¿Qué haces cuando todo lo que creías que era verdad, resulta ser una mentira?
Harry Potter siempre creyó que sus padres eran James Potter y Lily Evans, pero resulto que todo este tiempo una venda cubría sus ojos.
Sirius Black llego a su vida, para q...
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¿Has sentido alguna vez nervios? ¿De esos nervios que te hace imposible pensar con claridad? ¿De aquellos que solo inundan tu mente con pensamientos negativos? Bueno, James Potter tenía nervios, estaba tan nervioso que incluso Remus tuvo que alejarse de él debido a lo molesto que le resultaba el latido frenético de su corazón y el leve olor a sudor que desprendía. Sirius por su parte, luchaba día a día porque su mejor amigo ingiriera algo de alimentos mientras Peter siendo Peter, se perdía por ahí.
El motivo de todo esto se remontaba a un hecho ocurrido hace tres días, Elibeth Snape estaba sonriéndole a un chico, pero ese no era relativamente el problema, el problema era que James había visto la manera en la que aquel chico la miraba y le sonreía, conocía perfectamente esa clase de mirada, porque era la misma que él le daba.
No podía culparlo, es decir ¿Acaso habían visto bien a Elibeth Snape? Era preciosa, dejando de lado su suave cabello castaño perfectamente cuidado, sus adorables ojos azules que podían hacer lo que quisieran con él, sus mejillas naturalmente sonrojadas que formaban un tono aún más carmesí debido a algún alago de su parte, su sonrisa que poseía un toque de tranquilizante y que al mismo tiempo te enloquecía, dejando todo eso de lado. Era preciosa hasta en su manera de pensar y de ser, tan leal, tan inteligente, tan adorable...
El saber que había mas chicos interesados en ella se convirtió en algo que simplemente deseo ignorar por su propio bien. Después de todo, la mayoría de los chicos desistía la idea de hablarle al notar que finalmente le prestaba atención a James.
Pero, eso no había sido suficiente para que aquel estúpido Hufflepuff, pariente de los Diggory, fuera a hablarle y sonreírle.
-Solo mírenlo- James lo criticaba abiertamente en la mesa del Gran Comedor provocando miradas divertidas de todos los presentes -Tiene una patética sonrisa
-Yo creo que su sonrisa es hermosa- dijo Cordelia en un susurro, a las inefables le resultaba divertido burlarse de él y sus evidentes celos
Remus y Sirius hacían el esfuerzo de contener las risas en un intento desesperado de apoyar moralmente a James -Tal vez, no te sentirías tan miserable si finalmente la invitaras a salir
