Infinita Represión Cromática

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29 / noviembre / 2022

Que me quieras es una duda, en la cual no quisiera indagar, me asusta. Prefiero guardarlo entre los pálpitos que me quedan en el corazón.

Es una de esas culpas con las que estoy acostumbrada a lidiar desde hace mucho tiempo. Desde la época en la que los flamboyanes por la José Horacio Rodríguez, estaban en su auge. Misma época en la que todavía se exhibían los restos del ferrocarril Sánchez - La Vega.

Tiempo en el que aún permanecía esa fuente defectuosa de aquel parque, en el medio de aquel caos cuando salía la luna, y que coincidía con mis ojos grises multicolor, al observarnos cada mañana, mientras transcurría su periferia.

Desde que la luz pude ver en la pequeña institución hospitalaria de la Báez Soto.

Desde ese entonces, guardo todos mis encuentros, experiencias, pesares y recuerdos de los demás ojos grises que portan siempre con ellos sus numerosos tomos morales, pseudo - psicosociales y bíblicos.

Porque inquieto, ingenuo e inseguro ha siempre sido mi corazón, portador de mil amores ilícitos en los tomos, pero que cuidadosa y secretamente los he explorado y aceptado con el tiempo. Que de hacerlo, me estaría encaminando a mi paz y tranquilidad interna.

Pero ya no tengo la misma valentía de antes, contigo no me atrevo ni a intentar, siento que mi cuerpo, con tu reacción se podría calcinar, aunque lograrás tus palabras endulzar. Porque lo que me aterra es la verdad, que duele más que la duda, ya que de esta me he aferrado desde pequeña, sin dificultad alguna.

Y de la manera que te amo, no se si lo sabes, pero ¿Ir yo detrás de la confirmación? De los nunca jamases.

Psicodinámica y Psico - que más daDonde viven las historias. Descúbrelo ahora