Is This Happiness? (gay) (pausada)

Capítulo 14

Era el año 2011, un asustado niño corría por las oscuras calles de aquella pequeña ciudad, su cuerpo estaba manchado de sangre, su uniforme de claros colores estaba arruinado, sin duda eran manchas que jamas se quitarían. A lo lejos escuchaba las sirenas de vehículos policiales, los vecinos habrían llamado a las autoridades al notar al joven huir de su hogar con esos notables colores.

    Florian no sabía a donde se dirigía, solo sabia que tenía que escapar de ahí lo mas rápido posible, sus lagrimas caían a la par que eran secadas al ir mas rápido que el mismo aire.

    Eran altas horas de la noche, un roto Florian se encontraba caminando a las afueras de un lúgubre barrio, no era famoso por ser el más seguro ni el de mas estatus económico, ahí se encontraban unos pandilleros, un grupo de jóvenes mal vivientes tan solo llevándole un par de años a Florian, estaban fumando, ciertamente de esas sustancias ilícitas a la par que tomaban aquella barata agua ardiente. Notaron la solitaria presencia de Florian, quien trató de pasar desapercibido yendo a refugiarse a unos sucios callejones cercanos.

    En ese lugar solo era notable la presencia de aquellos matones, quienes fueron a curiosear el por qué aquel niño estaría escondiéndose ahí, en otros casos les daría igual, pero al juzgar su elegante vestir manchado con aquel color carmín, pensaron que el joven no era de por ahí, así decidieron ir, al pensar en que sería lo que el niño tendría para contar.

    Florian estaba aterrado, aquellos delgados y tatuados muchachos lo acorralaron, pensó que tal vez le robarían, así que su primer instinto fue escapar, aunque no tenía nada de valor con él, preferiría estar lejos de esa situación. El grupo de hombres le preguntó a Florian el quién era y el por qué estaba ahi con ese aspecto.

    Florian les contó todo vagamente, la historia del joven no era muy distinta a la de algunos ahí presentes, y por primera vez aquellos peligrosos hombres se apiadaron de alguien, ofreciéndole cobijo popular, Florian estaba desconcertado, aquellos muchachos no se veían racionales, y que estos hicieran ese acto "bondadoso" le sorprendió.

    El menor se fue a la casa del que parecía el mayor del grupo, y por lo tanto, su líder, quien se llamaba Nicolás, pero era conocido por el apodo Aria, su hogar no era el mas lujoso, sus paredes estaban agrietadas y su sala no era tan grande, cerca podías ver una pequeña estufa a gas y nada más eran visibles dos puertas de madera desgastadas. Aria dejó que el niño durmiera en su único sofa, el mayor dormiría en su cama, como era lo habitual.

   El niño no puedo dormir, tan solo se quedó ahí recostado, trataba de hacer el menor ruido posible pues no quería molestar a aquel muchacho de aspecto rudo.

    Florian le estaba dando de comer a Gael en la boca, decidió hacerlo así pues el menor era torpe con los cubiertos. Gael estaba gozando aquel momento, esa era su primera comida en días, sin duda era un alivio sentir algo en el estómago, le encanta el sabor de el refresco de cola, la veces que lo tomaba eran escasas, pues las únicas veces que llegó a probarla fue con su tío y sus abuelos.

    Gael se sentía a salvó por primera vez en mucho tiempo, quería que su padre lo tratara así como lo trata Florian, que le diera comida, que lo limpiara y que le diera besitos, pero sobre todo, Gael quería un abrazo.

    Cuando terminó de comer, Florian lo premió con unas galletas, los lindos orbes del menor se iluminaron como bombillos al verlas, siempre las vio en comerciales de Tv, pero jamás llegó a probar una. Cuando la probo vio el cielo, nunca había comido algo similar, sin duda, estaba emocionado.

    Florian dejo al niño en la cama y decidió pasar al baño, cuando entró quedó sorprendido, no había nada en él, tan solo un jabón en barra desgastado, ni champú ni alguna otra cosa, eso sí, estaba limpio, suponía que era el meno quien lo mantenía así.