capitulo 5: el kaneu

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Las brujas creían fervientemente que todo acto trae una consecuencia con el mismo peso que la causa, con aquel principio las madres generalmente enseñan a sus hijas que el mundo gira entorno a la ley de la equivalencia; si deseas algo valioso perderás algo muy importante, Sabrina mellin sabía aquel principio, de esa forma cuando Merry abrió el grimorio ella despertó, pero no fué un despertar de un sueño, el velo de su propia y absurda vida se desvaneció y los recuerdos volvieron, azotando con fuerza, temió por su vida y la de su hijo de cinco años, debía ir por él a la escuela para buscar un lugar seguro.

—hijo estás débil —.

Dijo Merry, los barrotes se desvanecieron y Maddox dió el primer paso tembloroso fuera de la celda, cayó de bruces al suelo, su madre sostuvo su cabeza en sus rodillas, le quitó el cabello del rostro, su hijo necesitaba a su madre y Merry estaba dispuesta a todo por su hijo, se mordió la muñeca y la acercó a la boca de su hijito, las primeras gotas de sangre se abrieron paso por los labios, Maddox al sentir clavó los colmillos y succionó cómo lo hace un bebé recién nacido, sabía que no debía beber demaciado, pero la sed lo cegó y mientras su madre se debilitaba a tal punto de perder el conocimiento, Maddox se hacía más fuerte, las ojeras desaparecieron, su piel se volvió tersa sin arrugas, sus labios bien perfilado, el cabello lacio brillaba, tanto como la seda, todos sus órganos volvían a tener color y en segundos estaba recuperando, sin embargo, está vez si quería reinar no dejaría cabos suelto, extrajo toda la sangre, Merry se desmayó, Maddox con sus uñas afiladas entró con fuerza por el pecho extrayendo el corazón y lo devoró, sus ojos se volvieron negros por la ira, el dolor, totalmente recuperado se levantó, se liberó de las cadenas y salió de las mazmorras, sabía cada rincón del castillo y que camino tomar para llegar al cuarto de su abuelo, sin que las cámaras lo captaran, al igual que los guardias se acercó al postrado vampiro.

Yacía acostado boca arriba conectado a tubos y bolsas de sangre, se veía más muerto que vivo.

—he regresado—.

Le susurro con voz cantarina, los ojos del anciano y débil vampiro se abrieron con sorpresa y algo de miedo, trató de articular alguna palabra, sin embargo, es sujetado fuertemente del cuello.

A su vez en el ala oeste del castillo sonaron las alarmas, los boinas negras corrían dispuesto a todo por lo corredores, Gregory se bebía una copa de sangre cuando maximilian le interrumpe alterado.

— mi señor la bóveda ha Sido abierta—.

Gregory deja la copa sobre el escritorio y dice sorprendido.

—ire por Merry —.

Maximilian asiente, decide retirarse y dirigir las fuerzas a la habitación del rey, las cámaras de movimiento notaron a Maddox y debían detener la amenaza.

Gregory corrió a la habitación pero Merry no estaba allí, la llamó con sus pensamientos pero ella no respondía, algo malo estaba pasando, decidió por fin ir a las mazmorras, entonces su olfato lo hizo caer en cuenta, caminó hacia la bóveda y presenció el terrible hecho. Todo su cuerpo se congelo.

Maddox disfrutaba ver al viejo ahogarse con su propia sangre, enterraba cada vez más profundo sus uñas.

—¿Lo sientes venir?—.

Le susurraba.

—¡Detente gritaron detrás de él —.

Maddox giró su cabeza lentamente para ver al comando de hombre, el elite de boinas negras, con su soldado al frente Maximiliam, este les dió la señal y todos asintieron a la posición de combate, sacaron sus wakizashi de plata, Maddox le dió un tierno beso en la mejilla a su querido abuelo.

—Dì yī míng!—.

Gritó Maximiliam.

—Shì de!—.

Contestaron todos sus hombres y hermanos de armas, los boinas negras son todos niños que crecen en la calle, se alimentan de basura, abandono y maltratados por sus padres y el sistema, cuando llegan a la corporación los dividen en equipos y todos duermen juntos, comen, crecen y se hacen fuertes hasta finalmente recibir su anillo, la graduación para ser un boina negra es dejar todo lo que te mantiene atado al pasado y vencer, cada uno de esos hombres estaba dispuesto a cumplir con su deber, todo atacaron al unísono, como un solo cuerpo, pero maddox es y será un nacido, un sangre pura, sus golpes son más fuertes que un vampiro convertido y su mordida destroza a su paso, sin mucho esfuerzo los fue derrotando uno a uno, les drenaba y los cuerpos caían al suelo, uno tras otro.

—¡¡Wèizhì sān!!—.

Gritó Maximiliam.

—shí de!!!—.

Contestaron los que iban quedando con vida, el movimiento era perfecto y maddox podía ser detenido, la ráfaga de daño era voraz, la wéizhí sãn es poderosa y quién la use deberá tener las habilidades especiales que se requiere, ya que debe contar con un entrenamiento personalizado, los cortes eran una ráfaga de viento que azota en el cuerpo de maddox, pronto la carne abierta le empieza arder, la herida no cicatriza de inmediato, la wakizashi es una danza que junto a los movimientos de los boinas del zorro es de admirar.

Finalmente maddox parecía detenido, los boinas restantes lograron cortar un brazo y una pierna, gritó de dolor, Maximiliam alzó la wakizashi para la estocada final, cuando vieron con horror que desde las entrañas del animal una mal formación parecía querer salir de su cuerpo, un vampiro normal no podría hacer aquello, pero maddox se había devorado a su madre, un homúnculo emergía de sus entrañas un rostro tomaba fuerza y decía.

—papi?!—.

Aquella voz lo dejó sin aliento, mientras sus compañeros le gritaban que lo detuviera, la deformidad tomaba los rasgos de su memoria.

—papi no me mates por favor!—.

La imagen tal cual como la recordaba, la de su hijo muerto, no lo había notado, pero la Wèizhì sān requiere una elevada energía, tanto sus hombres como él ya no resistirían, pero Maximiliam se había dejado vencer y bajo el velo, dejo expuesta sus memorias, el recuerdo de su hijo muriendo de cáncer en el hospital, aquel recuerdo lo atormentaba sobre todo cuando su hijo le pidió:

—papi yo siempre te voy amar, pase lo que pase, solo liberarme—.

Las mismas palabra, su mismo tono de voz, caído por el poder de convencimiento, Maximiliam se cortó el cuello en presencia de sus compañeros.

unidos por la sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora