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[🌻]
—¿Pasa algo?—Sam fijo su mirada hacia Luzu.
—Nada, nunca antes había llegado a esta parte de Las Nevadas.—Admitió.
El área de la clase media era tan distinta. Ver a niños de su edad jugar entre ellos le daba un poco de envidia, nunca tuvo amigos con quien convivir, siempre se alejaban de él por su imagen y fama de asesino.
Pero ver a familias, se le hacía un hueco en el corazón, la relación con su padre era nefasta y con su mamá, ella era su ángel. Hasta cierto día en que su putrefacta vida se la arrebato.
Dejo salir un respiro hondo, no quería recordar lo demás.
—¡Buenos días, rey Awe!—La gente saludaba al hombre con gran alegría.
—¡Hola! ¿quieres jugar con nosotros?—Llegaron unos niños con una pelota en sus manos.
—¡Niños! Lo siento su alteza si molestaron... ¡Ay! Pero que lindos ojos.—Alago una mujer que venía a por los niños.
—... Gracias.—Agradeció bajito con una pequeña sonrisa.
—¡También tiene una linda sonrisa!—De la nada más personas curiosas empezaron a rodear al menor para conocerlo.
—¿Quién es él, su majestad?—La multitud se preguntaba.
Hasta ahora que notaron la similitud con la descripción del chico de los rumores. Pero eso no les importo.
—Un futuro caballero fuerte de Las Nevadas.—Respondió con una amable sonrisa.
El ambiente en el área media era cálido, tuvieron que marcharse para llevar a Luzu al reino, no sin antes la gente despedirse de él.
"¡Cuando tengas tiempo libre ven aquí para jugar futuro caballero!"
"¡Cuando quieras venir a comer, las puertas estarán abiertas para tí, futuro caballero!"
