Chuuya se siente nervioso al estar delante de Rimbaud.El hombre solo lo mira en silencio y Chuuya naturalmente baja la cabeza como se le educó a hacer.
Aunque aquellos ojos le hacen sentir una profunda ira en su pecho.
—Te conocí por 10 minutos antes de perderte y no tienes, ni de lejos, la misma mirada ¿Qué te hicieron?—
Chuuya aprieta los labios.
—¡Rimbaud! No seas tan duro con él — Le regaña Verlaine.
Chuuya, desde niño, siempre ha tenido que lidiar con la ira contenida en su corazón.
Odia ser subestimado, odia que se le trate como algo frágil ¿Qué no sea tan duro con él? Quiere reír, esto apenas en un caricia en su ya dañado orgullo.
"Orgullo" y "Furia" las únicas dos cosas que el padre jamás pudo matar, deformar y cambiar.
—¿A qué se refieren con "Qué te hicieron"?— Cuestiona Chuuya sin parecer particularmente ofendido.
Por su puesto, Chuuya no es tonto, sabe cuándo conviene ser la dulce y complaciente oveja que criaron con tanto cuidado.
Sabe que eso es lo que Dazai espera de él, por eso cuando se salió de esa imágen Dazai le rechazó.
Está bien, lo entiende, lo aceptará y trabajará sobre ello.
—Cuando te sacamos de ese tanque tenías una mirada fuerte y te brillaban los ojos— Responde Rimbaud tomando el rostro de Chuuya con su mano y apretándolo, obligándolo a mirarlo —Ahora tienes los ojos de un cordero asustado, tu mirada también está sombría ¿Qué fue lo que te hicieron?—
Chuuya le mira, no es la primera vez que alguien lo trata con la misma rudeza, pero sí la primera vez que alguien describe su mirada como fuerte y brillante.
Eso es interesante, nuevo...
Solía escuchar a las hermanas decir que tenía los ojos de un pez muerto.
¿Él tuvo esa mirada que Rimbaud describe alguna vez?
Respira profundo tomando la muñeca de Rimbaud con fuerza.
Y existe una pequeña sonrisa en el rostro del hombre mayor.
¿Debería darle el gusto? ¿Mostrarle aquella parte de él que tanto le han enseñado a repudiar?
—El padre me ha criado para tener una mirada gentil y suave, si es a eso a lo que se refiere — Responde y suaviza su agarre, como si aquél apretón fuera poco más que un incidente.
—Pues ha fallado miserablemente, corderito—
Chuuya aprieta la mandíbula sintiendo cómo le quema el pecho, es el mismo sentimiento de cuándo vio a Yumeno en problemas, cuando peleó con esos asaltantes la otra noche.
«Ira» Piensa.
Incluso con una autoestima baja, incluso cuando su ser y su espíritu fue pisoteado para obtener una mente moldeable y crédula; Chuuya fue criado como el salvador de la humanidad, el segundo hijo de dios, aquel ser bendecido por la gracia divina.
Chuuya tiene un ego tremendamente inflado y el orgullo demasiado grande como para ser ignorado y a diferencia de con Dazai, su permanencia en el exterior no depende de Rimbaud.
¿Cómo se atreve ese pecador a llamar a Chuuya "Corderito" de forma tan despectiva?
Chuuya no es como el resto, no es un cordero, Chuuya es quien guía al rebaño.
Una respiración profunda es el último intento de calmarse a sí mismo, pero esta ira ya reemplazó a su sangre y la amenaza a su orgullo, lo único que verdaderamente le queda, le hace ver rojo.
¿Acaso esta es la furia del genocida de su supuesto padre divino?
Golpea la mano de Rimbaud sin mucho interés aparente.
¿La ira y el orgullo son pecados capitales? Sí y a Chuuya no le importa ni un poco.
Dios lo hizo, y ¿No son los pecados del padre también del hijo?
—¿Corderito? — Chuuya ríe mirando a Rimbaud —¿Qué cosas dices señor?—
No puede, no con Dazai en la habitación.
Una cosa es que haya sido agresivo al cuidar de Yumeno y esa mujer, esta es una situación diferente.
La habitación se queda en silencio por un momento, silencio que es opacado por Rimbaud hablando.
—Salgan de mi oficina —
Dazai parece querer reprochar, pero Verlaine le saca de la habitación.
Chuuya observa, intentando descubrir qué es lo que el hombre mayor quiere.
—Chuuya— Dice él —¿No tus ojos son como lo de un animal muerto?—
—¿Qué gana con provocarme?—
—Quiero ver si sigues siendo esa persona que conocí —
Chuuya le mira a los ojos y sonríe.
—¿No fue eso hace mucho tiempo?—
Rimbaud también sonríe.
—¿No están tus ojos un poco más vivos ahora? Pez muerto—
Chuuya no sabe entonces decide atacar, el cutter que se mantuvo en su bolsillo desde ese día va directo al cuello de Rimbaud, el hombre le toma de la muñeca, pero Chuuya prevé eso.
Un simple movimiento y el arma ahora esta en su otra mano y esta vez ataca al rostro, incluso consigue hacer un pequeño rasguño antes que un cubo amarillo envuelva su mano.
Chuuya jala su mano sujeta hacia sí mismo y retrocede mirando el cubo amarillo.
Rimbaud se toca la mejilla viendo la sangre.
—Ahí estás, Chuuya — Le dice.
Notas:
Créditos a moonlookslike por hacer de beta.
No juzguen a Rimbaud, le preocupó lo muerto de la mirada de Chuuya.
Chuuya:
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Cosas maravillosas
FanfictionChuuya toda su vida vivió en un culto como el salvador, un día decide escapar por una noche para ver el mundo, ese día conoce al demonio Prodigo, él decide enseñarle el mundo porque está aburrido.