Desgarre pluvial, quebradura admisible

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Jueves 06 de abril del 2023.

Confusión es el sentimiento que más conozco, el que más siento.

Obsesión? La conozco, ... lo suficiente para saber que te quiero cerca, que quisiera que me sintonizaras,  ... que sintonizáramos el sentimiento en el mismo eje. Conozco la obsesión lo suficiente, para saber que te amo con todo. Lo suficiente, para saber que no eres un juguete nuevo de mi diagnóstico.

Segura. Porque tanto en el amor, como el hacerlo, en ambas estoy de acuerdo. Contigo. De la misma manera como lo fuera con cualquier otro individuo.

Mi ser fluye como ríos fríos de Constanza, nutriendo las tierras con minerales que hacen crecer los cultivos. Soy lo que siento, no lo que mi derma-traje me hace parecer.

Soy como el mar, a veces con temperaturas mixtas, oleajes grandes, y otros de vibras onduladas, como la música que me arropa cuando no puedo estar allí, con mis pies enterrados en la arena, que serena mi fuego primitivo hacia lo que sé que no pasara, ... como los pinos que ocultan lo que sabes, pero lo que hubiese querido, que no ocurrirá.

Pero no podré mejorar hasta alejarte, sin quererme alejar. Porque lo que te añoro es fuerte, tan etéreo que me duele. No me duele el rechazo, me duele las cosas que creí posibles, no poder ser, ... confirmadas. Natural el imaginar en seres humanos.

Como tengo que superarte, o mejor dicho, dejar de lastimarme, tengo que poco a poco ir remando hacia otro lugar, para mi alma abrazar, y contemplar el posible plan de una vida sin ti, cerca de mi en lo absoluto.

Lejos, físicamente, lejos ... hasta que parta de este universo tan complejo y disparejo. Así se desvanecerían las incomodidades que te haya hecho pasar al no ser yo el mensajero que hubieses deseado que fuera. Así, ... la oportunidad de otra persona ser tu amiga o amigo del alma sea más seguro, y menos riesgoso a arruinar algo que no debería arruinarse. Así, te olvidas al menos, a plazos, de mi, sin que la incomodidad que ahora existe nos termine de marchitar y no continuemos estando, solo por estar.

Soy como un riachuelo, poca agua, poco que ofrecer en un alto alcance. Y mi radio de frecuencia no toca el tuyo, no existe, no hidrata esa parte de mi ecosistema.

Algún día te recordaré con tanto cariño y nostalgia, y una melancolía fuerte y abarrotada, pero con consciencia libre y limpia de no estar dañando tu corazón, tus deseos, tu línea.

La lluvia me tocará y será lo más cerca que llegaré a tenerte, la única manera en la que un abrazo tuyo se sentirá como uno dado en el alma. Cuando llueva te veré y mi mirada se perderá, sentiré el vacío. Pero lo mejor será cuando en una lagrima, lo mucho que siento por ti, exprese. Aunque no estes allí, en el bosque, en la orilla del mar, en las montañas de neblina, ... te sentiré, y aunque tu no me sientas, yo si lo haré. Aunque tu camino, lejos esté.

La lluvia, tu lluvia, regará mi árido corazón, de una u otra forma. Pero nunca dejará de tocarlo. Lo importante es que el tuyo esté florecido y anclado a el corazón con el que si visualizas el tuyo, anclado.

Mi alma llora, fuerte, llora, me desgarro por dentro, que devastador es amarte, aunque no me ames en el mismo atardecer que si lo hago.

Pero al menos feliz serás, amando a quien si creas que te pueda brindar lo que yo no.

Lluvia, mi alma.

Psicodinámica y Psico - que más daDonde viven las historias. Descúbrelo ahora