Just Because I Love You| ʸᵐ| OMEGAVERSE

PARTE 4

Fueron un americano doble sin azúcar y un caramel machiatto. Por lo que Jimin había escuchado, Yoongi adoraba el caramelo.

—¿Cómo llegaste a ser maestro?—Preguntó con curiosidad mientras meneaba su café con el sorbete.

Estuvieron unos minutos bebiendo de su café en silencio. Por lo visto a Jimin no le iba mucho hablar y Yoongi se veía nervioso por la situación.

Quería sacarle conversación para así conocerlo, pero no sabía si el omega así lo quería.

—Estudiando, muy duro.—Respondió con simplicidad. De lo último de lo que tenía ganas de hablar era de cómo pasó su larga y diricil carrera.

Mucho menos de lo que le costó empezarla sin la ayuda de sus padres.

—Eso... lo suponía, luces completamente como alguien estudioso e inteligente.—Lo alagó, el omega sentía como sus barreras temblaban, mas no caerían tan fácil.—Te gustan muchos los niños, ¿Verdad? Tu rostro se ilumina al hablar con alguno de ellos.

—Eso está claro, sino me gustaran no estaría trabajando con ellos.—Dijo tajante.

El alfa suspiró y bajo la mirada a su vaso, asintiendo con ganas. A pesar de las largas que el omega le estaba dando, se negaba a rendirse, al menos hasta obtener una negativa de su parte.

Al menos quería ser su amigo.

—Sookgi te quiere mucho, él realmente habla mucho de ti.—Comentó.—Me di cuenta de que te conocía sin conocerte.—Dijo con algo de entusiasmo.

—Es un niño increíble, aprende muy rápido y me alaga tanto que tenga tan buena opinión sobre mí.—Tomó un poco de su café.—¿Qué... que sabes sobre mí?

Es la primera pregunta que hace aquella mañana, lo que provoca cierta emoción en Yoongi. Su silencio empezaba a inquietarlo y estaba a punto de terminar con eso allí, sino fuera porque veía timidez en los ojos del pelirrojo.

Notó la mirada baja de Jimin, observando lo que sea que no sea al alfa.

Tenía curiosidad de por qué.

—Pues... dice que eres muy bueno dibujando, que aprende muchas palabras a diario contigo y, eso quisiera confirmarlo ahora, dice que no eres coreano.—El pelirrojo sonrió un poco.—¿Es verdad?

—Sí, no nací aquí.—Respondió lo justo y calló, dejando una duda bástate grande en Yoongi.

—Y... ¿De dónde eres?—El pelirrojo subió la mirada con una pequeña sonrisa.—Si puedo saber, claro.

—Si adivinas, prometo beber otro café contigo.—Le propuso, entonces el alfa rió un poco.

—¿No habrá otro café si no adivino?—El omega negó lentamente.—Al menos quiero saber... eres un omega, ¿De qué?

El chico suspiró tomando el último trago de su taza. Antes de levantarse vio la hora en su reloj y tomó su teléfono.

—Eso también te lo dejaré a ti, estoy seguro que eres muy inteligente y podrás averiguarlo.—Le guiñó un ojo y se dio la vuelta.

Yoongi lo siguió y tocó su hombro antes de que salieran por la puerta de rosa de la cafetería.

—Pero ni siquiera puedo sentir tu olor.—Quería tomar de la mano a Jimin, volver a tener su piel cerca de su rostro, justo como cuando la besó.

Su cuello pálido lucía hermoso en contraste con su camisa, su animal interior solo lo empujaba a acercarse más, tratar de saber cuál era su verdadero aroma y embriagarse con él hasta no sentir sus piernas.