Girasoles ; Luckity

11

[🥀]

Sam miraba todo su reino destruido. Veía a su gente ayudar a otros, miro al cielo que aún estaba nublado.

Luzu aún no se despegaba del cuerpo del príncipe, Quackity era su luz y ahora esa luz se apago. Creía que era un mal sueño y que al levantarse su amado este dormido a su lado mientras que su pequeño hijo brincaba en su cama.

Tubbo.

¿Ahora como le diría que su "madre" esta en un profundo sueño el cual nunca iba a despertar?

—R-rey Sam.

La débil voz de Vegetta resonó en el destruido lugar.

—¿Qué mierda pasó aquí?—Puffy se hizo presente al lugar junto con los demás comandantes.

—La Autoridad Mayor descubrió la mentira.—Contestó sin voltearlos a ver.

—¿Y qué...?—El oivioleta dejo de hablar después de ver a Luzu sentado con el cuerpo del pelinegro.

—¿P-principe Awe?—Punz se acercó en pasos lentos.

—Esto es una broma... ¿cierto?—Fargan sintió un nudo en su garganta al ver que la sangre provenía del cuerpo del menor.

—Uno de La Autoridad Mayor lo asesino.

Puffy cayó de rodillas sintiendo impotencia, Antfrost se arrodillo a su lado para consolarla soltando lágrimas en el proceso.

Fundy reprimió un grito que quería sacar, si no hubieran ido a una misión esto jamás hubiera pasado, ahora al niño que vio crecer esta muerto.

Ojalá esto fuera un sueño.

Sin embargo, esto era la cruda realidad.

—Papá... ¿por qué mamá está allí adentro de esa caja?—El nene alzo la mirada viendo al castaño.

—Esta durmiendo, mi niño.—El menor pudo sentir como la mano de su padre apreto un poco su agarre con su pequeña manita.

El niño miro a su alrededor, su abuelo y comandantes tenían una mirada llena de tristeza.

Mamá solo estaba dormida, ¿por qué están tristes?

En algún momento él va a despertar...

¿Cierto?

Se asusto con el ruido de la tierra chocar contra la "caja" donde estaba su mamá.

—¿Qué hacen? ¿Cómo va a salir mamá de allí?—Volvió a preguntar.

—Tubbo, mamá está en un sueño eterno, nunca más podrá despertar.—Luzu se puso de cuclillas mirando fijamente a su hijo.

El niño solo asintió.

Que pequeño tan inocente.

—Era más fácil decir que habías muerto—Hablo Tubbo, un joven ya de quince años, estaba sentado enfrente de la tumba del pelinegro—, pero no lo culpo, era un niño aún.

—Han pasado tantas cosas de que te fuiste, lo digo de manera positiva.
Papá ahora me enseña mucho a pelear para poder defenderme, me daba mucha risa cuando intentaba no quemar la cocina y trataba de ayudarme en cuidar los cultivos.

—El abuelo trabajo mucho para poner de nuevo en pie Las Nevadas, se podría decir que se mejor ahora que antes.

—El tío Vegetta y el tío Rubius vienen muchas veces de visita junto con mi nuevo amigo Spreen, apesar de que sea muy travieso me hace reír muchísimo.

—... Cuando me dijeron que en realidad estabas muerto y no en un profundo sueño, me dio mucho venir aquí. Pensaba que me escuchabas cada que te contaba mis días mientras tu estabas "dormido". Ahora me arme mucho de valor para volver a verte...

—Extraño tus abrazos ¿sabes?, me siento mal por olvidar tu voz, me gustaba mucho cuando me cantabas canciones que inventabas y cuando me leías cuentos a la hora de dormir, eso es lo que me enoja de verdad, olvidar tu voz pero papá siempre me describe como era, aunque me imagine miles de voces ninguna será como la tuya.

—¡Tubbo, llegó tu abuelo!

El grito de su padre lo asusto.

—¡Ya voy papá!—Grito para que lo oyera—, ya me voy, mamá. Vendré después a visitarte.

Se levantó del suelo y sacudio sus pantalones, empezó a caminar hacia su casa no sin antes de echar un último vistazo a la tumba del fallecido.

En ese gran gran árbol donde se sentaban cuando terminaban de cuidar sus plantas.
Y rodeado de esas bellas girasoles.

Sonrió ladino y se fue a su morada para saludar a su abuelo.

Desearía volver al tiempo para estar en los brazos cálidos y amorosos de su madre.

[🌻]

[Historia re-subida]