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SEOYOUNG'S POV:
Cuándo por fin llegué a mi casa eran alrededor de las nueve y media de la noche. Esperaba que mi familia estuviera cenando, pero al parecer ya habían terminado de comer.
─Seoyoung, ¿eres tú? ─ gritó mi mamá desde la sala al escuchar la puerta principal abrirse.
─Si mamá, soy yo. ─ contesté y caminé a la sala, donde toda mi familia veía un melodrama.
─¿Vas a cenar?
─No mamá, comí con mis amigos.
─ Entonces lava los trastes, hoy es tu turno.
Ruedo los ojos, llegó cansada de la escuela, aunque para ser sinceras no hice nada en la escuela más que ser regañada por mis maestros y buscar a Jungwon en el recreo, y también cansada de salir con mi amigos y lo primero que me dicen cuando llego a casa es que lave los platos...
─Mamá recuerda que ayer no sacó la basura, así que hoy le vuelve a tocar. ─ ahora la que habló fue mi hermana mayor. ─En serio que no hace nada, eres como el apéndice.
─¿Apendí-qué?
─El apéndice, no sirves para nada más que para dar problemas. ─ explicó mi hermana. Yo seguía mirándola confundida. ─Es un órgano, que no es útil, pero si se te revienta podía matarte.
─Mamá, Jae-si me está diciendo apéndice. ─ me quejé.
─Sacas la basura también, Seoyoung. ─ fue lo único que dijo, ignorando el insulto más nerd que mi hermana me dió.
─Sí, mamá. ─ hablé cansada dirigiéndome a la cocina.
Así es, esa es mi familia.
Mi padre, el que yace acostado en el sillón viendo la televisión medio dormido, es contador de un banco muy prestigioso en Corea.
Aquella que come del plato de las palomitas es mi madre, ama de casa. Un excelente sazón pero enemiga de lavar los trastes. Dice que ella cocina y nosotras lavamos. Ese es el trato para que nos alimente.
La que está sentada en el piso y recargada en el sofá es mi hermana mayor, Jae-si. Está en el primer semestre de universidad, estudiará medicina... Es más grande que yo por tres años, es mandona, un poco grosera y siempre le toca lavar los trastes cuando comemos afuera o pedimos algo para comer.
Quién está en el piso escribiendo en la mesita de café de la sala es mi hermana menor, Jae-ah. Ella tiene nueve años y va en cuarto de primaria. Pero que su edad no te engañe, es como la mafia en versión miniatura. Nunca se sabe que dirá o que hará, pero hay una alta posibilidad de que lo que haga te deje en ridículo.
Wow, es increíble todo lo que uno puede llegar a pensar e imaginar mientras lava los platos.
Mientras termino de enjuagar el último sartén recuerdo algo...
