🎸 00.0

3.1K 190 29
                                    

Meses antes

¿Quien es ese chico?, Fue la primera palabra, y pregunta en cuanto vio una cabellera rosa pasar por la puerta del instituto.

—Dah, un chico nuevo.

Musitó su amigo SeokJin. Taehyung viro sus ojos, captando nuevamente al chico de hebras rosadas. La puta madre, ¿Cómo dejaba de verlo?, Tenía una puta fila tanto de chicos, como de chicas. Pero, absolutamente nadie había capturado su atención como ese chico, con lentes, atuendo totalmente distinto. Sudadera que parecía dos tallas más grande para su cuerpo pequeño. Tanto así que llegaba hasta debajo de sus glúteos. También, ese pantalón con pintura en el. ¿Lo había hecho él?

No supo cuánto duró viéndolo hasta que lo perdió de vista, suspiró regresando en si.

No supo durante cuanto  tiempo estuvo observando al pelirosa, ahora que lo piensa, justo como un total acosador. Eso le dió escalofríos, además  el escuchar unas risitas a su costado le hizo darse cuenta que no estaba solo. Y una mierda.

—¿Ese pequeñín capturó tu atención?

—Vete a la verga SeokJin.

—Lo siento, no me interesa.

Musitó risueño, mientras sacaba su lengua hacia Taehyung. Taehyung negó, empujando la caja de su amigo para comenzar a caminar hacia su salón.

Por más que así fuera, no podía ser así. No cuando él  ya tenía sus planes.

[...]

Presente —

—Oh, dios. Joder. Esto debe ser una broma.

Pues,  vayamos a eso. Si. No lo era.

—¿Por qué tenías que dejar de funcionar?, ¡Estúpido teléfono!

¿Cinco minutos?, ¿Diez?, No. Exactamente fue una hora la que tardo en llegar al instituto, en si. Perdió su primera clase. Y lo peor fue que era una clase donde tenía que exponer y valía una mierda la calificación. Ahogo un Sollozo, no podía bajar su perfecta calificación, no importaba que solo sea esa clase. Sino, que la calificación no bajara del puntaje para seguir manteniendo la beca completa.

Era un mar de jadeos, ya que su respiración era acelerada por el correr. Un día asqueroso, primero se levanta tarde, cosa que si. Necesita un nuevo celular. Segundo, el autobús no pasó, y no quiso esperar más, era suficiente con una clase perdida. Dos eran ya muchas.

—Parece que te paso un camión por encima, rosita.

Y aquí vamos, el odioso de Kim.

—Vete a la mierda, Kim.

—Ya estoy con ella.

Jimin viró sus ojos.

¿Odio?, ¿Enemigo?. Podría ser esa la respuesta a su extraña rivalidad, pero vamos. Era divertido lograr que el pelinegro se sonrojara o llegará a tartamudear. Cosa que no siempre lograba.

Ignorando al pelinegro, camino hacia la expendedora, tomó un par de monedas de su pantalón y selecciono el que quería.

—¿Una leche de fresa?. ¿Cómo sabes que es mi favorita?.

𝐿𝑜𝑣𝑖𝑛𝑔 𝑚𝑦 𝐸𝑛𝑒𝑚𝑦 •Vmin auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora