Cosas maravillosas

Casa

Chuuya mira sus propias rodillas, está tomando un baño de agua fría.

Hunde su cabeza en el agua helada.

Ahora que salió del calor del momento no puede evitar avergonzarse.

Tal vez deba volver a casa.

Sí, debería, ya pecó demasiado, si Dazai no lo hubiera detenido, entonces ellos dos hubieran...

Él no solo hubiera roto su voto de celibato, también hubiera tenido relaciones prematrimoniales y además de eso con otro hombre.

Chuuya, además, pecó en pensamiento y palabra.

Necesita volver a casa y purgarse, incluso si no es el salvador, incluso si es una farsa, ese lugar sigue siendo su casa.

Además, solo quería ver un poco del mundo, ya lo vio, ya puede regresar.

Todos deben estar tan preocupados en su casa.

Saca su cabeza del agua para respirar.

—Ay mierda, sabía que debía irme cuando se despertó — Se queja, entonces escucha que tocan la puerta.

Chuuya, obviamente, sabe de quién se trata, siente la sangre subir a su rostro y se golpea las mejillas con sus palmas.

—Ángel ¿Necesitas ayuda para lavar tu cabello?—

Chuuya sabe que lleva 10 minutos dentro, probablemente Dazai pensó que necesitaba ayuda, la verdad es que no ha hecho nada además de autojuzgarse.

Puede decir que sí o que no.

«Vamos, piensa»

Si dice que no, Dazai no entrará y podrá seguir hundiéndose en la culpa un rato más.

Si dice que si, Dazai va a entrar y va a lavar su cabello, sus manos van a volver a tocarle.

Chuuya quiere que sus manos le toquen.

Pero se siente extraño, no se siente como «esa» vez, fue una experiencia abrumadora para alguien que no tiene experiencia, pero fue agradable, placentero.

Incluso aún siente alguna especie de hormigueo en su cuello y oreja, aunque seguramente eso sea mental.

¿Por qué todo lo pecaminoso se sentía bien?

Desde ver la televisión hasta ser acariciado por otro hombre ¿Es acaso un truco del demonio para engañarlo?

¿Por qué no se sentía asustado como cuando «esa» vez ocurrió?

Respira profundo.

—Sí, necesito ayuda — Responde.

Escucha a Dazai abrir la puerta.

Chuuya se hunde hasta la nariz y observa a Dazai con reservas, Dazai parece absolutamente normal con la situación.

Eso le duele un poco.

Aunque no le sorprende, el padre dice que los pecadores son seres sin moral, estafadores, malditos y fornicadores. Dazai es amable con él, pero eso no quita que es un pecador.

Claramente, no vio lo que pasó como algo especial.

—Pareces pensativo — Le dice Dazai mientras deja caer shampoo en su mano.

Dazai, luego, comienza a masajear el cuero cabelludo de Chuuya.

—Creo que voy a volver a casa — Menciona tan casualmente que a Dazai le toma unos segundos capturar toda la información.

Respira profundo para no enojarse, no quiere ponerse verbalmente agresivo con Chuuya.

—¿Por qué? Creí que eras feliz aquí —