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Hyunjin podía pecar de muchas cosas, pero jamás de idiota. Sabía que algo raro ocurrió con Seungmin desde el momento en el que inventó esa mentira, porque por Dios ¿Creer que tiene convenientemente un pariente lejano muerto que se preocuparía de su solvencia económica? La vida no era así de sencilla, para nadie. Hubiese sido más sencillo que inventara una beca, o que sus padres le mandaban dinero, pero la cabeza de Seungmin no trabajaba al ritmo de su boca, razonaba las cosas después de verbalizarlas y quizás fantaseó de más.
Pero de todas las cosas ¿Un BJ de temática erótica? Hyunjin quizás lo sabía, pero no hablaban de ello, no preguntaba y aunque llegó a buscar en Naver "Kim Seungmin" no encontró nada realmente, no es como si no hubiese demasiados Kim Seungmin's en Corea como para encontrar algo específicamente de su Kim Seungmin. Pero no preguntó, obviamente no lo hizo, a pesar de los gemidos, los sonidos, y las actitudes extrañas. La privacidad es un derecho y lo que pasara detrás de la puerta del pelinegro no le incumbía Hyunjin.
¿Pero si pasaba detrás de su propia puerta?
—¿Jinnie?
Salió como un jadeo de la boca del menor. Hyunjin sintió el aire denso, sus piernas temblar ¿Estaba fantaseando? De pronto se sintió mareado, confundido y quizás solo fueron unos segundos antes de qué Seungmin alzara la voz, los audífonos ahora rodeando su cuello.
— ¡Hyunjin! ... ¿Qué ... qué haces acá?
—Acá vivo ... ¿Qué haces tú?
Preguntó avanzando dentro de la habitación. Seungmin sintió que estaba próximo a hiperventilarse ¿Debía acomodar su ropa interior primero? ¿Llorar? ¿Parar la transmisión? Para cuando estaba intentando acomodar su cerebro por cinco segundos, Hyunjin ya había llegado a su lado, inconscientemente estaba mirando hacia arriba, estaba mirando a Hyunjin, y sus ojos estaban aguados, su cara ardía y ahí abajo aún estaba sensible.
— ¿Qué demonios haces, Seungmin?
Los ojos de Hyunjin le atravesaban el alma, como una daga. Seungmin era apenas consciente, apenas lograba razonar las cosas a su alrededor más allá de la mirada del agujero negro de Hyunjin; solo lo consumía todo. Y lograba escuchar aún la música saliendo de sus audífonos, y los pops de las notificaciones y donaciones. Estaba en vivo y solo volvió en consciencia de ello cuando el rubio desvió su mirada a la pantalla, encontrándose con la imagen de Seungmin y parte de su propio cuerpo.
—N—No es lo que tú crees que es ... Es todo menos lo que estás pensando.
Aseguró Min, nuevamente la atención del mayor quien se cruzó de brazos, el cuero de la chaqueta crujiendo por la fricción. ¿Estaba molesto por lo que había hecho? Solo había sido un poquito imprudente y descuidado, pero en primer lugar no era su culpa ¡Él había llegado antes! ¿RyuJin era así de poco interesante? Solo había pasado una hora o quizás dos.
— ¿Que se supone que estoy pensando, Kim?
— ¿Que me masturbé frente a tus figuritas de D.va ?
El mayor levantó ambas cejas, pero la verdad era que el apellido estaba poniendo de los nervios a Seungmin y no estaba razonando, Hyunjin no solía usarlo, no desde que agarraron confianza y Seungmin le pidió que se refiriera a él amigablemente. Por lo demás no sabía que estaba pensando Hyunjin ¿Que era un degenerado? ¿Un pervertido? ¿Acosador? Y Jesús, estaban teniendo esta discusión en vivo, sin sí quisiera mirar la pantalla Min podía sentir los "kekeke" de su audiencia.
