QUIRKLESS [V.1]

10: Quirk

"¡Venga!" Le gritó a la niña "¡Eres una floja! ¡Inútil, hasta los peces son más listos que tú!

"¡Tienes que ser más fuerte!"

"Venga, ¡trabaja bastarda!"

"Eres basura."

Esas voces retumbaban en la cabeza de Izumi. Su padre era un infierno. Era el diablo en persona.

Pero pensar que su hermano pasó por lo mismo...

Pero el estuvo 9 años aguantándolo todo. Ella solo una semana. Siempre pensaba en él. Tenía unas ganas tremendas de abrazarlo y pedirle perdón por todo.

Y pensar que hace unos meses se fue...

Sus padres les habían metido cosas malas sobre Izuku en la cabeza.

Y ella se las creía. Se sentía una tonta, inútil e imbécil.

Por no darse cuenta de nada.

Izuku cada día lloraba solo, se golpeaba e incluso hablaba con el mismo.

A veces creía que se cortaba.

"¡Inútil, voy a salir a beber una cerveza con mis amigos! ¡No salgas!" Gritó con una voz drogada. Es verdad, a Izumi se le olvidó que su padre se drogaba y bebía.

Cuando cerró la puerta de un portazo, rápidamente se dirigió a su habitación. Tardó un poco, ya que estaba herida, y después cogió el teléfono de debajo la cama. Ya estaba harta de su puto padre.

Marcó el número de Naomasa, y le llamó.

"¡Izumi, cuánto tiempo!" Dijo Naomasa alegrado, girando con la silla. "¿Que tal? Ya han pasado 6 mes..." Naomasa no pudo terminar, ya que oyó que Izumi estaba llorando agitando fuertemente.

"¿¡Izumi, estás bien!?" Gritó preocupado, levantándose de la silla. Pero solo escuchaba sus jadeos. Intentaba respirar. "¡Izumi respóndeme!" En ese instante apareció Aizawa con dos cafés.

"¿Naomasa, quie...?" Dejó de hablar cuando vió que Naomasa estaba gritándole al teléfono. Dejó los cafés a un lado. "¿¡Naomasa que ocurre!?"

"A...yuda... Por favor..." Se escuchó de repente en el otro lado de la llamada. "N...no...." Se escucha a Izumi toser fuertemente.

Y colgó.

Izuku miró satisfecho al suelo. Había construido unos muñecos de nieve como prueba. Y los estaba derrotando con su nuevo don. Descubrió que trataba de robar dones, pero resultó ser que también los copiaba y los mejoraba. Por ejemplo, si tenía un don de expulsar agua (que por cierto lo copió de unos heroes que pasaban por ahí llamados Water Hose)

El entrenamiento consiste en formar muñecos de nieve con el don de agua, y con el don del héroe ese destruirlos.

"Ahora a ver qué hago..." Suspiró. Izuku quería saber más sobre su don, pero siempre fallaba, ya que se golpeaba con una sartén en la cabeza para hablar con esa señora, pero quedaba inconsciente y nunca conseguía hablar con ella. Y ya se estaba hartando de golpearse la cabeza con la sartén.

"¡Eh, tú, el niño de ahí!" Izuku miró atrás. Era un señor muy enfadado, portaba un kimono azul oscuro y parecía de unos 50 años. Además, estaba calvo. "¡Ese es mi territorio! ¡Fuera antes de que llame a la policía, mocoso!"

A Izuku se le olvidó de que estaba en un descampado.

"L-lo siento señor..." Dijo agitando la cabeza.

"¡Mira el desastre que has hecho!" Señaló detrás de Izuku. Y era verdad, había pasado de ser un descampado a ser un vertedero. Izuku no se lo pensó dos veces y empezó a huir.

"¡Vuelve aquí, estúpido niño!" El señor empezó a perseguir al peliblanco. Izuku se encontraba corriendo calle abajo, mientras escuchaba los gritos del señor. Fue entonces cuando cruzó un callejón y alguien le cogió de la camiseta y le empujó hacia dentro.

"¿Pero q..." Izuku no pudo continuar porque el desconocido le tapó la boca.

"Shh, ¡no hagas ruido carajo!" Izuku obedeció y esperó a que el señor del kimono se fuera. Entonces el señor quitó la mano de su boca.

"A ver cómo me lo agradeces, niño." Dijo el señor.

"E-esto, muchas gracias señor..." Izuku paró al darse cuenta de que no se sabia si nombre.

"Bang. Puedes llamarme Bang." Dijo acariciando el pelo de Izuku.

"Arigato Bang-sama." Dijo con una sonrisa.

"Chico, ¿y tus padres?" Preguntó Bang.

"Muertos." Mintió.

"Vaya... Debe de ser duro... Oye chico, ¿quieres venirte conmigo?"

Izuku miró a Bang sonriendo. Después le abrazó.

"Y bien, ¿vienes?"

Naomasa llegó rápido a la casa de Izumi. No estaba tan lejos, pero fue en coche. Aizawa vino con el. Naomasa sabía que en el fondo del amargado corazón de Aizawa, le preocupaba la niña, pero siempre decía que venía con el para asegurarse de que Naomasa no le hiciera 'algo' a Izumi, cosa la cual era un poco raro que pensara eso.

"¿¡Izumi, estás ahí!?" Gritó golpeando la puerta.

"Aparta." Dijo Aizawa haciendo que Naomasa se quitara.

"¿Pero que...?" Naomasa no pudo terminar ya que vió como Aizawa derribaba la puerta de una patada.

"¡Aizawa-kun! ¿¡Que has hecho!?"

"Así es más fácil, ¿no?" Naomasa iba a replicar pero entró rápido a la casa. Tenía que ocuparse de Izumi.

"¡Midoriya-san!" Gritó Aizawa. Escucharon a Izumi toser en el piso de arriba, así que subieron rápidamente. Encontraron a la niña repleta de heridas.

"¡Izumi, ¿éstas bien?! ¿¡Quien te ha hecho eso!?" Dijo Naomasa mientras trataba las heridas de la niña.

"M-mi padre..." Dijo débilmente.

"Aizawa-kun, llama a un hospital."

"No." Respondió fríamente Aizawa.

"¿¡Porqué!? ¿¡Acaso te has vuelto loco!?"

"Si lo hacemos, su padre se enterará. Y si lo hace, le hará más daño. Es mejor curarle aquí."

Naomasa se lo pensó. Si, se enterará, pero Aizawa tenía razón. Hisashi Midoriya era el típico perfil de un maltratador-abusor de niños. Si descubre que alguien ayudaba a la niña,   Izumi tendría los días contados.

"Está bien, llama a Recovery Girl." Dijo buscando algo con lo que ayudar. Empezó a investigar las habitaciones, hasta que encontró la de Izuku. Estaba muy desordenada."¡Mira Aizawa-kun, un botiquín de primeros auxilios!" Gritó en cuanto abrió un cajón de la habitación.

"Perfecto, traelo aquí, nos servirá hasta que llegue Recovery." Naomasa suspiró. En la academia de policía, le habían enseñado a hacer este tipo de cosas de primeros auxilios, pero nunca creyó hacerlo con una niña.

Aunque todo iba bien hasta que se oyó como abrieron la puerta de abajo.

Si me preguntan que porqué he tardado, es que tengo mucha PEREZA.

Que les pareció el cap??

Hasta entonces, adiós!!