Desperté, ¿cuándo me había dormido?, ¿me había cepillado los dientes?, ¿siquiera me había cambiado?...
Bueno eso último tal vez, llevaba una camisa enorme, blanca con una imagen de un disco o banda que no reconocía, ¿se lo habré visto alguna vez a Dante?
Sacudí la cabeza y tomé mi celular, carajo, no era ni un nuevo día, eran las seis de la tarde del mismo... ¿Por qué me había dormido tan temprano?
Bufé, me rugió la panza y no podía quedarme quieta hasta que lo arreglara... Así que tome rumbo abajo, admiré los cuadros del pasillo y las escaleras, habían tantas personas que me llegue a marear ligeramente, un mareo que casi me hace disimular los ruidos provenientes de la sala...
«Mierda, ¿con quién está Dante?» pensé, se me vino a la mente una imagen de él y su amiga pelinegra o del mismo Esau, siendo totalmente honesta no sabía si alguno de ellos era pareja del otro, había dos opciones por cada uno, ¿debía preguntarme eso?
Sacudí la cabeza espantando los pensamientos invasores y seguí mi camino, llegando a la cocina, sólo que tenía un obstáculo...
Debía cruzar la sala...
Me daba miedo conseguirme una escenita a medio organizar en la sala... Aunque, si lo pensaba era mi casa, podía pasar por ahí si yo quería... Y ahora mismo necesitaba, ¿por qué seguía dudando?
Me aventuré hacía allá y lo que vi fue lo último que me habría esperado de ver, es más, algo que jamás llegaría a pensar...
Papá.
Era mi papá.
Mi papá, pero ella no era mamá.
Me quedé helada, presenciando como él besaba su cuello, ella reía, él la acariciaba tan sutilmente que ni siquiera parecía percatarse, veía desde mi sitio que su cabello era rubio cenizo, sin embargo su piel no era clara, al estar lo contrario a mí no la apreciaba a ella.
Pero a papá si.
Sentía una presión en mi pecho, sentía náuseas, sentía un dolor extraño combinado con impotencia, me llevaron a hablar en contra de mi voluntad.
—Carajo... —solté, mi padre se sobresalto, cayendo al suelo, ella acomodó su Escoté color rojo vino, me miró de arriba a abajo, sus caras parecían las de alguien que acababa de ver un fantasma.
—¡Lori!, —exclamó, nervioso —creí que estabas a que Chase...
—Regrese al medio día... —fruncí el ceño, su cara estaba cubierta de labial rojo, contrastaba con la ropa de la chica.
Pero no con él.
—No le digas a tu madre, puedo explicarlo...
—¡Puedo explicarlo un carajo! —grité, mis ojos se cristalizaron, una rabia me invadió en cuanto pronunció esas palabras, ¿por qué siempre decían lo mismo?
Me di la vuelta hacia las escaleras nuevamente, él me siguió y antes que dijera algo interrumpí. —La próxima vez vayan a la casa de ella, ¡para que ninguno de nosotros tenga que ver su asquerosidad! —subí zapateando, cerré con la fuerza los mil demonios la puerta, le coloque seguro y me tumbe sobre la cama.
Pasaron por mi mente todas las veces que él había actuado de forma extraña, que mi madre no lo hallaba, que no estaba en la oficina o en otro sitio.
Todo tenía sentido.
Solté lágrimas, dolía tanto, me dolía pensar en eso, espante lo mejor que pude esos pensamientos, intente ver lo bueno, pero ¿qué había de bueno?, mi padre se estaba acostando con una mujer como diez años más joven que él, ¿qué iba a pensar?
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Assassin in Speculum
Mystery / Thriller¿Asesinos? ¿Cultos? ¿Misterio? ¿Romance?... ¿Todo junto? Lorine y Dante, dos hermanos que comparten un gran secreto del que ninguno habla, pero quizás... La nueva vida de Dante empezó junto con ese secreto y un infierno en vida se desataría para Lor...