Vincent

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Vincent es un hombre tranquilo, creativo, paciente y gentil; disfruta pasar tiempo en su taller haciendo sus esculturas.

Un día llegarón nuevas víctimas al pueblo de Ambrose pero entre ellas resaltaba una joven mujer, el hermano gemelo de Vincent, Bo; no dejaba de mirarla, se le escapan sus ojos sin importarle mucho si alguien más noto su comportamiento.

"Es bonita, tal vez, pueda jugar un poco con ella"

Pensaba, pero cuando vió la Casa de Cera sonrió de lado y se le ocurrió una mejor idea.

"Es linda pero no lo suficiente para tentarme, en cambio a Vincent puede agradarle su compañía"

Cuando persiguió y asesino a los otros turistas, dejó a la chica para el final; dio batalla pero no la suficiente para ganarle al mecánico.

La dejó inconsciente de un golpe en la barbilla y la cargo en su hombro derecho para dirigirse a su casa, apretó y manoseo los muslos de la chica pero no hizo más.

Cuando llegó a su hogar, abrió la puerta con una mano y cuando estuvo adentro, camino al sótano donde estaba su hermano.

El escultor estaba en una de sus obras de arte cuando escucho como crujieron los resortes de su "cama" volteo rápidamente para después ver a su hermano con una gran sonrisa y echando miradas hacia abajo; dejó de verlo para dirigir su mirada al colchón donde ahora estaba una mujer desmayada.

Se separó abrupatamente de su creación para mirar fijamente a la persona que estaba en su lugar de descanso, después miró a Bo.

Bo ya sabía la cantidad de preguntas que pasan por la cabeza de Vincent así que hablo para explicarle.

-¿Es linda no?-acerco su mano a la cara de la chica para quitar el cabello que le tapaba- pensé que la compañía de una dama no te haría mal, ya sabes, tu también tienes necesidades y no creo que tus chicas de cera las solucionen.

Vincent miro el rostro de la chica; su hermano tenía razón, era una chica linda, mas que linda, hermosa.

-Si ya dejaste de mirarla, te diré las reglas que necesitas para mantenerla aquí contigo.-miro a su hermano con seriedad y este dejo de mirar a su nueva inquilina- la vas a mantener encerrada, nada de que quiere tomar el aire o una jodida cosa como esa; si intenta escapar o una mierda así la harás una estatua, número dos, ella ayudará con los quehaceres de la casa en un futuro no muy lejano, si se niega o resiste atente a las consecuencias y número tres, tienes que estar al pendiente de ella, no permitas que se separe de ti, si es necesario ponle un collar y una correa.

El pelinegro presto atención a las advertencias de su hermano y asintió en respuesta. No quería problemas en el futuro.

Bo sonrió y aplaudió fuertemente.

-Bien, la chica es tuya.- terminó de hablar con su hermano y se marchó del sótano.

Vincent se acercó a la chica y con un pedazo de cuerda que tenía cerca, amarró sus manos y pies, posteriormente tapó su boca.

Regresó a sus quehaceres esperando el momento en que ella se despierte. Pasaron 3 horas y escucho un quejido a sus espaldas, ella ya había despertado.

Cuando la chica despertó estaba desorientada y sentía dolor en todo el cuerpo, cuando estuvo más consciente, se alertó y se asustó más al ver como y donde estaba.

Un hombre alto, de complexión fuerte con una máscara de cera y pelo negro largo estaba observándola.

Trató de alejarse lo más que pudo pero no hizo mas que caerse de espalda de la cama.

Escucho pasos acercándose a ella para después sentir como unas grandes manos la agarraban de los hombros para voltearla; ahora estaba mirando de frente a su secuestrador, si antes cuando estaba lejos de ella la inquietaba con lo cerca que estaban ahora la aterrorizo. No podía dejar de mirarlo ni él a ella tampoco pero se empezo a sentir intimidada y cerró los ojos con fuerza mientas volteaba la cabeza para el lado contrario del hombre.

Vincent aparto sus ojos de ella cuando está giro la cabeza; ya se conocieron ahora debía dejarla en el colchón, así que dejo sus hombros para pasar una mano por su espalda y la otra por debajo de sus rodillas, ella al sentir donde estaban sus manos se removió con fuerza en un intento de apartarlo. A Vincent no pudo importarle menos y la cargo con una facilidad que sorprendió a la chica; después la recostó de donde se había caído pero no volteo su rostro, alejo sus manos de su cuerpo y agarro el rostro de la chica con su mano, no quería que mirara a otros lado, quería que lo viera y eso iba hacer.

A la joven se le humedecieron los ojos, él no había medido la fuerza que ejercio para voltearla pero no lloro en frente de él aunque las ganas no faltaron.

Después de unos segundos que parecían eternos, soltó su cara y regro a su cosas.

La chica buscaba algo que pudiera ayudarle pero no había nada, trato de moverse de la cama pero el ruido que hacían los resortes no ayudaban en nada, el amarre de sus manos y pies estaban bien hechos y el pedazo en su boca ni se diga.

Pasaron 40 minutos y las extremidades ya se le estaban durmiendo, por más que trato de encontrar una posición cómoda no la encontró; tenía una opción que no le agradaba para nada porque podía perjudicarla pero era mejor arriesgarse.

Inhalo profundamente y empezó a hacer sonidos con su garganta también se movió en su lugar para llamar la atención del chico, este no tardó mucho en mirarla.

Por un momento pensó en parar de moverse y hacer ruidos pero lo ignoro y siguió con su labor, Vincent pensó en ignorarla y volver a sus cosas pero ella empezó a ser más ruidosa.

No pudiendo ignorarla se acercó donde estaba y cuando llegó a su lado, la chica paro de moverse y hacer ruido, lo miró y empezó a mover su cabeza hacia su pecho. No tardó mucho en darse cuenta de que ella quería que le quitara el trozo de tela de la boca.

No quería hacerlo porque estaba la posibilidad de que empezará a gritar y no quería eso, pero la chica lo miró suplicante.

Vincent accedio a destaparle la boca; si ella intentaba hacer algo no iba en dudar a callarla, nada mas, le dio una advertencia poniendo su dedo índice en la boca de la máscara.

La chica entendió enseguida y asintió en respuesta, él acercó su manos detrás de su cabeza y desamarro la tela para después retirarla, ahora con la boca libre la chica exhalo el aire que había estado reteniendo.

Paso saliva y se obligó hablar.

-Ya no siento mis manos y pies por lo fuerte de los amarres.- mordió el interior de su mejilla para luego soltarlo- por favor, por favor, afloja el amarre, prometo que no haré nada pero por favor hazlo.

Vincent escucho atentamente su voz y petición, estaba debatiendo si debía de hacerlo o no; ella podía aprovechar para escapar pero si lo intentaba Bo estaba en la parte de arriba y su otro hermano, Lester, estaba por ahí en el pueblo, sin contar que él podía inmovilizarla si algo pasaba, ya analizados los pros y los contras optó por hacer lo que quería, aflojar los amarres.

No dijo nada pero este acercó sus manos a los amarres y empezó a soltarlos un poco más.

La chica se quedó quieta y después de que él terminó la miró y regreso a su lugar de trabajo.

No le tapó la boca, cosa que agradeció a los cielos, pero las lágrimas empezaron a caer ¿qué iba hacer de ella en ese lugar y con ese hombre? No quería pensar lo peor pero era inevitable, no se podía calmar y no sabía que hacer para tranquilizarse.

Prefirió cerrar los ojos e intentar dormir, tal vez el mañana se le ocurra algo para escapar.

SLASHER 🖤 FWTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora