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[🌻]




Quackity miro con ternura como un pequeño castaño corría entre todas las girasoles del lugar.

Su pequeño Tubbo de cinco años al parecer heredó su amor hacia las girasoles, le ayudaba mucho a la hora de cuidarlas para que crecieran más hermosas.

Aun recuerda cuando nació, Luzu era un manojo de nervios cuando la doctora le dijo que lo cargará y solo vio como el castaño se puso sus típico guantes para poder cargar a Tubbo, al parecer la mente Luzu aún seguía un poco con lo de "manos sucias".

Ya han pasado varios años desde que se fue del Reino, pocas veces visitaba a su padre en las noches ya que a esa hora la gente estaba en sus casas.

Vivía felizmente a lado del hombre que ama junto a su pequeño hijo.

—¡Papá!

El castaño corrió hacia el castaño que iba llegando después de un largo día trabajando.

Luzu cada vez que miraba a Tubbo y a Quackity se le subía su energía.

Se puso de cuclillas y abrió sus brazos para recibir a su niño.

—Te extrañe mucho.—Dijo el menor una vez en los brazos de su progenitor.

—Yo también te extrañe mucho mi niño.—Beso su frente, Alzó la mirada para ver al amor de su vida llegar hacia ellos.

Cargo al menor con un brazo, mientras con el otro abrazo la pequeña cintura de su amado.

—¿Cómo te fue hoy?—Pregunto el pelinegro besando la mejilla del más alto.

—Un poco cansado, pero todo bien, en unos días Vegetta me nombre como capitán.—Sonrió orgulloso.

—¡Eres genial papá!

Ambos mayores miraron con amor a Tubbo, su pequeño sol era todo para ellos.

Cualquiera que pasara por ese lugar notaría el ambiente agradable y familiar que producian ellos tres.

Girasoles ; Luckity Donde viven las historias. Descúbrelo ahora