Matrimonio arreglado | Yoontae | COMPLETA

O1

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¿A quien se le ocurre un matrimonio arreglado en pleno 2022?, ¿en qué siglo creen mis padres que estamos?

Se preguntó furioso Min Yoongi mientras entregaba el dinero en la ventanilla.

Y además, ni que fuéramos una familia de renombre o imperial. Mi papá tiene un hotel y aquellos un restaurante, ¿tienen que hacerse socios a costa de que me case?

Tomó el boleto del tren y caminó hacia la plataforma con pasos furiosos, recordando la emboscada de sus padres esa mañana durante el desayuno.

En cuanto su padre le dio la noticia de su inminente matrimonio y Yoongi miró a su mamá para que lo salvara, se vio apuñalado por la espalda tras la sonrisa que vislumbraba en ella.

Min Yoongi pronunció fuerte y claro: me caso una mierda.

Y se levantó golpeando con sus puños la mesa, se dirigió a su habitación de su padre, directamente a empacar dos cambios y algunas pertenencias en una mochila. No sabía a dónde iría, solo quería estar en movimiento y lejos de sus padres. No se sentía bien para manejar y conseguir un vuelo de última hora era muy caro, así que viajar en tren le pareció la opción más viable.

Entró al camarote que le asignaron, había pedido uno de clase alta, pues no tenía un plan en mente y en lo que lo averiguaba, viajaría cómodamente. Dejó su mochila y salió para buscar el vagón del bar, necesitaba con urgencia un whisky.

Matrimonio arreglado, pensó mientras sorbía ese líquido ámbar, literalmente ni siquiera sé si es un él o una ella.

Indistintamente del sexo, Yoongi creía que si algún día llegaba a casarse, lo cual no pasaba mucho por su mente en realidad, sería con una persona que fuese su compañera, alguien que amara y con quien compartiría más que una cama o un techo, daría todo por él o ella, confiando en que esa otra persona lo haría también por él. Pero no por alguien totalmente desconocido, pensó.

Se puso a observar el vagón del bar, había una pareja bebiendo vino, un grupo de tres amigos que hablaban animadamente con mimosas y dos chicos solos.

El último llamó su atención, le pareció gracioso que el chico observaba por la ventana con nostalgia, como si estuviera en una serie de drama. Mantenía su mano recargada sobre su mentón, su perfil merecía la portada de varias revistas, pero su mirada decía que la estaba pasando mal, probablemente no tan mal como él, pero al menos las penas de otra persona le podría distraer. Con esa idea se acercó al castaño.

—¿Está ocupado?

El castaño volteó a verlo y negó ligeramente con la cabeza, por lo que Yoongi tomó asiento frente a él.

—Soy Yoongi —lo saludó.

—Taehyung —respondió.

—Luces como el protagonista de un drama, Taehyung.

El castaño le dedicó una cálida sonrisa que al pelinegro le gustó provocar.

—Mi vida parece un drama —dijo soltando un suspiro.

—Sabía que serías una buena compañía, nene, mi vida se va a la mierda también —bebió.

—Yo no dije que se iba a la mierda, solo... bueno, sí, se va a la mierda —hizo un pequeño puchero y Yoongi sonrió.

—Soy un desconocido en un tren, cuéntame los infortunios de tu vida.

—Prefiero no hablar de eso —hizo una pequeña mueca—, ¿tú de qué huyes?

—¿Por qué asumes que huyo?

—Porque las personas solo viajan en tren por gusto o porque no se llena y no piden una identificación para subir, por lo que nadie te va encontrar. Además, llegaste solo con una mochila, viajar ligero es otra pista de que huyes.

Yoongi enarcó una ceja impresionado.

—¿Así que te fijaste en mí? —preguntó con una pequeña sonrisa egocéntrica.

—Fue difícil no ignorar a un chico que mascullaba "están locos", "que se vayan a la mierda con su boda" —Taehyung rió—, y además eres lindo —agregó una sonrisa que provocó un remolino en el estómago del pelinegro. —¿Quién se casa?

—Yo, al parecer —bebió otro sorbo.

—¿En serio? —preguntó, sin poder ocultar su sombro—, vaya, hay fiebre de bodas.

—No lo haré.

—¿Por qué? —Yoongi se encogió de hombros, haciendo mover el líquido de su vaso—. ¿No estás enamorado?

—Es... como si fuéramos dos extraños —dijo Yoongi. No quería decirle al chico frente a él que sus padres le estaban arreglando un matrimonio con un total desconocido, sería patético. —¿Tú de qué huyes?

—También me casaré —contestó desviando la mirada hacia el paisaje y la sorpresa golpeó a Yoongi.

—¿Y tampoco quieres casarte?

—Sí quiero —dijo, aunque al pelinegro no le sonó muy convincente su afirmación—, solo es una pequeña escapadita antes de comprometerme.

—Ah, ¿entonces es una última distracción antes de despedirte de la soltería?

—Algo así.

—Yo me ofrezco como tributo —dijo Yoongi con un pequeño brillo travieso en sus ojos.

—Lo tomaré en cuenta —contestó con una pequeña sonrisa.

—Así que aquí estamos, dos hombres a punto de enlazarse, viajando en un tren sin un destino en mente.

—Sé que quiero ver las cascadas.

—Sí me han contado que son de admirarse.

—Deberías bajar conmigo —le dice el menor.

—¿Esa sería nuestra primera cita? —le pregunta Yoongi y le guiña un ojo, a lo que Tae no puede evitar una pequeña risita.

—Segunda. Ésta es nuestra primera cita —contesta con una sonrisa.

—¿Y qué tal lo estoy haciendo?

—Excelente servicio, excepto por la parte en que te casarás.

—No lo haré —dijo decidido—, ¿y tú?

—Yo sí.

—No pareces convencido, nene.

—No necesito convencerte, Yoongi —sonríe ligeramente y el pelinegro trata de discernir más de ese chico.

—¿Ya comiste? —pregunta y el menor niega—, ¿vamos? —se levanta y le extiende la mano. Yoongi percibe un brillo en la mirada de él, antes de aceptar su mano. 

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Ésta historia la escribí bien rápido, iba a ser un OS, pero se me hace tan fácil escribir de ellos (suspira en enamorada del yoontae/taegi) 

Espero le guste mucho, besitos 🥰