Capitulo 15: Sé feliz

141 11 0
                                    

LOUIS

— "¿Quieres verlo?" —preguntó David mirándome fijamente.

Negué con la cabeza. No estaba listo para verlo, si quiera ponerme frente a él. ¿Con que cara? ¿Que podía yo decirle? El recuerdo de sus ojos perdidos en furia mientras golpeaba sin piedad a Arthur no salía de mi cabeza. No hice más que llorar durante toda la noche.

— "¿Crees que es lo mejor? —preguntó David, asentí levemente—le dejaré saber que estas tomando un poco de tiempo para verlo... que sigues fuera de si debido a toda la situación."

Asentí.  David tomó mi mano para acariciarla suavemente.

— "Cualquier cosa que puedas necesitar no dudes en pedirla...—dijo mirándome a los ojos—no llores más, Sergio esta bien... me iré."

Asentí. ¿Estaba realmente bien? Me abracé a mi mismo.  No podía pasar la vida huyendo de mis miedos, de mis errores y por supuesto de mis responsabilidades.  ¿Que iba a decirme cuando estuviera frente a él? ¿Que me detestaba por haber recibido un beso de su enemigo? ¿Que me seguía amando? Estaba seguro de que tenía un montón de preguntas que hacerme y todo me hacía sentir más ansioso. Sentía que mi pecho dolía a ver su rostro en mi mente.

Estaba tan confundido. Todo parecía una pesadilla sin final. Dure horas sentado en el mismo lugar pensando en nosotros, con esa escena repetida en mi cabeza una y otra vez. ¿Porqué no pude hacer nada para ayudarlo? No pude si quiera levantarme y llamar una ambulancia mientras él se desangraba frente a mí.

SERGIO:

¿Porqué no estaba el aquí? Era el único que me interesaba ver. ¿Acaso no estaba preocupado por mí? Debía de estar aquí, cuidándome... miré a la ventana, estaba lleno de dudas, dudas que solo él podía aclarar. Apreté la sabana de la cama, ¿Porqué tenía que seguir tras de él?

— "Quiero que regreses a Rusia, mama. Estoy vivo y estoy bien..."—le dije mirándola fijamente.

— "Vamos a cuidarte quieras o no. ¿Como crees que me sentiría si estuviera en Rusia mientras tú estás en estas condiciones? Nada mas que mejorarte debería de preocuparte. Come algo."

— "No tengo deseos."

La puerta se abrió y mi deseo de que fuera él fue estrujado como hoja de papel y lanzado al basurero cuando vi el rostro de David aparecer.

— "Tía Irina...—dijo dándole un abrazo para luego presentarse a Alejandra—¿Como sigues?"

— "Mucho mejor ¿no?" —le dije. Me miró sospechoso, haciendo señas de porque estaba Alejandra allí.

— "¿Donde te estás quedando tía?"

— "Estaré en la casa de Sergio..." —afirmó.

— "¿No es mejor si te quedas en una de mis casas? Estarán mucho mas cómoda, la casa de Sergio está siendo organizada debido a los daños." —mintió.

— "Pues entonces deberías de ir con nosotros."

— "Estaré cómodo en mi casa, puedes ir a cuidarme durante el día pero de noche prefiero estar solo y tu puedes descansar mejor... o salir y disfrutar."

— "¿Podemos hacer eso?" —preguntó mi hermana.

— "Algo así..."

— "Si, así lo haremos. —dijo Alejandra y volvió a mirar el plato del desayuno—deberías de comer algo."

No respondí. ¿Como no lo entendía de una vez? Estaba enamorado de alguien más. Que ella estuviese allí estaba seguro que era obra de mamá.

— "Siento que Louis —miré a David fijamente y le hice señas de que se callara—no haya podido..."

Junto a ti. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora