Era de Bros, si, claro que sí, solo se estaban ayudando, nada más, era lo que un bro hacia; Nishinoya estaba frente a él, esperando su respuesta, igual de abochornado que él, finalmente Tanaka asintió, con las manos hechas puño sobre sus muslos, avergonzado por la situación, los videojuegos quedaron de lado cuando el más bajo se le acerco a gatas, se detuvo casi sobre él, el muchacho trago saliva separando las piernas, dejándole lugar a Yuu, jadeo cuando la mano ajena se coloco sobre su entrepierna, sobre la tela del holgado pantalón de algodón, sobre la erección que había brotado casi sin querer
–Relájate Ryuu– trago saliva, la voz de Nishinoya más baja –No estamos haciendo nada malo– se encontró a si mismo prácticamente hipnotizado por los ojos castaños, gimió sin querer cuando aquella mano tibia se metió finalmente en su ropa, tomando su erección directamente, comenzó bombeando con lentitud, conteniendo el mismo su respiración cada vez más agitada, extrañado de la creciente ansiedad por tocar a su amigo, Tanaka comenzó a relajarse finalmente, apoyando las manos en el suelo detrás suyo, abriendo más las piernas para darle más espacio al bajito, jadeo al aire, con la mano ajena moviéndose con destreza sobre su miembro endurecido, húmedo por el líquido preseminal, entreabrió los ojos solo para encontrarse con la mirada oscura de Nishinoya fija en él y la misma carpa que antes se encontraba desatendida en sus pantalones en los del castaño, se relamió los labios, si el más bajo podía hacerle el favor no veía porque no podía devolvérselo, tomo valor y metió sin mucha ceremonia la mano en el pantalón ajeno, Nishinoya a diferencia de él era más ruidoso, lo descubrió en cuanto su mano comenzó a moverse, el del mechón jadeaba y soltaba algunos gemidos sin vergüenza, el mismo se encontraba perdiendo sus inhibiciones ante la actitud del otro, gimió cuando los dedos jugaron con la parte debajo de la cabeza de su erección, tocando con dedicación, imito esa acción consiguiendo una respuesta casi automática, Nishinoya inclinándose encima suyo antes de que en un movimiento rápido se deshiciera de su pantalón corto y ropa interior, Ryuu jadeo, su erección desatendida, los muslos del castaño a cada lado de sus piernas, su mano bajando con urgencia el pantalón y ropa interior, su erección choco contra su vientre bajo y antes de poder digerirlo se encontraba siendo masturbado junto al miembro duro de Yuu, sus manos se entretuvieron en la cintura del más bajo, metió las manos bajo la camiseta, sosteniendo entre sus manos la piel tibia de su cintura, ayudando a marcar el ritmo, Nishinoya cruzó un brazo sobre el cuello del rapado, moviendo las caderas contra él, frotando ambas erecciones entre sí, asegurándose de que su mano las mantuviera unidas, Tanaka junto su frente con la de su amigo jadeando contra su boca, ambos sonrojados, apresurados, aparto una mano de la cintura tibia del libero solo para bajarla entre ambos cuerpos ayudando a masturbar a ambos
–Noya– jadeo su nombre bajito, aun con cierta vergüenza, los ojos de este parecieron devorarlo en ese momento, se mordió el labio, resistiendo el impulso de morder los del castaño, mientras su mano se movía sobre ambas erecciones la del más bajo se perdió un poco más abajo, jugando un poco con los testículos de Ryuu, sonrió ladino
–¿Quieres que te enseñe algo bueno? – en el estado de agitación en el que estaba solo atino a asentir, con toda la sangre acumulada en la cabeza de abajo, gimió cuando la mano más pequeña con algo de dificultad bajo más allá de sus testículos tocando algo nuevo, adictivo, sus dedos siguieron ahí
–¿Dónde...? – empujo sus caderas más duro contra las del rapado, parecía que en cualquier momento el más bajo lo iba a devorar, la mano en la cintura bajo, apretando su trasero antes de buscar el lugar que lo estaba haciendo sentir tan bien, Nishinoya gimió cuando lo encontró, se mordió el labio acariciando con esmero el perineo del chico
–Se siente bien ¿Verdad? – dijo entre gemidos y sonrisas llenas de coquetería, se arrastro con el más bajo sobre sus piernas hasta conseguir apoyar la espalda en la cama, acomodándose para darle mejor acceso a Noya, dejo caer parte de su peso sobre el más alto, ambas manos entre las piernas de ambos, una más abajo, jugando con el perineo del rapado y la otra sobre el par de miembros erectos
–Noya...– jadeo el nombre ajeno nuevamente –Voy e venirme– anunció, su mano ahora se encontraba sobre una de las nalgas del chico, apretándola, marcando el ritmo, gimió apoyando la nuca en la cama, cerrando los ojos mientras el semen caliente salía, manchando la ropa de ambos, Nishinoya se mordió el labio masturbándose con ganas, a punto de llegar, llevo su otra mano hasta sus testículos, echándose hacia atrás, confiando que Tanaka lo sostendría, cosa que así fue, sus brazos alcanzando a sostenerlo antes de que pudiera caer, gimió alto cuando llego, entrecerrando los ojos, mirando fijamente al más alto mientras las tiras blancas salpicaban la ropa de su amigo, llegando incluso a su rostro, Yuu se inclinó, acechando, con la mano aun sobre su sensible miembro, Ryuu trago saliva expectante, sintiendo la excitación subiendo a medida que el más bajo se acercaba
–¿Me prestas una camiseta? – Tanaka asintió aun desorientado, Noya se quito de encima del rapado sentándose en la cama, con las piernas separadas aun, sin pizca de vergüenza, algo cohibido se levantó, tomando una camiseta limpia para él y su amigo, para cuando le lanzó una este se encontraba desnudo sentado en la cama, Tanaka dudo, preguntándose si lo estaba provocando, apretó los labios, con un par de zancadas se encontró frente a Nishinoya –¿Qué pasa? – no respondió, coloco su mano en la nuca ajena y se inclinó, presionando ambas bocas en un beso desordenado que Yuu tardo algunos segundos en corresponder
–Estas provocándome– aseguro, Nishinoya se relamió los labios, sonriendo de nueva cuenta, desafiante, seductor
–No se dé que hablas– Ryuu cortó sus palabras con otro beso, empujándolo esta vez sobre el colchón, abriéndole las piernas con rudeza para acomodarse entre ellas
–Lo sabes– le mordió el cuello obligándolo a jadear, sus manos metiéndose más entre esas piernas –Lo sabes muy bien– cruzó los brazos por el cuello de Tanaka guardándose la sonrisa victoriosa.
