"Si, si lo entiendo; pero ¿Estas seguro que quieres ir a estos extremos Quackity?" Preguntó el padre Alexby mientras caminaba de un lado al otro en la habitación obscura "Estas son cosas que no podrás cambiar, lo sabes"
"¿No cree que es un poquito tarde para cuestionarme, padre?" Respondió el otro mientras admiraba el arma que sostenía con tranquilidad, como si se tratara de una simple flor o de una botella de alcohol y no de una máquina construida para poder acabar con la vida de otro ser. "Además ya me tiene hasta la madre con estos pequeños discursos, ya sabe cual es mi respuesta ¿porqué sigue preguntando?"
"Pero hermano estas son cosas permanentes, algo que a lo mejor decidiste en un momento de enojo, además ya sabes que hacer las cosas de manera pacífica suele resultar más fácil y sin menos eventos catastróficos" El padre movía sus manos con fuerza y rapidez, como si el movimiento ayudaría a Quackity a razonar sobre sus acciones.
"Padre, nunca ha habido una revolución exitosa sin ningún tipo de guerra, Luzu merece todo lo que le esta pasando y lo que le va a pasar" El mexicano levantó la cabeza, su mirada cayendo directamente en los ojos del otro "Pero su insistencia me perturba un poco padre ¿a poco sabe algo que yo no?"
"No, no Quackity yo-" Las palabras del hombre religioso se quedaron atoradas en su garganta cuando vio al otro acercarse lentamente a él, como si fuera una simple víctima y el mexicano un depredador buscando alimento.
"No creo que haría algo del estilo, ¿cierto padre? Después de todo, usted ya sabe de lo que soy capaz" Murmuró al acercarse a Alexby, caminaba alrededor suyo amando aquel sentimiento de poder que el miedo del hombre le daba. "Yo creo que usted es un hombre inteligente; pero hay veces en donde esta inteligencia parece correr de usted, entonces le ayudaré a recuperarla"
Quackity se paró detrás del otro y dejó que la boquilla de la pistola se sentara tranquilamente en la espalda baja del otro, Alexby no pudo evitar dar un pequeño salto al sentir el arma tan cerca de si mismo.
"Váyase a su puesto en la iglesia padre y ayude a los posibles heridos, dele un lugar seguro a los pueblerinos y lárguese de mi vista." Susurró Quackity cerca del oído del otro.
No se necesitó decir otra palabra, cuando Quackity bajó el arma el otro rápidamente salió de la habitación murmurando disculpas bajo su aliento. La sonrisilla que se había pintado en el rostro de Quackity desapareció junto con el padre.
El mexicano bajó la mirada hacia la pistola que seguía en sus manos, observando así su propio reflejo. Sus ojos le devolvieron su mirada y el chico no pudo evitar sentir un poco de angustia reprimida en su pecho al verse a si mismo en aquel estado ¿Dónde se encontraba aquel brillo que nunca parecía dejar sus ojos y porque ahora aquella extraña cicatriz que cruzaba sus labios y su ojo izquierdo se sentaba allí con total tranquilidad? ¿Cuándo fue el momento en que se acostumbró a verla y porqué ahora se siente incluso feliz de tenerla?
"¡Primo!" Quackity levantó su mirada dejando detrás suya todas aquellas dudas que le atormentaban para poder saludar a aquel que le buscaba.
"Cochi, ¿Todo bien? ¿Porqué no estas en tu puesto?"
"Porque tu tampoco estas en el tuyo, Ale" Respondió el otro encogiéndose de los hombros.
"A chingada, ¿pues qué hora es?" Volvió a preguntar el más bajo.
"Ya casi es media noche, ya te tienes que ir yendo para poder llegar bien con el oso ese" Ordenó Cochi mientras acercaba una mano al otro "¿Nos vamos?"
"Eh..." Vaciló el pelinegro mientras observaba a su alrededor, tenía todo lo que necesitaba, estaba más que listo. "¿Me veo guapo?"
Cochi demostró su confusión a la pregunta al levantar una ceja y hacer una mueca con su boca.
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Heartaches
Fanfiction"¡Hoy les voy a dar lo que les prometí el día de las elecciones! ¡Hoy el imperio de Luzu se cae!" ¿Qué pasaría si la revolución de Quackity toma un giro inesperado? Dentro de esta historia habrá muerte de personajes principales por lo cual lean con...