Matrimonio arreglado | Yoontae | COMPLETA

O5

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Al despertar sienten los ojos cansados. Ninguno se quiere mover de los brazos del otro. Desearían que así fuera despertar todos los días, con la suave respiración de Yoongi jugueteando en su nuca; con el cálido cuerpo de Taehyung afianzado, donde ni el aire entraría.

En el silencio de la mañana quieren gritarle al tiempo que se detenga y los deje permanecer en ese instante. Cálido y suyo.

Se separan para cambiarse y arreglar sus pertenencias, se ven de nuevo en el vagón comedor y tratan de que el desayuno no sea triste, pero en sus ojos hay melancolía.

La voz del parlante anuncia que han llegado a la última estación y toman sus cosas en silencio, con las manos entrelazadas.

Se detienen en las afueras de la estación, no saben qué decir, así que Taehyung se lanza a abrazarlo del cuello y Yoongi le rodea la cintura como si su vida dependiera de ello. Se quedan así por varios minutos, siendo observados por el ir y venir de personas que ven la escena con tristeza, porque son la viva personificación de la despedida de una pareja de amantes.

—¿De aquí a dónde irás? —le pregunta Yoongi, acunando su rostro, mientras Taehyung se aferra a su cintura.

—Los padres de mi prometido me compraron un boleto de avión de regreso, ¿y tú?

—Me quedaré en casa de un primo que vive aquí. Necesito estar lejos más tiempo.

Taehyung asiente y Yoongi se acerca para besarlo con calma.

El beso le transmite todo: que ojalá no fuera el último, que ojalá no fueran a casarse, que ojalá pudieran estar juntos, que ojalá el otro sea feliz, aunque no sea juntos.

Al separarse, el mayor le besa la frente y luego las lágrimas que se asoman en sus ojitos.

—¿Me recordarás? —le pregunta en un susurro, pero parece más un ruego.

—Siempre, cariño, cada día por el resto de mi vida.

—Te quiero, Yoongi —le dice, rozando sus los labios.

—Te quiero, Taehyung —y cierra la cercanía con un beso suave.

Un taxi llega y Yoongi le abre la puerta para que suba, se dan una última sonrisa triste y el mayor observa cómo el auto se aleja y con él, su felicidad.

Pide otro taxi y le da la dirección de su primo Jungkook, el cual vive con su novio Jimin. Ambos lo reciben con los brazos abiertos y entre pollo frito y cerveza de por medio les cuenta todo su viaje.

Al final del día, lo ayudan a subir a la recámara de invitados, entre tropezones y balbuceos de Yoongi, en lo que solo logran entender "lo quiero a él". Lo recuestan y cobijan, dejándole un vaso con agua y pastilla para la resaca.

—Nunca había visto a Yoongi así —le dice a Jimin, mientras se preparan para dormir—, parece que tiene el corazón roto.

—¿No puedes hablar con tus tíos para que cancelen la boda? —se acuestan y acurrucan.

—El problema es que Taehyung también se casa, para ambos la familia es primero y hacer esto es su deber.

Jimin hace una pequeña mueca y Jungkook se acerca a dejarle un beso, le sonríe y se sienten felices porque tienen el privilegio de amarse y estar juntos, no todos tienen esa suerte.

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Después de una semana en que la pareja se encarga de distraer a Yoongi llevándolo a los lugares más bonitos de la ciudad, Min Yoongi cruza el umbral de la casa de sus padres.

Su madre lo abraza y su padre lo saluda con la espátula en mano, diciéndole que preparó su comida favorita. Sí, amaba a esos idiotas y haría todo por ellos.

Después de comer, sube a su habitación y se ducha para luego colocarse uno de sus mejores trajes. No todos los días te presentan a tu prometida, piensa.

Se coloca el brazalete que Taehyung le regaló y acaricia la placa. No me olvides. Sonríe con un suspiro y vuelve a pensar en ese precioso muchacho con quien dejó su corazón.

—Hijo —lo llama su mamá y toca la puerta—, te estamos esperando abajo.

Yoongi acomoda su corbata y suspira pesadamente. Desea que el imbécil suertudo con el que esté lo haga feliz.

Baja las escaleras y escucha algunas risas en la sala, cuando llega, destaca en la audiencia la única chica, cuyo largo cabello negro brilla con el fuego de la chimenea.

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Ya casi terminamos :3