Duelo de Alfa

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Sus monotonos  sonidos hacían que su poca cordura se mantuviera intacta. Sus ojos se mantenían en el punto fijo de la luz tenue que se colaba por la ventana. Una maldito aroma, un cuerpo, una mirada y una sola persona, era quien lo tenía en esta situación tan abrumante.

— maldita sea—  sus manos mantenian el ritmo bombeante sobre su miembro. Su gemidos solo salían para pronunciar y proclamar el nombre.

— Takemicchi ~.

Dejo salir, sus manos estaban manchadas por su esencia. Su rostro estaba empapado de sudor.

El cansancio lo estaba matando, 2 días donde su alfa pedí de la atención de un Omega.

Un Omega que se suponía ya no estaría más con el, sin embargo ahora que sentía su ausencia, se sentía tan fatal

Había decidido buscarlo por último vez, solo para aplazar el celo pero sin embargo el jamás apareció. Es como si la tierra lo hubiera tragado.

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— lo siento joven hanagaki— disculpaba la mucama— el príncipe sano está teniendo problemas de salud.

En realidad el celo de mikey había llegado y el mismo había enviado a la mucama a decirle a takemichi.

— ¿está bien?— pregunto un poco alarmado takemichi.

— si, solo le llegó el celo — respondió amablemente la sirvienta.

Takemichi sintió más tranquilidad sobre su cuerpo y su corazón más estable.

me pidió que le entregaré esto — extendió con amabilidad.

Las manos de takemichi tomaron en mano una pequeña presente que representaba mucho ante su mirada. Un hermoso dije de cristales.

— ¡esto puede valer una fortuna!— expreso asombrado takemichi.

el príncipe Manjiro pidió que se lo entregaramos, siéntase libre de usarlo.

La mucama no dijo más y se retiró de aquella huerta.

Takemichi como pudo lo puso sobre su cuello, lucía bastante bien. Debía tener cuidado de que su padre no lo descubriera de hacerlo podría venderlo con tal de tener más dinero para gastar en apuestas y alcohol.
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— Takemicchi~— decía en agonía. Sus palabras no eran otra cosa más que ese nombre.

— con un demonio, quien demonios es el— expresaba molesto aquel hombre robusto.

— no lo sé cariño, se la ah pasado pronunciado desde que está en la habitación encerrado.

— Manjiro es un alfa de la realeza, cualquier basura no puede estar con el.

Aquel hombre frívolo era el rey sano, líder del reino Bonten. La mujer a su lado era la reina.

— Manjiro es libre de escoger a su pareja— reveló shinichiro— solo pido que el sea libre.

— calla shinichiro, eres un Omega la decepción de la filia sano. Tu casta será brindada al reino de Miem.

— demonios solo pido que mikey sea libre de escoger a su pareja, eres tan egoísta padre.

Mientras tanto mikey escuchaba entre sueños la conversación de afuera. Pero el solo era un chico rebelde que probablemente sin pensarlo se había enamorado de takemichi.
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LIRIOS Y ROSAS, un amor entre espinazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora