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Go Woo-Jin levantó sus ojos negros como si estuviese desconcertado, y luego endureció sus labios lo suficiente como para tener un aspecto bastante aterrador.

— ¿Qué quieres decir con 'ya'? Te lo digo por si acaso, pero por 'confesión' me refiero a que viniste a mi casa hecho un desastre y gritando. ¿Tienes algo más que confesar?

<<Todo se fue a la mierda (*Maldita sea).>> Después de escuchar las palabras de Woo-Jin, Jae-Chan se dio cuenta de lo que había pasado. Era lo peor.

<<¡Oye, tú! (se refiere a sí mismo -SJC-) ¡Hijo de puta!>>

<<Si regresaste, deberías haber vuelto antes de haberte confesado a este tipo>>.

Había una diferencia tan amplia como la distancia entre el cielo y la tierra cuando se trataba de 'tener' un amor no correspondido y 'confesar' un amor no correspondido. Recordó el momento de la confesión que había olvidado, o enterrado a la fuerza, en blanco.

¿Cuándo fue? Pensó que fue el verano pasado... ¡Aak! Sólo pensar en ello le hizo gritar como si estuviera sobre una placa de acupresión.

— .... Uhm. Eso es.

Las palabras no le salían. Estaba tan avergonzado que por un momento se convirtió en un idiota con la boca rota.

No fue una confesión normal que él, a sus 21 años, pudiera llamar una confesión adecuada. Literalmente, tenía una botella de soju atascada en la garganta, y hablaba con la sinceridad de un borracho. Era de los que se acuerdan de todo cuando beben alcohol, así que pensó que iba a romper la manta y comérsela de la vergüenza después de dormir un rato. Incluso tuvo una consulta psiquiátrica para olvidar la humillación.

<<Ha-ha, todo el mundo vive mientras lidia con sus recuerdos vergonzosos. Si intentas forzarte a olvidar, las arrugas de tu cerebro se hacen más profundas. Déjalo como está y cuando te venga a la mente solo contempla. Dirás: — Oh, qué vergüenza...—, y lo dejas pasarte de largo.>>

Se le puso la piel de gallina al pensar en su psiquiatra sonriente, divertido por sus problemas. Por un momento se vio arrastrado a un mundo lejano a causa de la conmoción, y apenas volvió a la realidad respirando profundamente. Sacudió la cabeza.

— Eso... Por culpa del alcohol no estaba en mis cabales.

— .......

— No creerás cada palabra que sale de la boca de un borracho, ¿verdad?

Sun Jae-Chan eligió evitarlo todo. Confesar justo después de beber alcohol fue la mayor historia negra de su vida, pero debido a esto, tenía una excusa perfecta para justificar la lamentable situación.

— ¿No fue una confesión?

Preguntó Go Woo-Jin en voz baja. Jae-Chan inclinó la cabeza mientras se distraía con el deseo de borrar su falta de juicio.

— No.

Mientras respondía, retrocedió. -Deu-reuk-, empujó el taburete hacia atrás aplicando fuerza a la parte delantera de las zapatillas. Dejó al descubierto su vergüenza, pero pensó que no podía evitarlo de todos modos. En sus días de inmadurez, el momento de la confesión que apenas había enterrado, se revivió claramente haciendo que su rostro se sonrojara por la humillación.

<<¡Go Woo-Jin, eres guapo! ¡Go Woo-Jin, me gustas! ¡Te digo que me gustas, bribón! ¡Go Woo-Jin, eres guapo! Sniff sniff. ¡Realmente me gustas! Sniff sniff.>>

Quiso huir inmediatamente como un rinoceronte. <<Mocoso loco, ¡¿por qué has hecho eso, por qué?!>> Su esbelto cuello se puso rojo.

— Estaba borracho, así que dije algo inapropiado.

GOE (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora