PARTE 28

908 119 13
                                    

Todos se despedían con pena de las cortas vacaciones que les ofrecía Navidad y año nuevo, las clases se retomarán al día siguiente y las cosas no mejoraban en la casa de los Park.

Entre el frío de principios de enero y la tristeza que reinaba en el ambiente, la mente de los hermanos no podía concentrarse en nada más que en los amores que habían desencadenado tantos sentimientos desconocidos en ambos.

Uno estaba singularmente triste debido a su reciente rompimiento, todo su cuerpo parecía haberse conectado para hacerlo sentir mal por todo lo alto, al menos eso le decía el 39 de fiebre que lo atacaba desde hacía unos días y el dolor de cabeza que no lo dejaba dormir.

Su panda se había dado de baja en su cuerpo oficialmente; no hablaba, no reaccionaba a nada y solo mostraba su dolor gimoteando con tristeza de vez en cuando, además de arañando el interior de su cuerpo y provocando desmayos repentinos.

Jimin no estaba tranquilo viviendo así, aún cuando tenía una bonita relación con quien parecía ser el hombre de sus sueño, se había negado a verlo en esos días ya que le era imposible dejar a su hermanito solo o meter a un alfa que alterara el aroma de los omegas pandas que reinaba en la casa. Entonces, se habían mantenido hablando con él por teléfono y por mensajes casi a diario.

En medio de su desesperación, el mayor de los Park lo había empujado varias aveces a ir al médico, pero el menor se negaba y rompía a llorar desesperado en su cama. Siendo así, Jimin solo podía acostarse a su lado y llorar junto a él mientras le acariciaba el pelo que ya empezaba a mostrar raíces rojas, pero no tenía ganas ni siquiera de taparlas.

¿Cómo podría no llorar si la persona más fuerte que ha conocido nunca estaba devastada en sus brazos?

—Kookie, tienes que comer, anoche no quisiste cenar.—Empujó la puerta con una bandeja en sus manos.—Son huevos revueltos con pollo, pan de mantequilla y jugo de multifrutas, tiene muchas vitaminas.

Puso una sonrisa bonita en su rostro para tratar de animar un poco a su hermanito, pero este solo se vio forzado a sentarse en la cama.

—Te ves mejor.—Puso la bandeja en las piernas del menor y acarició su rostro.—Ahora come, por favor.

Se sentó a su lado y el menor comenzó a llevar el cubierto una y otra vez a su boca con la mirada perdida.

—Mañana comienzan las clases en la universidad, ¿Tú...

—No quiero.—Respondió tajante.

—Está bien, no pasa nada si no quieres ir ahora, podrías tomarte algunos días para recuperarte.—Pasó su mano por toda la espalda de Jungkook.

—Quiero a mi mamá, Jimin.—Soltó y el cubierto cayó de sus manos a la vez que el omega menor cayó en brazos del mayor.

—Kook.—Su hermano lo abrazó con fuerza mientras todo su cuerpo se sacudía por el llanto.—No puedes seguir así, en serio me duele mucho todo esto.

—Lo verás mañana, habla con él, quiero verlo.—Pidió con el rostro en el pecho de su hermano mayor.

—No iré al colegio si tu estás de esta manera.—Dijo con voz dura y el otro comenzó a negar sin poder aguantar las lágrimas dentro de sus ojos.—Iremos con un amigo de Yoongi, es psicólogo y puede-

—¡No quiero hablar con nadie! Solo quiero ver a Tae.—Volvió a derretirse entre los brazos de su hermano y apretó con fuerza sus brazos para no sentir que caía.

Porque era la única sensación que no abandonaba su cuerpo en estos días. Sólo caía y no llegaba jamás a tocar un fondo que le hiciera sentir un dolor definitivo, sino que era constante y molesto.

Just Because I Love You| ʸᵐ| OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora