¿Crazy together? (Byler)

Capítulo 19

Mike.

Había estado pensando en eso los últimos tres días.

Seguía pensando en esa noche, la noche en que vimos como golpeaban a aquel chico, ni Will ni yo pudimos hacer nada a tiempo, y eso me estaba carcomiendo la cabeza.

–¿Es nuestra culpa, verdad?

Will quien estaba recostado junto a mí en mi cama, se giró levemente para verme a los ojos.

–No lo es, Mike.

Su tono de voz era muy indeciso, parecía que trataba de convencerse más a si mismo.

–Tuvimos tiempo de hacer algo– dije en un susurro.

–Íbamos a hacerlo, pero se lo llevaron ¿lo recuerdas?

–Lo se.

El silencio volvió a prolongarse en la habitación, últimamente mis días con Will eran así, silencios largos, culpabilidad por todo, me daba miedo que esto arruinará nuestra relación, pero no dejaba de sentirme culpable todo el tiempo.

Me daba miedo preguntarle a Will que era lo que tanto pasaba por su cabeza, siempre se veía tan distraído, y cuando llegábamos al instituto siempre miraba a todos lados de forma extraña, quizá esperando ver a alguien, o verlo a el.

–¿Crees que... todos pensarían igual que ellos?– pregunté sin poder contenerme.

–¿Pensar el qué?

–Que somos anormales– conteste bajando la voz.

Will suspiro pesadamente, parecía pensar en una buena respuesta, el siempre había tenido el poder de hacerte sentir mejor con sus palabras, y eso era lo que más amaba de él.

–Nunca hemos sido normales, Mike– contesto con burla– Pero eso es lo que me encanta de nosotros.

–¿Qué seamos unos frikis anormales?

–Que seamos unos frikis anormales– confirmó.

–Te gusta mucho este friki anormal ¿Verdad?

–Nunca dije que me gustará tú – contesto con falsa indiferencia.

–¿Estas diciendo que no te gusto, William Byers?

–Sí, eso hago.

–No puedes decir eso, soy demasiado guapo como para no gustarte.

–Y demasiado engreído.

–Y guapo.

Will no contesto, simplemente se dio la vuelta dándome la espalda, sabía que estaba tratando de ignorarme, siempre que lo intentaba me daba la espalda.

Muy mala decisión.

Le di una fuerte nalgada haciendo que Will diera un pequeño salto sorprendido. Su mirada parecía divertida, pero ofendida al mismo tiempo.

–No me des la espalda, Will.

–Si vas a hacer eso creo que te daré la espalda más seguido– contesto con picarida.

–¿Will? ¿En donde quedo mi pequeño niño inocente?

Me encantaba cuando Will perdía la pena y me hacía ese tipo de comentarios, me gustaba el Will inocente, pero el Will pervertido... simplemente me enloquecía.

–Ese Will desapareció desde que me besaste.

–¿Me estas echando la culpa de eso?

–Sí, eso es lo qué hago.