CAPÍTULO 15

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PUNTO DE VISTA DE JOSEPH

Decidí volver a Londres, primero por darle espacio y tiempo a Tn, después por mi. No podría soportar dos semanas más sin poder hablarle, sin acercarme a ella, sin abrazarla, sin besarla... Y por último no podía ver a Tyler aprovecharse de la situación que provocó.

Llevo en casa encerrado desde que llegué y miles de imágenes de los dos juntos se formaban en mi cabeza a cada segundo. Si tan solo no hubiese ido a la cocina... ¿Cómo fui tan estúpido?. Me provocó toda la tarde, era de esperar que tramaba algo y como un idiota caí en su trampa.

Daniel me ha llamado todos los días desde que me fui y todos los días preguntaba por ella. Me dijo que a la vuelta vendría a Londres a pasar una temporada conmigo ya que no me escuchaba bien por teléfono, le insistí que no viniera, pero no sirvió de nada.

Ha llegado ese día, si Daniel volvía, ella también. Y solo espero que Tyler no venga con ella. Daniel no ha querido contarme nada relacionado con los dos y eso me hacía sentir peor.

Debería levantarme del sofá y recoger la casa, abrir las ventanas y ventilar, pero no tengo fuerzas. El timbre sonó y con gran esfuerzo me levanté y abrí la puerta. Daniel cargaba con su maleta mientras me miraba con la boca abierta.

DANIEL: ¿Pero que te ha pasado? - me hice a un lado y le dejé entrar

Sin contestar, cerré la puerta y me giré. Su nariz se arrugaba, supongo que por el mal olor, pero no estoy seguro si viene de la casa o de mi. Abrió las ventanas, corrió las cortinas y miró el desastre que organicé. La estantería por el suelo junto a la mesa y las sillas. Cristales rotos, botellas de alcohol vacías, el fregadero hasta arriba de platos sucios. Luego de darle un repaso a toda la casa, me miró a mi.

DANIEL: ¿Estás borracho ahora?

JOSEPH: No, pero pretendo estarlo muy pronto

DANIEL: No, no lo creo - me agarró del suéter y me llevó hasta el baño - ¿Esta es la misma ropa con la que te fuiste de allí?

JOSEPH: Sí, huele a ella. Me hacía sentir que estaba conmigo

DANIEL: Pues te has encargado que ahora huela a mierda y a alcohol - me quitó la parte de arriba y volvió a poner una cara extraña - ¿Desde cuando no comes?

JOSEPH: No lo se - rasqué mi cabeza - Hace 3 días comí algo porque me dolía el estómago y no me dejaba dormir. Cuando duermo, lo demás no duele

DANIEL: Vale, vas a ducharte, vas a ponerte ropa limpia y vamos a ir a médico

JOSEPH: No necesito un médico, la necesito a ella

DANIEL: Vas a ir a un médico, te guste o no. Te vas a duchar o lo haré yo. Joder, si no puedes ni mantenerte en pie

Daniel abrió el grifo de la ducha y me metió a la fuerza con ropa y todo. Después de ducharme y ponerme algo de ropa limpia, fuimos al médico. Estaba desnutrido, me recetó unas vitaminas y que comiera despacio y poco a poco.

Durante la siguiente semana, Daniel casi me tuvo que alimentar a la fuerza.

DANIEL: ¿Hasta cuando vas a seguir así?

JOSEPH: Hasta que ella me perdone

DANIEL: Si no pones de tu parte, eso no pasará. Ella no va a venir a tocar tu puerta

JOSEPH: Lo se, no le dije mi dirección - Daniel puso lo ojos en blanco

DANIEL: Hay que salir a buscarla. ¿Alguna idea de donde vive o por donde empezar a buscar?

JOSEPH: No se donde vive, pero si se que frecuenta una cafetería cerca de aquí - dije sin ánimo

DANIEL: Perfecto. Levanta el culo. Y aféitate

JOSEPH: No voy a afeitarme, de todas formas dudo que la veamos

Salimos y Daniel tenía que llevarme por la calle casi a rastras. La luz del sol me dañaba la vista. Llegamos a la cafetería y como si yo fuera un radar, la vi. Preciosa, con un jersey de cuello alto blanco y un gorro a juego que adornaba su precioso pelo negro. Mis pies iban solos a su mesa pero Daniel me paró.

DANIEL: Será mejor que vaya yo primero, si te ve directamente puede que salga corriendo

JOSEPH: Está bien, pero no tardaré en ir

Daniel se acercó a la mesa y Tn le sonrió mientras le saludaba. Una media sonrisa iluminó mi cara unos segundos, pero noté que mis pies se movían solos de nuevo, pies que llegaron a su mesa antes de darme cuenta.

Saludé y le pedí a Tn si podíamos hablar. De alguna manera accedió y me senté a su lado mientras Daniel y Emilia se iban. Primero de todo le pedí perdón, pero lo que me dio un poco de esperanza fue cuando me dijo que me perdonaba, que no era bueno sentir rencor. Ahora mi sonrisa si notaba a como era antes. Volví a sentir que mi corazón latía, agarré sus manos mientras le prometía que jamás volvería a escuchar palabras así salir de mi boca, pero mi sonrisa cayó cuando soltó mis manos y volvió su frialdad del principio.

TN: ¿Hay algo más que tengas que decir?

Tengo tantas cosas que decirle, pero lo primero que le dije es lo que sentí cada día desde que no la veo

JOSEPH: Te echo de menos - Noté como me caía una lágrima que no me molesté en ocultar

Se puso pálida, parecía que se fuera a desmayar en cualquier momento

TN: Lo siento, yo... Tengo que irme - La seguí con la mirada mientras me levantaba de la silla. Salió de la cafetería y vi como Emilia la seguía. Daniel llegó a mi lado

DANIEL: ¿Tan mal ha ido?

JOSEPH: Me dijo que me perdonaba, que no es bueno el rencor. Y cuando le digo que la echo de menos, salió corriendo

DANIEL: Bien, poco a poco. Al menos te ha perdonado

JOSEPH: La he vuelto a cagar... ¿Verdad?

DANIEL: No, para nada - Lo miré con el ceño fruncido - Si ella se ha ido así al escucharte que le echas de menos, será porque ella aún siente algo por ti

JOSEPH: ¿Eso crees? - sonreí - No me des esperanzas que no existen

DANIEL: No es lo que pretendo, yo lo veo así. Si no le importaras, hubiera seguido hablando contigo. - quizás tenga razón - Ahora es mi deber recordarte que dijiste que si te perdonaba volverías a ser el Joseph de siempre. Así que mueve tu huesudo culo, tenemos un mes para que vuelvas a ser tú y la recuperes

JOSEPH: ¿Un mes para qué?

DANIEL: Nos vamos a Los Angeles

SOY TUYA, ERES MÍO (JOSEPH MORGAN Y T/N) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora