Capítulo II

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Heejin abrió la puerta del salón, sabiendo muy bien que encontraría a Sieun en el lugar.

Él siempre era el primero en llegar.

Entrando al salón, como pensaba, lo vio sentado en su asiento, mirando a su izquierda, un suspiro de decepción salió de sus labios cuando vio a Sooho durmiendo sobre tres mesas y con una manta en la cabeza. Negando, la castaña camino hacia su asiento, dejando su bolso sin ningun cuidado para molestar a su amigo con el ruido, esta sacó el paquete de bolígrafos de su mochila, antes de caminar hacia el otro lado del salón.

Hacía Yeon Sieun.

Una vez frente a su pupitre, la chica coloco el paquete de bolígrafos sobre este, haciendo al chico levantar la vista, serio como siempre, pero Heejin encontró eso bastante atractivo. - Quizá no me creíste ayer, pero de verdad lo siento. - La chica dijo, soltando el paquete y metiendo sus manos en sus bolsillos cuando vio al otro tomar el cartón en sus manos antes de extenderlo hacia ella.

- No los necesito.

- Qué mal, yo necesito sentirme en paz conmigo misma, así que, esta es mi manera de pedir perdón. - Heejin empujó el paquete hacia él, sin siquiera molestarse en tomarlo de sus manos. - Si no los necesitas, bien, regalalos a alguien que sí lo haga, pero no voy a aceptar que me los devuelvas.

Con eso, la chica le sonrió haciendo una pequeña reverencia se dio la vuelta, dejando a Sieun con la mirada puesta en ella, notando como llegaba a su asiento antes de comenzar a tocar el estómago de su amigo, pellizcandolo para molestarlo en su descanso y viendo a este golpear la mano de la chica con molestia mientras se quejaba.

Sieun siempre se preguntó cómo es que ellos se llevaban tan bien, al menos, cómo lo hicieron después de que ella lo hubiera mandado al hospital cuando se conocieron.



Él conocía a Heejin desde que eran niños, pero jamás se había puesto a observarla con cuidado, al menos, jamás había notado lo extrovertida que parecía ser, era como un complemento de Sooho, si había escuchado de Ahn Sooho, un chico extrovertido, demasiado ruidoso para su gusto y que parecía no tener cama porque siempre dormía en la escuela, Heejin y él se habían hecho como uña y carne desde hace cuatro años, y a este punto, todos pensarían que estaban saliendo, pero siempre dejaban en claro que se asqueaban del otro si se pensaban de esa manera.



Además, si no fuera así, el termino "novio de Heejin" jamás hubiera surgido, Sieun no lo odiaba, es más, le daba igual, pero no le gustaba que se lo dijeran en la cara, mucho menos si venia con un toque de broma o malicia, nunca había visto a la chica quejarse de eso, era como si no le importara tampoco, y era por eso que es este jamás se había quejado.



Si a ella no le molesta, es porque no es importante, ¿no?



...

- ¿Sí tienes mi camiseta? - Heejin puso la camiseta blanca frente su rostro, haciendo al más alto sonreír antes de tomarla e inclinarse hacia su amiga, tomar la cabeza de esta en manos y dejar un beso sobre su coronilla. Esta lo alejo con fuerza antes de golpearlo con su propia camiseta mientras salían del salón.

- Yah, lo siento, es mi manera de agraderte por lavarla - El chico se quejo mientras tomaba su camiseta poniendosela sobre su centro.

- Tengo una mejor idea para que me pagues... - Sooho la miró fijamente un segundo, confundido antes de sonreír coquetamente y pasar su brazo por sus hombros.

- Bueno, cuando me quebraste la nariz ese día nunca llegué a decirte que te veías caliente co--

- ¡No! Dios, eres un asqueroso... - La chica negó con la cabeza, golpeando las costillas con el codo, quien se rió con gracia mientras tocaba su costado. - Invítame a comer, quiero carne.

𝗪𝗘𝗔𝗞 𝗛𝗘𝗥𝗢; ᵞᵒᵒᶰ ˢᶤᵉᵘᶰ 『Spanish Version』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora