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[🌻]




—Su majestad, quería decirle algo...

Luzu aprovecho que la mesa quedó vacía después de la cena, claro, que Quackity se quedó también para ver la reacción de su padre.

—Si es para que te de misiones desde ahora, déjame decirte que no.—Comenzó hablando.

—No es eso, su majestad, soy consciente de que no puedo tomar misiones—Suspiro nervioso—, quiero... Su autorización para ser el caballero personal del príncipe Awe.

Ahora mismo quería morirse, juraba que la mirada penetrante del mayor podía ver hasta su alma.

—Alex te dijo algo, ¿cierto?—cuestiono.

—No, su majestad, yo fui...

—¿Lo sobornaste para que te ayudará a salir, Alexis?—Juzgo.

—No padre, osea, si se lo conté, pero...

—Ambos tienen trece años, es muy peligroso para ustedes, no sabemos si L'Manberg son capaces de infiltrarse.

—Su majestad—Lo llamo—, yo fui el de la idea de ser su caballero personal, sí, solo que la condición fue que hasta cumpla los dieciocho, faltaría solo cuatro años para eso.

—¿Cuatro?, ¿no serian cinco?

—... Cumpliré catorce el otro mes.

—Oh, entiendo—pauso—, ¿juran que hasta los dieciocho?

—Eso prometí, su majestad.

—¿Estas dispuesto esperar cuatro años, Alex?—Giro a ver a su hijo.

—Sí padre, le juro que no voy a desobedecerlo.

—Espero no arrepentirme de esta decisión, Luzu, te autorizo ser el cabello personal de mi hijo hasta la edad de dieciocho.

Ambos menores se quitaron un peso encima. A pesar de que fue rápido, Sam confiaba plenamente que Luzu podría proteger a su hijo.

Quackity miro con felicidad al castaño.

Girasoles ; Luckity Donde viven las historias. Descúbrelo ahora