Los farolillos que adornaban las paredes de las casas de estilo mediterráneo iluminaban las callejuelas por las que Martina caminaba en busca del famoso restaurante Graña. Se trataba de un lugar cargado de romanticismo que condensaba en sus terrazas, heladerías y tiendas. Martina estaba asfixiada, las cuestas de San Gabriel no eran cosa menor. La más empinada se elevaba hasta llegar a la catedral. Un edificio que, con su fachada policromada de inspiración árabe y sus elementos románicos, bizantinos, góticos y barrocos, presidía un bellísimo conjunto arquitectónico, compuesto por dos basílicas, una cripta, un campanario y el impresionante claustro de los ángeles caídos. Después de una ardua caminata por fin dio con el dichoso restaurante. El local se hallaba muy cerca de la catedral y estaba integrado en un antiguo torreón que formaba parte de la muralla del casco histórico.
La verdad que el camarero no está nada mal...Casi ni me ha importado que me mirara las tetas mientras me indicaba una mesa libre para sentarme. Como se me crucen los cables me lo llevo después de cenar al jacuzzi con vistas al mar. Me entra un poco la depresión cuando veo que todas las otras mesas están ocupadas por parejas, y yo, la loca de los gatos, más sola que Jack en el fondo del océano.
Menos mal que los raviolis rellenos de salmón llegan a tiempo para alegrarme. La comida es mi única debilidad en esta vida. No puedo evitar enviarles una foto a la chupipandi, ya parezco uno de esos youtubers que se graban comiendo y viajando por el mundo.
Martina
<<foto>>
Fer
<<ahí dando envidia...serás perra>>
Paula
<<emoji cara babeando>>
Aitana
<<vaya pinta joder>>
Martina
<<pues mirad el postre... >>
Martina
<<foto>>
Paula
<<emmm...hola?? y ese maromazo???>>
Paula
<<creo que ya estoy mejor, voy para allá>>
Fer
<<igualito que nico....Xdddddd>>
Aitana
<<hala....k capullo XD>>
Ya tenía que hablar como siempre el puto Fer para recordarme a mi ex, con lo bien que estaba yo. La botella de vino blanco ha volado prácticamente en lo que llevo de cena. El alcohol tiene un problema, o más bien yo con él...y es que me pongo muy cerda cuando bebo. No puedo aguantar más, es más que obvio que le molo al camarero, creo que me voy a lanzar y le voy a preguntar si quiere acompañarme a casa. Jodida suerte la mía, otro tiarrón se acerca al camarero, se saludan animadamente y le planta un beso en la boca. Mejor me ahorro contar esta parte en el grupo. Pago la cena y decido llamar a un taxi que me lleve de vuelta a casa, ya he tenido bastantes movidas por hoy, una retirada a tiempo es una victoria.
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Tu piel sabe a-mar (Copyright 765-915026)
Teen FictionMartina es una joven de 23 años que en el mismo día que presenta su TFG de veterinaria su novio Nico corta con ella por Whatsapp. Por si fuera poco, el viaje que había organizado junto a sus amigos se tuerce cuando éstos enferman en una fiesta la no...