, el muchacho moviendo su cabeza de arriba abajo sobre el duro pene del rubio, el nudo formándose en su vientre bajo –Ya... ya puedes...– no necesito terminar la oración cuando la mano que antes manoseaba sus testículos desapareció en su pantalón, sacó su miembro goteante y necesitado masturbándose con prisa, gimiendo con la boca llena, sacando parte del pene de Kei de su boca para poder saborear el semen caliente que estaba por salir, gimió alto cuando el orgasmo llegó, empujando sin piedad en la boca de Tadashi, su pene golpeando una ultima vez su garganta antes de dejarlo todo en su lengua, el castaño gimió cuando tuvo el sabor amargo de su amigo en la boca, negándose a dejar salir aun a Kei empujo su cabeza una vez más sobre él tomando tanto como podía, succionando ligeramente la punta, se vino al cabo de unos segundos, aun con la verga de Tsukishima en su boca, salpicando la cama y su propia ropa con el chorro caliente de semen.
Kei acaricio con suavidad su mejilla antes de inclinarse y besarlo, acercándolo por la nuca, sintió el deseo subiendo nuevamente cuando sintió su lengua con la de Tadashi, su lengua con el semen que no había tragado aun
–¿Te gusta tu sabor? – mencionó entre besos con clara intención de provocar, el rubio le jalo el cabello sacándole un gemido
–No está mal, ¿qué tal si me dejas probar el tuyo? – gimió otra vez, solo por imaginar a Tsukishima comiéndose su verga caliente y dura con hambre, como lo había hecho él anteriormente
–Si a todo– rio, se sentó en el regazo del rubio besándolo, acariciando el cabello rubio –¿Viste algo de lo que hice? – se apartó para preguntar, con burla, porque Kei estuvo todo el tiempo sin sus anteojos y con la luz apagada, el mencionado le dio una nalgada que lo sobresalto y encendió la luz de la lampara aun con él encima
–No mucho, pero tenemos toda la noche para vernos– el castaño le beso la mejilla con cariño
–Y para hacer más que eso también– Tsukishima rio con ligereza
–También– besó los labios de Tadashi con suavidad, la noche ciertamente era larga y ellos tenían la suerte de estar solos hasta el día siguiente.