Lejos.

Culpas.

No lo podía creer, después de tantas cosas que pasó junto a sus compañeros, ahora ya no podía estar con ellos, todo porque aún era débil, ni bien se distrajo un momento y ya la tenían donde la querían, ¿Cómo no los vio venir?.

No podía creer su afortuna, estaba volviéndose más fuerte, mucha gente que ni imagino que conocería la apoyaban, incluso la persona que admiraba lo hacía, incluso sus hemanos la trataban mejor, pero ahora estaba tan destrozada, porque de nuevo ella se sentía débil, inútil, insuficiente, ahora, si volvía, sus hermanos podrían volver a tratarla igual, sus conocidos estarían molestos, lo sabía, su miedo le hizo pensar que sería por ella, que se le seria  dirigido el odio y no a las personas que le tomaron.

Ah, y como olvidar su ahora falta de mana, ni siquiera podía crear una pequeña burbuja de agua antes de que explotara al instante, no tenía su grimorio, ni su varita, estaba encadenada a la pared con unos grilletes en muñecas y tobillos, y no solo era eso, le pudieron un collar que solo podía decir que era de perro y su ropa, ¡Le cambiaron la ropa!, ¡La habían visto!, ¡Desvergonzados!.

Estuvo mucho rato tirando de sus cadenas y de ese collar tan apretado, pero no era tan fuerte como Asta, así que sus intentos fueron inútiles, tenía esperanzas de que funcionara, pero solo termino irritando su piel, no podía gritar, no tenía caso, nadie ahí tendría compasión por ella si habían podido hacerle todo esto.

Y lo peor de todo es que no recuerda casi nada, después de voltear por un ruido pensando que era Vannesa y ver una sombra dirigirse a ella no supo nada más, ni siquiera sabía si había peleado o solo quedó ahí tirada, pero aún así, ¿No estaba ella con Asta?, Entonces, ¿El también perdió?, ¿O solo la dejo a su suerte pensando que podía defenderse?, No quería que eso fuera verdad, pero sus inseguridades seguían ahí, no podían irse tan fácilmente por mucho que lo intente.

¿Ella era la única que fue tomada?, Parecía que si, pues de estar con ellos, Asta ya hubiera salido o gritado como el loco que era, con ese cerebro lleno de músculos no pensaría en el peligro de que alguien vendría y que estaban indefensos sin magia, bueno, él no tendría problema, pero ellas si.

Noelle- *sigh* Ojalá pueda salir de aquí

Fue lo único que dijo mientras se veía las manos sin saber que hacer, sintiendo esa impotencia crecer un poco más, si seguía así, puede que llegue a sentirse como el día antes de conocer a los Toros negros.

Ya no le veía el caso revolcarse entre su miseria, dejo sus pensamientos de lado, se acercó a una pared y se recargo, solo había una pequeña vela que iluminaba todo, el espacio era pequeño, así que no tenía que ver mucho para saber que había a su alrededor.

Escondió su rostro en sus brazos, de verdad, que las cosas se complicaban más y más cada que pasaban los días, y ni siquiera sabía cuánto tiempo estuvo ahí antes de despertar, solo esperaba que la buscaran a tiempo antes de que no los pueda a volver a ver de la misma manera.

En otro lado.

Reino del trébol.

Base de los Toros negros.

Los integrantes se encontraban, extraños, y sería como siempre, a no ser que fuera un extraño normal, los miembros estaban tranquilos, una mala señal, una muy clara, de que no se encontraban bien, como aquella vez, cuando Asta casi pierde los brazos, preocupados por uno de sus miembros más jóvenes, solo que está vez era Noelle la víctima.

Finral- Oye, Vannesa, ¿Y Asta?

Vanessa- Oh, no entro, fue al bosque, creo que se siente mal por Noelle